Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Feijóo y Ayuso, aliados contra el fiscal general
EXCLUSIVA | 88 millones de RTVE para el cine español
OPINIÓN | 'Lo diga el porquero o el rey', por Elisa Beni

Lo que realmente dice el juez Velasco sobre Cristina Cifuentes

Hola Ángeles. Es cierto que el martes por la tarde, en nuestro canal de Telegram, informamos de las acusaciones de la Guardia Civil sobre Cristina Cifuentes pero no explicamos que el juez ha descartado por ahora pedir su imputación. Fue una cuestión de minutos porque, en el momento en que mandamos esos mensajes por Telegram, aún no teníamos ese dato confirmado. Lo contamos poco después en redes sociales y en el boletín de adelanto para socios de esa misma noche. También en Telegram, a la mañana siguiente.

Sin embargo, no es cierto que el informe sea filtrado ni que el juez hace dos meses lo hubiese rechazado, dos mentiras que han propagado algunos medios sin rigor alguno. También es falso que los investigadores de la Guardia Civil sean los únicos que ven indicios de delitos e irregularidades en la adjudicación a Arturo Fernández, donante de Fundescam, del contrato de la cafetería de la Asamblea de Madrid, un concurso público en el que participó Cristina Cifuentes por partida doble: en la comisión de expertos y como presidenta de la mesa de contratación.

El informe de Unidad Central de Operativa (UCO) de la Guardia Civil no ha llegado a la prensa por ninguna filtración interesada. Forma parte del sumario de la Púnica, cuyo secreto se acaba de levantar y que el juez ha enviado a todos los abogados de acusaciones y defensas. Toda la información, todos los documentos, que eldiario.es y el resto de la prensa están publicando estos días sale de ahí. Y por eso fuimos varios periódicos a la vez –eldiario.es fue uno de los primeros– quienes contamos el martes esa información, que era una de las grandes novedades que aún no se conocían de la investigación del caso Púnica y que aparecen en los muchos tomos de ese sumario.

También es falso que el juez, hace dos meses, rechazara el informe de la UCO. Al contrario. Como explicamos el miércoles, el juez Eloy Velasco, en un auto que firmó en marzo –y que estaba bajo secreto hasta estos días–, llegó a conclusiones parecidas a las de la Guardia Civil y aseguró que en la adjudicación de ese contrato a Arturo Fernández había “sólidos indicios de irregularidades penalmente relevantes”. Y al igual que el juez y la UCO, también los fiscales, en otro escrito del sumario donde justificaron la imputación de Arturo Fernández, señalan irregularidades en esa misma adjudicación en la que Cifuentes participó.

Estos tres informes de la UCO, este auto del juez Eloy Velasco y ese otro escrito de la Fiscalía es todo lo que realmente hay en el sumario de la Púnica sobre Cifuentes y esa adjudicación bajo sospecha. No hay en toda esa documentación ningún escrito ni del juez ni de las fiscales donde descarten imputar a la presidenta autonómica ni mucho menos un desmentido a los informes de la UCO.

Lo que pasó el martes realmente es que, tras publicar varios medios los detalles del primer informe de la UCO, el juez Eloy Velasco aseguró a varios periodistas de manera informal que “por ahora” no tenía intención de pedir la imputación de Cristina Cifuentes. Manuel Moix, el cuestionado jefe de Anticorrupción y que también ejerce como portavoz de esta fiscalía fue mucho más allá y aseguró que su fiscalía se iba a oponer a la imputación de Cristina Cifuentes; que el reprobado por el Parlamento Manuel Moix salga en defensa un líder del PP no es tampoco novedad.

Sin embargo, lo que realmente cuenta en un proceso penal no es lo que diga el juez y el jefe de los fiscales a los medios de forma informal en llamadas telefónicas o mensajes de whatsapp. Lo que cuenta es lo que dicen los fiscales y el juez por escrito en el sumario: en los autos, los informes, las diligencias… Lo demás puede tener interés periodístico, pero no tiene relevancia judicial. Incluso hay serias dudas sobre si un juez puede opinar con tanta libertad sobre un caso bajo su instrucción, más allá de lo que diga o no digan sus autos. No es normal que un magistrado anuncie que no va a imputar a alguien que aparece citado en un sumario, menos aún que lo haga a las pocas horas de que el CGPJ –controlado por jueces nombrados por el partido de Cifuentes– apruebe su ascenso a otro destino mejor.

Por ahora Cifuentes no está imputada. No se sabe si en algún momento lo estará: eso es algo que tendrá que decidir el sustituto de Eloy Velasco, que deja ese juzgado en dos semanas. Pero por mucho que lo repitan algunos medios, es falso que el juez haya corregido a la Guardia Civil, es falso que ese famoso informe sea una filtración interesada y es falso que solo los investigadores de la UCO vean irregularidades o presuntos delitos en esta adjudicación. Lo que cuenta es lo que figura en el sumario. Y allí no figura una imputación formal contra Cifuentes, pero tampoco su exculpación.

Hola Leire. El artículo al que te refieres, este reportaje de The Guardian sobre la caza de focas y los inuit, creo que es bastante interesante y desde luego coherente con nuestra defensa de los derechos de los animales, un asunto en el que somos –de largo– el diario que más informa de toda la prensa española. No es nuestra única bandera: también tenemos como foco la desigualdad y la pobreza. Y hay asuntos, como el tema de la caza de focas por parte de los inuit, donde ambos focos chocan entre sí.

Además, que pongamos atención en unos temas, nuestros focos, no significa que ignoremos la realidad cuando es incómoda para quienes militan en esos valores. Somos periodistas y no activistas, y por eso ponemos la verdad por delante de cualquier causa con la que podamos simpatizar.

Creo que el reportaje en cuestión no tenía el mejor titular, porque lo principal en la historia no son los diseñadores y el uso de las pieles de foca. El texto dedica mucho más tiempo a hablar de los inuit y lo que les pasó a este pueblo seminómada tras las campañas de Greenpeace y otras ONG contra la caza de focas durante los años 70. Tras esas campañas, esta comunidad indígena perdió el 90% de sus ingresos y su sociedad se desplomó: la pobreza se disparó, aumentaron las tasas de suicidios y siete de cada diez niños inuit tuvo que ir a la escuela con hambre.

Años después de aquellas campañas contra la caza de focas, Greenpeace pidió disculpas a los inuit por lo ocurrido. El objetivo, según Greenpeace, era luchar contra las grandes industrias de la caza de focas, pero no diferenciaron entre ese tipo de caza y la que realizaban, a mucha menor escala, los inuit. Además, se sugería a la opinión pública que esas focas y mamíferos marinos estaban en peligro de extinción, algo que era falso.

Personalmente no soy partidario de la caza y cada vez tengo más dudas sobre la ganadería y la forma en que la mayoría nos alimentamos, pero la historia de los inuit –que desconocía– me ha hecho reflexionar bastante sobre el doble rasero de la opinión pública occidental con algunos asuntos. Sin duda es compatible la defensa de los derechos animales con la de los derechos de las personas; no creo que los inuit hubiesen puesto problemas a abandonar la caza de focas si el mundo globalizado les hubiese ofrecido una alternativa económica para su subsistencia. Pero no fue eso lo que pasó con lo inuit, y por eso este reportaje me ha parecido tan interesante como necesario.

Hola Luis. No sé dónde has visto ese titular porque en eldiario.es tenemos por norma usar Unidos Podemos y no Podemos cuando hablamos de la actividad o propuestas de este grupo parlamentario. La noticia a la que te refieres es esta y el titular no es como dices. Por otra parte, decir Unidos Podemos también es una simplificación, necesaria a la hora de titular, ya que quien ha realmente presentado la moción son 35 diputados del Grupo Confederal Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea. Como imaginarás, un nombre tan largo hace imposible titular.

Es posible que en algún sitio hayamos titulado con Podemos cuando deberíamos haber puesto Unidos Podemos –tal vez alguna noticia del servicio de última hora de agencias–, pero te aseguro que ni es nuestra norma ni desde luego hay mala fe.

Hola Miguel. Ya tenemos una conexión segura en todo lo que afecta a la pasarela de pago para los socios y otros procesos delicados. He consultado a nuestros responsables técnicos y me aseguran que, en un par de meses, todo eldiario.es funcionará bajo conexión segura.

Hola Juan. He trasladado tu pregunta a Moha Gerehou, periodista de eldiario.es y autor de ese vídeo. Comparto plenamente su respuesta.

Si hablé de que el racismo antiblanco no existe es por varios motivos. Primero, porque a lo largo de la historia todos los sistemas racistas (no confundir con xenófobos) han tenido como víctimas a las personas no blancas. Desde la esclavitud hasta el apartheid en Sudáfrica, la población oprimida ha sido la que no era blanca. Como explico en el vídeo, el racismo va más allá del simple odio por el color de piel, sino que se trata de un sistema sustentado sobre esa superioridad racial que desemboca en que por ejemplo las personas negras, por todo ese proceso histórico de discriminación, tengamos a día de hoy un peor acceso a la educación, a la vivienda, a la sanidad tan solo por el color de piel. Y en la cúspide de ese sistema hoy está la población blanca.

Por el contrario, ser negro como mi caso hace que desde que tienes conciencia te tengas que enfrentar a episodios de discriminación, insultos o exclusión (entre otros) tan solo por el color de piel. Una situación que no puedo cambiar y que afecta directamente a mi día a día y a la forma en la que ejerzo mis derechos en la sociedad. Situaciones que en nuestra sociedad no tendría que pasar si mi color de piel fuera blanco. De ahí que hablar de racismo hacia la población blanca sea como hablar de que los hombres somos discriminados sistemáticamente por las mujeres o que las chicas lesbianas ejercen poder en la sociedad sobre los hombres heterosexuales, cuando la discriminación se ha dado históricamente y en el presente en todos los ámbitos en los casos contrarios.

He trasladado tu pregunta a Darío Pescador. Me contesta lo siguiente.

Estimada lectora. Comprendo su preocupación y no puedo estar más de acuerdo en que la publicidad y la moda nos presentan ideales estéticos poco realistas y en ocasiones alejados de lo que se podría considerar saludable. Por si fuera poco, estos cuerpos con los que nos bombardean ni siquiera son reales en muchos casos, sino producto del retoque fotográfico. Soy consciente del sufrimiento que esto provoca a muchas personas, especialmente a mujeres y adolescentes, aunque también a muchos hombres.

Sin embargo, considero la barriga un tema relevante porque mucho más que a la estética, afecta a su salud. El exceso de grasa corporal, y especialmente la grasa abdominal, está detrás de la diabetes tipo 2, la hipertensión, el cáncer de colon y en general, la muerte prematura por cualquier otra causa. Puede consultar con su médico o nutricionista y recibirá la misma respuesta.

Como divulgador científico me parece relevante explicar los mecanismos que hay detrás de la acumulación de grasa, que vienen de un uso social de la comida tan opresivo y poco saludable como el que se hace de la estética, y que los lectores puedan entender qué pueden hacer hoy para resolver y prevenir lo que sin duda es un problema, sin menoscabo de los consejos de los profesionales de la salud.

Por mi parte añadir algo que nuestro colaborador Darío Pescador también menciona. No creo que sea necesario ser economista para escribir de economía, ni arquitecto para escribir de arquitectura, ni político para escribir de política ni nutricionista para escribir de nutrición. En eldiario.es no solo escriben especialistas titulados, con los que también contamos y a los que por supuesto consultamos. El periodismo, por supuesto, obliga a ser riguroso, consultar fuentes primarias, contrastar cada dato y explicar las cosas bien. Pero no creo que sea necesario un título de medicina para escribir sobre nutrición.

Hola José Luis. Es cierto que la mayoría de nuestros lectores son más favorables a Pedro Sánchez que a Susana Díaz. También lo son, en general, la mayoría de los votantes actuales y potenciales del PSOE, según varias encuestas que demuestran el deterioro de la imagen de la presidenta andaluza. Pero no estoy de acuerdo contigo en que nuestra información haya estado sesgada a favor de Díaz ni de ningún otro candidato. Tampoco lo cree así la propia Susana Díaz, que es la única de entre los tres aspirantes a la Secretaría General del PSOE que no ha querido darnos una entrevista ni en este proceso de primarias ni en toda su carrera política. No ha sido porque no la hayamos pedido.

Hola Kontxi. Entiendo que te refieres a este artículo. No estoy de acuerdo contigo en que nuestra información sobre la homeopatía carezca de rigor. Soy consciente de que es un tema espinoso porque muchos lectores consideran que funciona –el efecto placebo es enorme y muchas veces basta con creer en algo para que tenga resultado–, pero no hay una sola evidencia que avale esta pseudociencia y nuestra obligación como periodistas es contarlo.

Sin embargo, que critiquemos la homeopatía no significa que no cumplamos con nuestro trabajo de informar sobre la gran industria farmacéutica que, como dices, tiene un gran poder e influencia. Aquí tienes algunas noticias e investigaciones exclusivas de eldiario.es sobre este tema: hemos desvelado que las grandes farmacéticas pagaron más de 230 millones de euros a médicos y organizaciones en España en un año, hemos contado los métodos que utilizan para frenar la entrada de genéricos o dimos también los detalles del escándalo en Pfizer, que despidió a una treintena de sus directivos por pagos irregulares a médicos.

No estamos a sueldo de nadie: ni de las empresas de homeopatía ni tampoco de las grandes farmacéuticas.

Hola Antoni. No, eldiario.es no es una asociación. No creo que hayamos dicho en ningún momento lo contrario ni tampoco que el termino provoque esa confusión que mencionas. Tampoco funcionamos como todas las empresas, como expliqué en el informe de rendición de cuentas de hace unos días.

Cuando arrancamos eldiario.es, debatimos mucho sobre ese término y teníamos tres opciones: “amigos”, “socios” y “suscriptores”. La tercera la descartamos muy pronto por una razón: porque eldiario.es es de libre acceso, tanto para quienes nos apoyan económicamente como los que no lo hacen, y hablar de suscriptores podía llevar a la confusión de parecer un medio cerrado que solo pueden leer quienes pagan. Entre “amigos” y “socios” finalmente nos decidimos por “socios”, que es un término que después han utilizado también otros medios de comunicación. Aparte de otros medios, no solo las asociaciones usan la palabra socios: también se utiliza en el mundo de las ONG y la cooperación a quienes apoyan sus campañas, y no siempre son jurídicamente una asociación.

En nuestro caso, hablamos de socios porque así es como sentimos a esa comunidad de lectores que nos apoya. Creo que es también como se sienten la mayoría de nuestros socios, a los que la palabra “suscriptor” (o “abonado”) se le queda pequeña para explicar el grado de implicación que muestran en nuestro proyecto. No creo que sea lo mismo abonarte a un canal de televisión de pago –donde la única razón por la que lo haces es a cambio del servicio o producto directo que recibes– que hacerte socio de eldiario.es, donde la principal razón por la que tantos lectores nos dan 5 euros al mes es para apoyar un medio libre, independiente y transparente.

Hola Ángeles. Es cierto que el martes por la tarde, en nuestro canal de Telegram, informamos de las acusaciones de la Guardia Civil sobre Cristina Cifuentes pero no explicamos que el juez ha descartado por ahora pedir su imputación. Fue una cuestión de minutos porque, en el momento en que mandamos esos mensajes por Telegram, aún no teníamos ese dato confirmado. Lo contamos poco después en redes sociales y en el boletín de adelanto para socios de esa misma noche. También en Telegram, a la mañana siguiente.