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Cuando la buena voluntad no acierta: campañas contra la violencia machista que han recibido críticas
Las buenas intenciones no siempre son suficientes para acertar con un mensaje. Es la crítica que han recibido diferentes campañas contra la violencia machista que acaban cayendo, según la crítica de colectivos feministas, en algunos estereotipos o premisas que son precisamente parte del problema.
Las mujeres como “lo más grande”
Tratar como diferentes y con condescencia a las mujeres es el error que cometieron en la Xunta de Galicia. Con el lema “O màis grande de Galicia non se maltrata”, (“lo más grande de Galicia no se maltrata”), el Ejecutivo autonómico quería concienciar de cara al 25N.
Colectivos feministas y la oposición rechazaron la campaña, al tacharla de “frívola”, por integrar a varias figuras de mujeres como parte del paisaje de monumentos y atractivos naturales gallegos. También consideraron que “cosifica” a las mujeres y cae en el “paternalismo” al tratarlas de manera condescendiente o atribuyéndoles cualidades inherentes por el hecho de ser mujeres. “Las mujeres no somos objetos ni monumentos”, denunció la concejala de Igualdad de A Coruña, Rocío Fraga. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, rechazó retirarla y aseguró que es “muy parecida a la del 8 de marzo”.
Masculinidad, el error cántabro
El último caso llamativo es el del Gobierno de Cantabria. En su campaña para este 25N, el Ejecutivo autonómico lanzó un cartel destinado a los hombres como responsables de la violencia machista, pero apelando al estereotipo de masculinidad que forma parte de las desigualdades de género. “Hazte un hombre”, dice la campaña. Es una idea que aparece además junto a la foto de un traje.
La buena intención está clara: se quiere transmitir la idea de que maltratar a una mujer no te hace más hombre, sino 'menos hombre'. Sin embargo, este tipo de mensajes han recibido tradicionalmente la crítica de que desvía la atención sobre la realidad: son los hombres, de muy diferente perfil, los que maltratan a las mujeres; y no hay un solo tipo de masculinidad deseada a la que aspirar. Partidos como Izquierda Unida también han denunciado que los maltratadores “no se tienen que hacer hombres porque ya son hombres”.
“Chistes” contra la violencia machista
El Ayuntamiento de Zamora es el responsable de otra campaña que ha llamado la atención en los últimos días. El motivo: usar chistes sobre violencia contra las mujeres para intentar hacer ver que ejercerla no tiene gracia. No les salió bien. “¿Qué hace una mujer fuera de la cocina? Turismo”, seguido de “La violencia hacia las mujeres no es un chiste. No seas cómplice” es lo que aparecía en algunas marquesinas de la ciudad que gobierna Izquierda Unida.
Los colectivos feministas exigieron la retirada de estos carteles de las calles. Para la Fundación Mujeres, las instituciones “no deberían contribuir a la difusión de chistes machistas”. También recordaron al consistorio zamorano que estos planes deben estar enfocados “a mostrar un compromiso social”. Desde la Federación Mujeres Progresistas, señalaron que los mensajes son “contraproducentes” por ser “una invitación a reforzar roles y estereotipos”. El alcalde, Francisco Guarido, sí defendió la campaña.
Además, esta no ha sido la primera vez que el Ayuntamiento de Zamora tiene críticas feministas. Ya se produjeron a raíz del cartel de la Feria del Libro de la ciudad de este año, en el que aparecía una mujer desnuda de espaldas.
Las buenas intenciones no siempre son suficientes para acertar con un mensaje. Es la crítica que han recibido diferentes campañas contra la violencia machista que acaban cayendo, según la crítica de colectivos feministas, en algunos estereotipos o premisas que son precisamente parte del problema.