La última campaña de la DGT ha usado testimonios reales para concienciar sobre la que es la principal causa de muerte entre los jóvenes. La DGT ha utilizado una herramienta comunicativa para concienciar a a la población a través de la discapacidad y los supuestos efectos asociados.
Lo que quizá no haya tenido tanto en cuenta es cómo para concienciar de los accidentes de tráfico están estigmatizando a un colectivo entero. Este anuncio te viene a decir, “chiquilla, ten cuidado con la conducción temeraria o podrías terminar como esa pobrecita. Es más, aunque conduzcas bien, podrías cruzarte con un camionero borracho que te lleve por delante”. Sin independencia, sin intimidad… prácticamente sin vida. Es una forma de decir al colectivo de diversas: asúmelo, tira la toalla, estás postrada en una silla de ruedas y no tienes vida. Muchas de esas personas además, sobra decir, no padecen discapacidad fruto de un accidente automovilístico, pero qué importa. Les llega un mensaje negativo sobre sus circunstancias vitales, que en caso de personas jóvenes o con enfermedades neurodegerenativas como la Esclerosis Múltiple pueden ser letales psicológicamente.
En un momento en el que se busca la visibilización de la diversidad funcional y la lucha contra el estigma del colectivo, necesitamos referentes mediáticos que jueguen a nuestro favor y no en contra. Referentes diversos, como diversas somos. Referentes reales, donde las personas no tienen por qué estar encerradas y no hacer “las cosas que antes solían gustarle”, como ocurre en uno de los testimonios de la campaña:
“He perdido mi independencia, mi intimidad, he dejado de hacer un montón de cosas que me gustaban…”, explica una de las protagonistas de la última campaña de la Dirección General de Tráfico.
Incluso si analizamos la imagen en sí es tenue, sin vida, propia de un entierro. Me gustaría mandar un mensaje a la DGT y a la sociedad en general sobre la discapacidad. Alguien en silla de ruedas va a tener más dificultades en la vida que tú. Pero alguien en silla de ruedas no está muerta en vida como parecen plantear en esta campaña. Alguien en silla tiene amigos, pareja, carrera, familia. O al menos así debería ser, por eso seguimos luchando, para conseguir la plena igualdad de derechos.
Todos entendemos la intención de la DGT a la hora de concienciar en un problema que deja por el camino tantas vidas. Pero creo que no se han parado lo suficiente a pensar cómo podrían sentirse las personas con discapacidad, en este caso, personas con movilidad reducida o en silla. Una persona en silla no tiene por qué ser más infeliz que tú, es más, puede ser bastante más feliz que tú. Con esto no quiero decir que la gente se vaya inmolando ni estrellando contra árboles o coches. Obviamente una persona con discapacidad va a tener más dificultades en la vida, entre otras cosas porque a veces las distintas barreras no lo ponen fácil. Sin embargo, es más una cuestión de actitud ante la vida, o de los apoyos necesarios.
Por todo ello, le dejo una recomendación para la DGT en sus próximas campañas: “no corran tanto, no vayan a llevarse por delante la concienciación contra el estigma en la diversidad funcional”.
La última campaña de la DGT ha usado testimonios reales para concienciar sobre la que es la principal causa de muerte entre los jóvenes. La DGT ha utilizado una herramienta comunicativa para concienciar a a la población a través de la discapacidad y los supuestos efectos asociados.
Lo que quizá no haya tenido tanto en cuenta es cómo para concienciar de los accidentes de tráfico están estigmatizando a un colectivo entero. Este anuncio te viene a decir, “chiquilla, ten cuidado con la conducción temeraria o podrías terminar como esa pobrecita. Es más, aunque conduzcas bien, podrías cruzarte con un camionero borracho que te lleve por delante”. Sin independencia, sin intimidad… prácticamente sin vida. Es una forma de decir al colectivo de diversas: asúmelo, tira la toalla, estás postrada en una silla de ruedas y no tienes vida. Muchas de esas personas además, sobra decir, no padecen discapacidad fruto de un accidente automovilístico, pero qué importa. Les llega un mensaje negativo sobre sus circunstancias vitales, que en caso de personas jóvenes o con enfermedades neurodegerenativas como la Esclerosis Múltiple pueden ser letales psicológicamente.