El lenguaje de las imágenes es el que ha servido esta semana para corroborar que José Luis Sanz será el candidato del PP a la Alcaldía de Sevilla en las elecciones de 2023. Si el lunes el todavía regidor de Tomares se hacía una foto con el presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, este jueves era el líder nacional del PP, Pablo Casado, el que le respaldaba en público con una imagen conjunta y un aplauso cuando fue presentado como “el próximo alcalde de la ciudad de Sevilla”.
El muñidor de la frase fue el propio Moreno Bonilla, que en la sesión vespertina de la convención nacional del PP en la capital hispalense fue incluso más allá al asegurar que su convencimiento de que será el regidor a partir de 2023 lo compartía con Casado en una conversación que habían mantenido. “Estamos de acuerdo”, apostillaba, afirmación que daba paso a una cerrada y prolongada ovación a José Luis Sanz, hasta el punto de que tuvo que levantarse para saludar a la concurrencia desde su asiento en primera fila, entre la presidenta provincial, Virginia Pérez, y el exalcalde y exministro Juan Ignacio Zoido, que incluso se puso de pie para ovacionarle. El propio Sanz respondía después vía Twitter, afirmando que aspirar a la Alcaldía “es un reto que afronto con responsabilidad y mucha ilusión”.
El candidato de Pablo Casado
La puesta en escena para bendecir a Sanz fue minimalista, para no desviar la atención de una convención diseñada para reforzar el liderazgo de Casado. Por eso, y para que la cuestión de Sanz no se convirtiera en el elefante en la habitación, Moreno Bonilla se dio el lunes el paseo y se hizo la foto con un candidato que no era su opción (llega con el aval de las direcciones provincial y nacional), y también por eso su candidatura no se ha anunciado públicamente pero ya tiene hasta el refrendo de Génova con su foto con Casado.
Así que, al margen de los necesarios formalismos que se verificarán este mismo mes de octubre, los populares ya tienen a su candidato a la Alcaldía. Se cierran así unos meses tormentosos, en los que el PP regional colisionó con dureza con la dirección provincial por el control del partido en Sevilla. Al final Virginia Pérez, a la que respaldó Génova en todos sus pasos, no sólo repitió como presidenta provincial sino que también ha conseguido que su candidato reciba todos los parabienes.
Votar bien, más importante que la libertad
La paz a tres bandas ya se rubricó formalmente hace un tiempo, pero este jueves se escenificó en la jornada de la convención del PP que tuvo como escenario a Sevilla, en la que Moreno Bonilla presentó la mesa Libertad frente al populismo, en la que intervinieron el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa junto a Leopoldo López, opositor al régimen chavista y Premio Sájarov. Un Vargas Llosa, por cierto, que anunció su voto para Pablo Casado porque “el partido liberal en España ha dejado de existir”, dando así por desintegrado a Cs, y que no tuvo empacho en señalar que “lo importante en unas elecciones no es que haya libertad sino votar bien”. Su reflexión venía al hilo de los países latinoamericanos que “votan mal” y luego “lo pagan caro”.
El presidente del PP andaluz, por su parte, señaló que la mejor herramienta contra los populismos es la libertad, “una palabra que a veces se manosea y pierde sentido o valor”. “A veces no le damos la menor importancia y los jóvenes creen que la libertad viene por sí, pero eso desgraciadamente no es así”, y frente a unas libertades que en occidente “están amenazadas”, el PP “representa esa libertad, que es vivir como uno crea que debe vivir y dar su opinión sin temer represalias”.
De hecho, Moreno Bonilla llegó a poner como ejemplo de libertad su propia llegada al gobierno de la Junta de Andalucía “tras casi 40 años de ejercicio en el poder de la izquierda de manera democrática”. “Creer en el potencial que tenemos los españoles y en un futuro mejor para todos, eso es el PP”, a lo que acompañó su augurio de que “cada vez nos queda menos para que Pablo Casado sea el presidente de los españoles”.