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Qué hacemos en eldiario.es cuando cometemos un error

El día 22 de marzo el historiador Francisco Espinosa se puso en contacto con la sección de Opinión para avisarnos de que había cometido un error en ese artículo, que había salido publicado unos días antes, el 15 de marzo. Espinosa nos informó de que había confundido en el texto el partido Acción Republicana, del que fue concejal el abuelo de Cercas, por Unión Republicana. Modificamos ese mismo día la frase del artículo que hacía mención a ese falso dato y añadimos una llamada al final del texto para añadir la rectificación del autor, donde informamos a los lectores del error inicial.

Hemos vuelto a revisar las dos versiones del artículo, la original y la que ahora está publicada, y los únicos cambios afectan a esa equivocación entre Acción Republicana y Unión Republicana. Son solo dos frases consecutivas, en el mismo párrafo. El resto del texto no se tocó, salvo para añadir la nota final avisando de la rectificación. Este es el procedimiento que solemos utilizar siempre que detectamos un error.

El método periodístico no es perfecto. Trabajamos a toda velocidad con un material muy explosivo y delicado: la información. Es difícil no meter la pata en alguna ocasión. Es imperdonable no rectificar cuando eres consciente de que has cometido un error.

Esta semana también hemos publicado otro artículo de opinión en el mismo blog, Tribuna Abierta, que nos ha hecho llegar el profesor de historia Luciano Fernández, muy crítico a su vez con la opinión de Espinosa Maestre sobre Javier Cercas.

Aproximadamente la mitad de todos los periodistas que trabajan en eldiario.es son mujeres. Esa proporción también está en el equipo directivo de la redacción, donde somos seis hombres y seis mujeres entre director, subdirectores, adjuntos al director, redactores jefe y jefes de sección. En el equipo directivo de administración, márketing, tecnología y publicidad se mantiene una proporción similar y hay tres hombres y dos mujeres.

No siempre ha sido así. En el lanzamiento, en ese primer eldiario.es hace cinco años cuando solo éramos 12 personas, había nada más que tres mujeres en total y todos los jefes éramos hombres. Pero desde entonces hemos ido corrigiendo ese desequilibrio, fruto de quiénes estábamos en ese equipo fundador (los locos que se apuntaron conmigo a esta aventura). Aún no hemos corregido completamente esa situación inicial porque los tres principales jefes de la redacción (director y subdirectores, todos parte de ese primer equipo) somos hombres, pero sí contamos con bastantes más mujeres de lo habitual en la prensa en puestos de responsabilidad.

Si repasas las firmas que aparecen en las informaciones que publicamos en eldiario.es verás que se mantiene esta proporción de igualdad. Pero es cierto que no tenemos una porcentaje equivalente de mujeres en una de las partes más visibles del diario, que imagino es a lo que te refieres cuando hablas de que hay pocas mujeres: en la opinión. En nuestra caja de opinión, en portada, suele haber más hombres que mujeres.

Que haya más hombres que mujeres en los espacios de opinión de eldiario.es es algo que nos preocupa y en lo que estoy trabajando para que cambie junto con Laura Olías, la redactora que lleva el día a día de la sección. En los últimos meses, además, hemos tenido algunas bajas de mujeres entre nuestras articulistas habituales. Maruja Torres ha dejado de escribir –no solo con nosotros, en general, aunque sigo intentando convencerla de que vuelva–, Ana Cañil se ha tomado unos meses para cerrar un libro y Olga Rodríguez está en mitad de una mudanza, por lo que también está escribiendo menos de lo habitual. También nos dejó recientemente Cristina Pardo, aunque espero que más adelante se anime a volver.

En las últimas semanas hemos fichado a dos nuevas articulistas para nuestro principal blog de opinión, Zona Crítica: la lingüista Elena Álvarez Mellado y la periodista Alba Muñoz. Se suman a las que ya tenemos en opinión, que tampoco son pocas: Elisa Beni, Ruth Toledano, Rosa María Artal, Barbijaputa, Mariola Urrea, Lucía Lijtmajer, Anita Botwin, Begoña Huertas, Jessica Valenti… Estamos ampliando el número de artículos semanales de algunas de estas firmas –Elisa Beni y Rosa María Artal van a escribir dos veces por semana, en vez de una como hasta ahora–. Y también intentamos aumentar el número de firmas de mujeres en Tribuna Abierta, el blog donde publicamos las opiniones puntuales de representantes de partidos, sindicatos, ONG, universidades…

Estoy bastante de acuerdo con lo que escribía Lucía Lijtmajer en un reciente artículo en eldiario.es donde hablaba de la escasa presencia de mujeres en festivales de música, y que es aplicable a todo lo demás, también a la prensa: “Si hay mujeres en el escenario, es síntoma de que hay mujeres en muchos otros espacios. Si no las hay, simple y llanamente, como programador y/o director no estás haciendo bien tu trabajo”. Soy consciente de ello y lo quiero solucionar.

Para proponer un artículo de opinión en Tribuna Abierta –el espacio de opinión para artículos puntuales de eldiario.es– hay que escribir a opinion@eldiario.es. Entre todas las propuestas que recibimos, seleccionamos solo aquellas que creemos que pueden tener interés para nuestros lectores en función de varios criterios: la actualidad, la calidad del texto, el conocimiento o la autoridad en la materia de quien lo firma, su representatividad… No tenemos por ahora un espacio equivalente a las “Cartas al director” de los diarios de papel, pero sí queremos desarrollar a medio plazo nuevos espacios de participación para lectores, además de los comentarios.

Tienes razón en tu queja. Aunque el vídeo original es de 7TV Región de Murcia, la edición y los rótulos del vídeo que usamos fue un trabajo de Podemos Región de Murcia, que fue quien subió esa pieza a Youtube. Hemos cambiado el artículo para citar esa fuente y el equipo de vídeo me pide que transmita sus disculpas por este error.

Castilla y León no aparece en el menú de eldiario.es porque aún no contamos con una edición autonómica ahí. No es por falta de interés. Yo nací en Burgos, gran parte de mi familia vive allí y sin duda creo en esa región y me interesa personalmente lo que allí ocurre. La razón por la que aún no tenemos una edición allí es porque Castilla y León es una autonomía grande –nueve provincias– donde no es fácil ni barato cubrir la información de todas ellas y donde aún no hemos encontrado a los socios locales para abrir esa edición. Lo haremos pronto. Ya contamos con una periodista que publica regularmente con nosotros desde allí, Laura Cornejo, y con otros aliados a los que queremos involucrar.

El nombre técnico con el que los periodistas nos referimos a ese pequeño resumen del que hablas es “entradilla”. Y es cierto: en el último rediseño de la portada, hace un par de meses, decidimos eliminarlas, como estamos haciendo casi todos los medios digitales. No es algo que hayamos hecho para colocar el módulo de “lo más leído” –que ya estaba antes de ese rediseño y tampoco sale en portada ni ahora ni antes–. Lo hemos cambiado para facilitar la lectura de portada, especialmente desde el móvil, que ya representa más de la mitad de los accesos a eldiario.es. Antes hicimos varios estudios de usabilidad –mapas de calor de portada y otros análisis sobre cómo navegan nuestros lectores– que nos confirman que es menos confuso así. Entiendo que algunos lectores, echéis de menos las entradillas, pero es imposible cambiar un diseño a gusto de todos.

Hace unos meses, un periodista estadounidense al que respeto y admiro, Jon Lee Anderson, escribió un provocador artículo con eldiario.es proponiendo dinamitar el Valle de los Caídos. Era un artículo polémico que sabíamos que iba a provocar un fuerte debate –una asociación franquista amenazó incluso con querellas, que finalmente no presentaron–, por lo que decidí adherirme a él para darle mi apoyo. Lo puedes leer aquí.

Personalmente, me parece intolerable que en siglo XXI España tenga el último gran lugar de peregrinación del fascismo mundial, el único gran monumento fascista de Europa que aún sigue como el fascismo lo dejó, un mausoleo en honor a un dictador. Si la decisión dependiese de mí, no apostaría por la demolición. Pero sí por sacar de allí la tumba de Franco, permitir a todos los familiares de las víctimas del franquismo allí enterradas que se lleven los restos a donde prefieran y convertir el Valle en un memorial sobre las víctimas del fascismo, como es hoy el campo de concentración de Auschwitz. Si te interesa mi opinión, la tienes más desarrollada en este artículo que hace unos años escribí.

También pregunta sobre Venezuela otro lector.

Sinceramente no creo que hayamos destacado por la cobertura que hemos realizado desde eldiario.es sobre lo ocurrido en Venezuela. No porque hayamos querido ocultar la noticia, sino porque para un medio de nuestro tamaño es difícil cubrir con profundidad y solvencia todo lo que ocurre en todo el mundo. A pesar de que hemos mejorado bastante en este último año con la alianza con The Guardian, nuestro fuerte no es la información internacional, sencillamente porque estamos más enfocados en lo que ocurre en España. Es donde más periodistas tenemos y donde más podemos destacar.

Sin embargo no es cierto, como asegura la otra lectora, que no hayamos dado ninguna cobertura a la última crisis institucional en Venezuela: a la decisión del Tribunal Supremo venezolano, nombrado por el Gobierno de Maduro, de suspender el Parlamento, donde tiene mayoría la oposición. Desde el jueves por la noche hasta hoy hemos publicado más de una decena de noticias sobre el tema: la cuestionable decisión del Supremo, las críticas de la oposición –que lo tacha de golpe de Estado–, las palabras de la Fiscal General del Estado venezolana –que habla directamente de “ruptura del orden constitucional”–, las reacciones de líderes españoles… Tienes todo aquí.

Personalmente nunca he defendido el modelo venezolano como ejemplo para la izquierda. No lo es al menos para mí: no lo fue antes, cuando había más motivos para el optimismo porque el chavismo sí logró grandes avances sociales entre las clases bajas, ni lo es ahora, cuando la mala gestión económica, y no solo la caída del precio del petróleo, ha arruinado el país. Tampoco me he sumado nunca a esos hipócritas que miran hacia otro lado ante gobiernos dictatoriales y se rasgan las vestiduras con Venezuela –una democracia de baja calidad, antes y después del chavismo–, que se ha convertido en un asunto de política nacional con trazos de brocha gruesa. Venezuela no es el modelo, pero pocas lecciones de democracia y derechos humanos pueden dar quienes aplauden o miran hacia otro lado ante Marruecos, Turquía, China o Arabia Saudí.

El día 22 de marzo el historiador Francisco Espinosa se puso en contacto con la sección de Opinión para avisarnos de que había cometido un error en ese artículo, que había salido publicado unos días antes, el 15 de marzo. Espinosa nos informó de que había confundido en el texto el partido Acción Republicana, del que fue concejal el abuelo de Cercas, por Unión Republicana. Modificamos ese mismo día la frase del artículo que hacía mención a ese falso dato y añadimos una llamada al final del texto para añadir la rectificación del autor, donde informamos a los lectores del error inicial.