Abascal defendió el mes pasado “apostar por el gas como en Alemania”, un país atrapado ahora por su dependencia de Rusia

La invasión rusa en Ucrania ha causado dos grandes quebraderos de cabeza energéticos a los europeos: primero, el alza en el precio del gas y, segundo, el descontrol de las centrales nucleares ucranianas. Estos dos alarmantes focos de fragilidad y dependencia son justamente en los que Vox quiere que descanse el futuro de la energía en España. O por lo menos así era hasta el mes pasado: lo dijo el líder de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, en el Congreso de los diputados el 16 de febrero.

Hace menos de un mes, en una pregunta dirigida a Pedro Sánchez, a cuyo Gobierno ha culpado este miércoles de la subida de los precios de la energía, Abascal afirmó: “España ha perdido su soberanía energética con usted al frente del Gobierno y usted dirá que es un problema global, pero hay distintas maneras de capear el temporal: en Alemania han apostado por el gas, en Francia van a construir 14 reactores nucleares, y la Unión Europea (…) acaba de declarar verdes el gas y la energía nuclear”.

Rusia ya ha hecho valer su posición dominante en el mercado y ha amenazado con cortar en pleno invierno el suministro de gas a la Unión Europea, una repuesta a las sanciones aplicadas por Bruselas tras la invasión de Ucrania.

La amenaza de Rusia es especialmente inquietante para Alemania, que importa hasta un 65% de su gas de ese país, y también para Polonia, que importa un 55%. El pasado mes de febrero, Abascal también proponía imitar el modelo energético polaco.

Este lunes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró: “Tenemos que deshacernos de la dependencia del gas, el petróleo y el carbón rusos”.

Concentraciones el 19 de marzo

El alza en la subida de precios lleva siendo desde hace meses uno de los argumentos principales con los que Vox ataca al Ejecutivo de coalición. De hecho el partido de Santiago Abascal considera que la transición hacia una energía sostenible que defiende Sánchez “es un timo”.

En su apuesta por la energía nuclear y el gas, Vox ha convocado para el próximo 19 de marzo concentraciones frente a los ayuntamientos de toda España contra la subida de precios de la energía y a favor de la soberanía energética.

Se da la circunstancia de que el pasado 14 de octubre Vox y el PP votaron en contra del decreto gubernamental que buscaba recortar los beneficios de las compañías eléctricas. La formación de extrema derecha consideraba entonces que recortar los ingresos del sector eléctrico equivalía a una “confiscación”. 

En septiembre, además, Vox se quejaba de que España compra una energía “más cara y contaminante” a Argelia y Marruecos. Hoy España, gracias a que importa gas natural de Argelia, se ve menos expuesta que el resto de Europa a un posible corte de suministro por parte de Rusia.

La invasión rusa en Ucrania ha causado dos grandes quebraderos de cabeza energéticos a los europeos: primero, el alza en el precio del gas y, segundo, el descontrol de las centrales nucleares ucranianas. Estos dos alarmantes focos de fragilidad y dependencia son justamente en los que Vox quiere que descanse el futuro de la energía en España. O por lo menos así era hasta el mes pasado: lo dijo el líder de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, en el Congreso de los diputados el 16 de febrero.

Hace menos de un mes, en una pregunta dirigida a Pedro Sánchez, a cuyo Gobierno ha culpado este miércoles de la subida de los precios de la energía, Abascal afirmó: “España ha perdido su soberanía energética con usted al frente del Gobierno y usted dirá que es un problema global, pero hay distintas maneras de capear el temporal: en Alemania han apostado por el gas, en Francia van a construir 14 reactores nucleares, y la Unión Europea (…) acaba de declarar verdes el gas y la energía nuclear”.