Opinión y blogs

Sobre este blog

Un retrón para gobernarlos a todos

The Economist, 2 de agosto de 2035:

Primero fue un negro en Estados Unidos, después una lesbiana en Islandia y finalmente un autista en España. Las minorías llegan a los puestos de poder y 500 años después de Carlos II, el Hechizado, los españoles están dirigidos de nuevo por una persona con problemas mentales. Parece que les va bien.

El ministro de economía parece sacado de Rain Man, la responsable de Sanidad y Servicios Sociales tiene síndrome de Down, el de Interior se quedó en silla de ruedas a causa de una paliza policial durante una huelga general cuando tenía 20 años y al frente de Cultura hay una sordociega. Todos dirigidos por una persona sin hobbies, incapaz de la alegría o la tristeza, un señor de 60 años que nunca ha tenido amigos y duerme 4 horas al día. Mr. García tiene una sola misión: mejorar la situación política, social y económica de España.

Este extraño gobierno resulta absurdamente eficaz. Como el presidente no tiene amigos, no le duele meter mano a los grandes lobbies, a la banca, a las eléctricas. En sus 3 primeros meses de Gobierno nacionalizó todos los sectores estratégicos y despidió a los antiguos dueños con indemnizaciones ajustadas al salario medio de España. Duerme y come lo justo; no pierde el tiempo en el fútbol, la ópera o los bonsáis (actividades propias de antiguos dirigentes). Es lo más parecido a un robot. Cuando accedió al cargo prometió que dimitiría a los 4 años. Nadie duda que cumplirá su promesa.

Su equipo es igual de eficaz por diferentes razones. La ternura y compasión que el cromosoma extra da a la titular de Servicios Sociales ha repercutido en la ciudadanía. Los necesitados ya no son personas que no han sabido aprovechar las oportunidades, ciudadanos de tercera a los que hay que alimentar y vestir a desgana. Al contrario, se les trata con una humanidad que horrorizaría a Milton Friedman. Funciona: ha logrado reducir la pobreza hasta niveles precrisis.

La economía funciona como un reloj suizo. No hay déficit y la deuda pública se reduce mes a mes. El ministro carece de ideología y, ahora sí, ha utilizado un criterio puramente económico. La Iglesia, el Ejército, las grandes fortunas y buena parte de los cargos públicos están en pie de guerra. Pero no le preocupa; no sabe lo que es eso.

Los ciudadanos se sientan cada viernes ante sus pantallas para disfrutar del Consejo de Ministros. Cada nueva medida es recibida con aplausos, petardos y botellas de champán. Incluso quienes no votaron, incluso los que decían que “los tontos no pueden gobernar” admiten que España mejora a una velocidad asombrosa.

Esta semana se celebró el día de Angeles Bachiller, la primera persona con síndrome de Down que ocupó una concejalía. Llegó a ella en 2013 gracias a la dimisión de un cargo electo imputado por corrupción. Durante esos años, la mayoría de los partidos que rozaban el poder lo utilizaba para enriquecerse y la clase política era vista como un problema, no una solución. Fue la primera de muchos retrones, extraña palabra que inventaron 2 blogueros durante la etapa de Mariano Rajoy.

20 años después, gobiernan en varias comunidades autónomas, presiden Tribunales de Cuentas y dirigen medios de comunicación públicos. Otros países siguen su ejemplo. Está por ver si los retrones franceses son igual de eficientes que los españoles.

The Economist, 2 de agosto de 2035: