El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado que a día de hoy que no se dan las condiciones “para una reforma constitucional de calado” y ha apostado por incluir en la actual Carta Magna “una disposición adicional que reconozca aquello que los catalanes entienden que han perdido con la sentencia del Tribunal Constitucional” sobre el Estatut de Cataluña de 2010, con la que se ha mostrado crítico.
El socialista considera que no hay los consenso suficientes “ni en términos izquierda-derecha ni de nacionalistas-no nacionalistas”. “Debemos ir a algo deseable y posible, que exigirá paciencia, tiempo y diálogo y que maduren algunas circunstancias” ha señalado Zapatero, quien considera que este camino puede emprenderse incluyendo aquello que el Constitucional retiró del Estatut a través de una disposición adicional en la Constitución.
Zapatero ha hecho estas declaraciones durante la presentación de Democracia Federal. Apuntes sobre España, nuevo libro de Francisco Caamaño, ministro de Justicia desde 2009 hasta el final de la legislatura en noviembre de 2011. El jefe de Gobierno entre 2004 y 2011 ha apuntado a que no hay una democracia constitucional que haya sufrido una secesión y que los ejemplos de consultas en Escocia y Quebec “desaconsejan” esta opción.
Por su parte, Caamaño ha presentado un libro eminentemente académico, en su condición de catedrático de Derecho Constitucional, pero con una clara vocación política. Ante María Teresa Fernández de la Vega, Carme Chacón o Miguel Ángel Moratinos el exministro de Justicia ha apuntado la necesidad de “abrir un debate” sobre la reforma de la Constitución, caminando hacia un nuevo modelo de federalismo “de abajo arriba”, en contraposición al actual, construido “de arriba abajo”.
Caamaño también ha hecho referencia al manido debate sobre la soberanía y en quién reside esta. El catedrático ha apuntado que este tema es central en la cultura política española, mientras en otros países como Estados Unidos “los propios tribunales han situado la soberanía tanto en el nivel estatal como en el federal”. En opinión del exministro, es necesario superar este debate “tan rentable para algunos” si España quiere ser “una democracia más competitiva y responsable”.