Fernández de Mesa provoca el primer incendio a Zoido con su retrato al estilo de un general del XIX

El retrato del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ataviado como un general del siglo XIX, con el chaqué repleto de medallas y luciendo la banda de la Gran Cruz Naval, ha creado el primer incendio en el Ministerio del Interior, antes incluso de que su nuevo inquilino, el exalcalde de Sevilla Juan Ignacio Zoido, haya definido su organigrama.

La polémica por la pintura ha llegado ya al Congreso de los Diputados de la mano del Grupo socialista, que ya ha registrado una pregunta por escrito al Gobierno para saber cuánto ha costado el retrato, quién lo ha pagado y los méritos acumulados por De Mesa para haber recibido dichas condecoraciones, así como las instituciones que se las otorgaron.

Después de que eldiario.es desvelara la existencia del retrato, y que su destino iba a ser las paredes de la Dirección General, Fernández de Mesa aseguró, a través de un portavoz, que nunca tuvo intención de que ese cuadro fuera destinado a la galería de la que cuelgan los de sus antecesores y que lo tenía “guardado” en el pabellón oficial, su residencia en la sede de la calle de Guzmán el Bueno. 

El convencimiento de distintos mandos destinados en la Dirección del instituto armado y fuera de ella, de general para abajo, es el contrario, según las diversas fuentes consultadas por este medio. El lunes por la noche, Arsenio Fernández de Mesa intervino por teléfono en una tertulia del canal 13TV para reiterar esa versión y añadir que su intención es dejar una fotografía en la galería de directores generales. Sería la primera vez que un máximo responsable de la institución no se retrata en 172 años de historia. 

Cuando este medio publicó el cuadro el viernes por la noche, la indignación ya se había apoderado de al menos una parte de la cúpula de la Guardia Civil, que considera una impostura la actitud de Fernández Mesa, emulando con su aspecto a un militar en el óleo. Y ha continuado a pesar de la versión del director general. 

La gestión de Fernández de Mesa, o más bien la ausencia de ella durante estos cuatro años, causa malestar en un sector de los mandos del instituto armado que no desean que el ministro Zoido le ratifique en el cargo. Esas críticas se centran en que el director general de la Guardia Civil ha utilizado el cargo principalmente para promocionar su imagen personal.

Medalla para el pintor

Respecto a la polémica del cuadro, eldiario.es se ha puesto en contacto con su autor, el cabo mayor retirado Joanquín Luis Suárez Serrano. El pintor asegura que conoce a Fernández de Mesa de las visitas de éste a la academia de Baeza, donde él estaba destinado hasta hace poco, y que el director quiso pagarle el cuadro, pero que él no aceptó. Fernández de Mesa ha telefoneado a Suárez Serrano para trasladarle su pesar por los inconvenientes que le pudieran estar causando las informaciones sobre el retrato, siempre según la versión del pintor. 

Suárez Serrano fue condecorado el pasado mayo con la Cruz de Plata de la Fundación de la Guardia Civil. El cuadro fue entregado a Fernández de Mesa hace aproximadamente dos meses y el autor asegura que le llevó pintarlo “cinco o seis”. De ello se desprende que la condecoración, firmada por el ministro del Interior el 3 de mayo, le llegó cuando pintaba el cuadro con el conocimiento del director general.  

El cabo mayor, jubilado recientemente, asegura que la Cruz de Plata es en reconocimiento a su trayectoria, incluidas las clases de pintura gratuitas que ha impartido en el Cuerpo y otros trabajos pictóricos con la Patrona o generales de modelo, siempre de forma altruista. Del  mismo modo pintó un cuadro de Felipe VI que cuelga de las paredes de la Dirección General desde finales del año pasado.

Un portavoz oficial ha asegurado que la condecoración es en reconocimiento a toda esta tarea “altruista” del cabo y que el proceso para la adjudicación de la medalla comenzó “un tiempo” antes de que se le concediera oficialmente en mayo.