“Soy Borja Iglesias y soy heterosexual”: la campaña que da la vuelta a la homofobia en el fútbol

El fútbol continúa siendo terreno para la LGTBIfobia. Las agresiones y discriminaciones del colectivo LGTBI se siguen sucediendo. Y la sombra de una extrema derecha que avanza en decenas de territorios y quiere 'tirar a la basura' los derechos conseguidos no augura un cambio próximo de este panorama. Ahora, una campaña con el jugador del Betis Borja Iglesias como protagonista plantea el mundo al revés y responde a una pregunta que durante años ha sido arrojada por algunas partes de la sociedad: ¿por qué no existe el Orgullo hetero?

“Hola, soy Borja Iglesias y soy heterosexual”. Con esta frase comienza el vídeo que pone el foco en un problema irreal, tan surrealista que choca. En un mundo en el que se celebraría el Orgullo hetero y se hablaría de lo “poco natural” que es el matrimonio heterosexual, los jugadores de fútbol que reconocieran públicamente que son heteros, recibirían insultos y serían juzgados públicamente.

El hashtag #BorjaIglesiasHeterosexual inundaría las redes con comentarios peyorativos, señalando al futbolista por su sexualidad, y los periódicos abrirían sus cabeceras con titulares como “Borja Iglesias sale del armario”. “¿A que esto jamás pasaría?”, se plantea el futbolista, “¿y por qué lo otro sí?”. “¿A ti te agreden por ser heterosexual?”, plantea el vídeo, creado por la agencia muchobambÅ«, que contrapone la verdadera realidad.

En la campaña también aparecen el periodista Gonzo, que entrevistaría a Iglesias por ser el “primer jugador de La Liga en confesar su heterosexualidad”, además de la periodista de Telecinco Lolo García Serón, y el también periodista deportivo Siro López, en uno de sus directos de la plataforma Twitch, que habla de las personas que siguen en la “caverna” y de un político que hablaba de “derogar la ley de matrimonio heterosexual”.

No es la primera vez que un jugador del Betis ha luchado públicamente contra la homofobia. Hace solo dos semanas, tanto Iglesias como Aitor Ruibal, también jugador del equipo, denunciaron en sus perfiles de Twitter haber recibido críticas y comentarios despectivos después de que su compañero del Real Oviedo Víctor Marasa, publicara una imagen de ellos en una boda, en la que tanto Iglesias como Ruibal llevaban bolso.

Miles de comentarios en redes les hicieron tener que salir públicamente a comentar la situación y explicar “la necesidad, de una vez por todas, de normalizar y convivir entre todos rechazando y alejándonos de cualquier tipo de fobia, para hacer que se pueda convivir con normalidad en nuestra sociedad”, según escribió Ruibal.

Los pactos de la derecha, contra las políticas LGTBI

Campañas como esta se hacen hueco en un mes del Orgullo que tiene más sentido que nunca, con la sombra de los pactos de la derecha en decenas de territorios en España y la asunción de algunas ideas de la extrema derecha que llevan a tomar decisiones políticas, como negar la violencia machista en las instituciones o dejar de ayudar económicamente a organizaciones y asociaciones que luchan por la defensa de los derechos del colectivo.

Precisamente la semana pasada, Vox colgó una lona gigante en plena calle Alcalá de Madrid para 'tirar a la basura' la Agenda 2030, el feminismo, o al colectivo LGTBI, representado con la bandera multicolor. Una 'lona del odio' que Futuro Vegetal ha teñido de rojo en protesta contra las políticas de “odio y miedo”.

El fútbol continúa siendo terreno para la LGTBIfobia. Las agresiones y discriminaciones del colectivo LGTBI se siguen sucediendo. Y la sombra de una extrema derecha que avanza en decenas de territorios y quiere 'tirar a la basura' los derechos conseguidos no augura un cambio próximo de este panorama. Ahora, una campaña con el jugador del Betis Borja Iglesias como protagonista plantea el mundo al revés y responde a una pregunta que durante años ha sido arrojada por algunas partes de la sociedad: ¿por qué no existe el Orgullo hetero?

“Hola, soy Borja Iglesias y soy heterosexual”. Con esta frase comienza el vídeo que pone el foco en un problema irreal, tan surrealista que choca. En un mundo en el que se celebraría el Orgullo hetero y se hablaría de lo “poco natural” que es el matrimonio heterosexual, los jugadores de fútbol que reconocieran públicamente que son heteros, recibirían insultos y serían juzgados públicamente.