CRÓNICA

Mensajes medioambientales del PP gallego: el plástico no es tóxico y la culpa es de Madrid

0

Una amenaza medioambiental en las playas gallegas. Un Gobierno del Partido Popular que cree erróneamente que podrá librarse del problema si no hace mucho ruido. Medios de comunicación que informan mucho antes de que las instituciones gallegas se decidan a actuar. Lo único que cambia es que en Madrid no gobiernan los suyos, con lo que se abre una vía interesante de descargar las responsabilidades.

El vertido de microplásticos en Galicia tiene un cierto aroma al Prestige, aunque las dimensiones de los daños son obviamente mucho menores. Lo que llama la atención es que el PP gallego, adormilado por su hegemonía de la política autonómica, ha vuelto a quedar encerrado en esa posición tan contradictoria por la que se dice que un problema no es tan grave como dicen y luego se denuncia que la culpa de que sea tan grave es de otros. A veces se afirman las dos cosas al mismo tiempo. 

Sin aparecer en la Constitución, hay un principio que se aplica con frecuencia en el Estado autonómico español. Si algo bueno ocurre en mi comunidad, es mérito mío. Si es negativo, la responsabilidad es del Gobierno central por acción u omisión. Da igual de quién sean las competencias.

La coherencia no es necesaria. Se vio hace unos días. Los presidentes de los gobiernos de Andalucía, Galicia, y Comunitat Valenciana, todos ellos del PP, celebraron de forma efusiva los buenos datos de creación de empleo en sus regiones. Unas horas después, la dirección nacional del partido dijo que las cifras de empleo están “dopadas”. Todo a la vez y al mismo tiempo sin que importe que sea contradictorio.

Alfonso Rueda aplicó el manual de la irresponsabilidad institucional en su visita a Madrid para dar una conferencia apadrinada por Alberto Núñez Feijóo. Todos en el PP son conscientes de que Rueda no es precisamente un mago del carisma, así que muchos de sus dirigentes fueron a acompañarle y aplaudir. Como si fuera una estrella de la política. Unos puñeteros trozos de plástico que si se caen al suelo se matan no iban a poner en peligro el prólogo de su campaña de reelección.

El presidente de la Xunta destacó el lunes que la polémica se explica por la cercanía de las elecciones gallegas. Los partidos de la oposición están utilizando el vertido para “hacer campaña descaradamente”, dijo. Piden cuentas a su Gobierno a causa de una emergencia. Cómo se atreven a tal osadía.

Para su Gobierno, se está creando una alarma innecesaria. Quien lo ha dejado más claro ha sido la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, que ha dicho que esos millones de bolas de plástico “no son tóxicas ni peligrosas”.

Confiemos en que Vázquez no haga como Arias Cañete y se meta entre pecho y espalda un bocadillo de pellets para demostrar que no son insalubres. Ni que recomiende a los cocineros que los utilicen de relleno de cualquier pescado al horno. Sobre lo que deben de pensar los peces que ingieran los microplásticos, no hay reacciones públicas al cierre de esta edición. Es posible que discrepen del análisis de Vázquez.

Esa posición es compatible con denunciar al Gobierno central por tardar dos semanas en comunicar a la Xunta lo que estaba pasando en las costas. Si el tema no es grave, ¿qué más da que no te avisen?

Dejando aparte que existe constancia de una comunicación del 13 de diciembre entre el servicio de emergencias autonómico y Salvamento Marítimo, que no justificaba en ese momento dar la voz de alarma, la Xunta ha dejado patente su falta de preocupación en tres puntos: afirmar que el vertido no es tóxico, dejar a los municipios que se ocupen de las tareas de limpieza, y limitar la declaración de alarma al nivel 1 –cosa que no hizo hasta el 5 de enero–, que no obliga al Gobierno central a intervenir aportando recursos.

En la versión del Gobierno central, ha destacado Óscar Puente, ministro de Transportes: “Entre el día 13 de diciembre de 2023, fecha del primer avistamiento de pellets del que se tiene constancia, y el 5 de enero de 2024, la Xunta de Galicia NO HACE NADA” (mayúsculas en el original siempre airado de Puente).

Frente a los que argumentan que las costas son competencia del Gobierno central, lo que es cierto, está el hecho de que la Xunta hasta ahora se ha conformado con que las instituciones locales lleven la iniciativa. Si quisiera forzar la implicación del Gobierno central, sólo tendría que aplicar el nivel 2 de emergencia. Pero teme que eso se explique políticamente de forma que parezca que el Gobierno sale en su ayuda para afrontar una crisis que supera a Rueda. No quieres que la gente piense eso a mes y medio de las elecciones.

Las discusiones sobre si el aviso del Gobierno central del 3 de enero llegaba muy tarde quedan un poco cuestionadas si se conoce que vecinos y grupos ecologistas locales dieron la voz de alarma a mediados de diciembre, en torno a una semana después de que el buque de bandera liberiana perdiera varios contenedores con la carga procedente de una empresa polaca.

“Por millones se cuentan los pellets plásticos que llegaron en los últimos días a algunas de las playas del litoral ribeirense, concretamente en la zona de Corrubedo” es la primera frase de un artículo del Diario de Arousa publicado el 15 de diciembre.

Tras los primeros avistamientos de sacos repletos de los 'pellets', poco más de una semana después se pudieron confirmar las grandes dimensiones del vertido. El colectivo Noia Limpa lo denunció el 26 de diciembre, cuando se vio que la llegada de los plásticos había alcanzado un nivel masivo.

Mientras tanto, Alfonso Rueda estaba celebrando la Navidad y pensando en su campaña electoral.