En representación de los barrios más humildes de Sevilla “para luchar contra el olvido y la consecuente marginación que sufren”, la Plataforma Vecinal Interdistritos Barrios Hartos, que coordina a las diversas plataformas que luchan por las reivindicaciones específicas en una docena de barrios obreros de la capital, protagonizó este lunes una nueva movilización frente al Ayuntamiento de Sevilla. El motivo de la misma es reivindicar frente a este espacio público y emblemático los frecuentes cortes de luz que sufren muchos de estos barrios de la capital hispalense.
“Queremos que el Ayuntamiento actúe y ponga solución a los continuos cortes de luz con los que Endesa castiga de continuo a numerosas vecinas pese a pagar puntualmente todas nuestras facturas”, sostiene su portavoz, Juan García. De esta forma, el representante vecinal ha cargado contra la “deficiencia” en infraestructuras eléctricas en números barrios de Sevilla por parte de la compañía que, según critica, “se ve reforzada por la inacción de las administraciones”.
Pese a que la compañía sigue defendiendo las mejoras en la red que viene acometiendo, la nueva concentración surge después de que el pasado 11 de diciembre la reunión de la mesa de trabajo constituida en torno a la problemática se saldase sin la entrega de los resultados de la esperada auditoría externa encargada por la Consejería de Industria y Energía sobre los servicios que presta Endesa en estos barrios desfavorecidos.
Si bien a la hora de constituir dicha mesa el planteamiento era que en ese nuevo encuentro estuviese ya listo un avance de la auditoría encargada por la Junta para contar en marzo de 2024 con los resultados finales, finalmente en aquel encuentro no fue abordado el avance porque los técnicos encargados de la auditoría aún no tenían “todos los datos” , según indicaba entonces Rosario García, portavoz de la plataforma ciudadana del Polígono Sur de Sevilla.
Según la activista, la idea era entonces que “a finales de marzo o principios de abril” pesasen ya sobre la mesa resultada sobre dicho estudio externo, pero “los técnicos que están auditando se están encontrando auténticas barbaridades y sobre la marcha están teniendo que parchear y hacer chapuzas para maquillar precisamente el resultado de la auditoría”. La inspección acordada, recordémoslo, se centra en 56 centros de transformación en los que se están produciendo la mayor parte de las incidencias, de los 437 que existen en los distritos hispalenses de Cerro Amate, Este-Alcosa, Sur, Bellavista- La Palmera y Norte.
Así, el colectivo critica el “papel ilegítimo” de la Junta al “defender los intereses privados de un monopolio”, en alusión a Endesa, considerando que el Ayuntamiento, que ha elevado diferentes reivindicaciones a la empresa, “se muestra indiferente al sinvivir que esta situación genera, lavándose las manos ante un problema que achaca a las propias condiciones sociales de los barrios obreros”.
Nacionalización de un bien que debe ser universal
En esta línea, el colectivo defendió ante la expectación de la multitud de transeúntes que circulaban por Plaza Nueva “la nacionalización de un bien que debe ser universal como es el acceso al suministro eléctrico”: “La energética Endesa debería ser nacionalizada y puesta bajo control público, pues ahora mismo son los que coronan o reinan en la gestión de un servicio que, a pesar de estar en manos privadas, es un servicio fundamental”, reclamaron.
Desde Barrios Hartos han reivindicado la intervención del Gobierno central en la zona, insistiendo en que “el problema no existe solo en Sevilla, sino que también está presente en muchos puntos de la geografía andaluza”. García ha insistido en que los barrios pobres “son los más afectados porque en ellos la compañía no tiene la perspectiva de rentabilidad que tiene en otras zonas más acomodadas”.
Endesa pone el foco en el fraude eléctrico
Endesa, por su parte, ha insistido en que esta situación deriva de las acometidas ilegales a la red para el cultivo de marihuana dentro de las viviendas y al elevado consumo de los mismos debido a la sobresaturación de las infraestructuras. En ese sentido, carga contra los altos porcentajes de fraude eléctrico que reflejan las estadísticas oficiales en barrios como Polígono Sur, donde la energía conseguida mediante acometidas ilegales a la red, alcanza el 93 por ciento; o Torreblanca, donde dicho indicativo ronda el 60 por ciento.
De este modo, la compañía eléctrica ha argumentado también que ha invertido “más de 11,5 millones de euros” en equipamientos en los barrios desfavorecidos, instalando “más de 15 nuevos centros de transformación” y más de 30 kilómetros de nuevo cableado: “Duplicando e incluso triplicando la potencia a pesar de que la población que vive en estas zonas sea la misma y no haya habido aumento de contratación”.
No obstante, los colectivos vecinales atribuyen a Endesa “una supuesta falta de inversión y mantenimiento en las infraestructuras energéticas de estas zonas”.