La portada de mañana
Acceder
Sánchez salva el trago y el PSOE aguarda una remodelación del Gobierno
CRÓNICA | El PP es de Feijóo, y no de Ayuso, siempre que no vuelva a tropezar
OPINIÓN | La moralina y la desconfianza invaden Ferraz, por Antonio Maestre

Los colegios que imparten clases de árabe en Sevilla plantan cara a Vox en su ofensiva para suprimirlo de las aulas

Los familias consideran que Vox atenta contra la diversidad cultural

Sara Rojas

11 de junio de 2025 22:08 h

4

Las AMPA de los siete colegios públicos que imparten clases de árabe en Sevilla se han manifestado en contra de la propuesta que ha registrado Vox en el Ayuntamiento hispalense, abogando por “suprimir de forma inmediata” el Programa de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM) en el que se enmarcan estas actividades extraescolares. El partido de Abascal ha llevado este asunto a la Comisión de Control y Fiscalización de este viernes, dentro de su campaña para “frenar el proceso de islamización en los colegios de nuestra región”.

En respuesta, las familias de los colegios sevillanos que llevan años ofreciendo este programa han emitido un comunicado conjunto calificando de “alarmante” que Vox “pretenda limitar el derecho de las familias a decidir libremente sobre la educación de sus hijos” y “ataque un programa educativo voluntario con argumentos cargados de prejuicios”.

Madres y padres del alumnado en colegios como el San José Obrero –en el que más del 60% de los niños procede de familias de origen inmigrante– defienden que el programa de lengua árabe “lleva más de una década siendo una herramienta útil para la integración, el respeto mutuo y el enriquecimiento cultural de todos los niños y niñas que conviven en nuestras aulas, sin que hasta la fecha haya sido un problema para nadie, sino una oportunidad para aprender el quinto idioma más hablado del mundo, lengua oficial en más de 25 países”.

El PLACM es un programa lingüístico y cultural de carácter estatal, que se realiza en horario no lectivo a los alumnos que lo soliciten, sean o no de origen marroquí. Está impartido por docentes marroquíes y coordinado por personal de la Embajada de Marruecos en España y el Ministerio de Educación, aunque su gestión depende de las comunidades autónomas. En Andalucía se viene desarrollando desde hace 12 años y actualmente cuenta con 1.810 alumnos matriculados en un total de 96 centros, según datos facilitados por la Consejería de Desarrollo Educativo a instancias de este periódico.

Campaña a nivel regional

El PLACM nació de un contexto de colaboración bilateral entre los Gobiernos de España y Marruecos rubricado en 1980. El principal objetivo de este plan es enseñar la lengua árabe y la cultura marroquí al alumnado escolarizado en centros de educación primaria y secundaria. Para los niños y niñas de ascendencia marroquí supone el acceso a una formación que les permita “salvaguardar su identidad y vivir su cultura respetando la del país de acogida”, según recoge el programa.

Al mismo tiempo, se presenta como una vía para “asegurar la inclusión escolar y sociocultural de este alumnado en el sistema educativo y en la sociedad española”, mediante el fomento de la educación intercultural y el desarrollo de valores como el respeto, la tolerancia y la solidaridad entre las diferentes culturas que coexisten dentro y fuera del ámbito escolar.

Frente a ello, Vox sostiene que “quienes vienen a nuestro país deben integrarse en la cultura de España como país de origen, porque solo así se consigue una verdadera integración y no una segregación que genere guetos sin control”. La propuesta que defenderá la formación de ultraderecha en el Ayuntamiento de Sevilla este viernes está coordinada por el partido a nivel regional.

Hace unos meses, el portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Manuel Gavira, anunció que su partido promovería mociones en todos los ayuntamientos de Andalucía para exigir la supresión de ese programa “que atenta contra nuestra cultura y fomenta una cultura que es incompatible con la nuestra”, en palabras de Gavira. Así lo hizo el partido de Abascal en el Ayuntamiento de Córdoba, donde presentó en mayo una propuesta contra las clases voluntarias de cultura árabe, que contó con el rechazo del resto de grupos políticos que conforman el pleno municipal.

Esta iniciativa se enmarca también en una campaña con la que Vox busca “frenar el proceso de islamización en los colegios de nuestra región”, bajo el lema El futuro de nuestros hijos no se escribe en árabe. El grupo de extrema derecha ha llevado a cabo acciones similares en otras comunidades donde se viene desarrollando el programa de cultura marroquí, como en la Región de Murcia, donde condicionó su voto para aprobar los presupuestos a la eliminación de este proyecto educativo.

Las familias, a favor de las clases de árabe

En Sevilla, la propuesta del grupo municipal de Vox está orientada a “instar al Gobierno de la Nación y a la Junta de Andalucía” a impulsar las acciones necesarias para “suprimir de forma inmediata” el programa para la enseñanza de lengua árabe y cultura marroquí, así como a “detener el fomento de la islamización que practican ambas administraciones territoriales”, promoviendo “políticas que garanticen la adaptación de los nacionales extranjeros a la cultura española y europea”.

Las AMPA de los siete colegios públicos que imparten las clases de árabe en Sevilla rechazan rotundamente la iniciativa de Vox, al entender que “se sustenta en falsedades, desinforma a la población creando crispación social y emplea una narrativa que alimenta la intolerancia hacia la diversidad cultural”. Al respecto, aclaran que “las clases de lengua árabe son una alternativa laica y curricular para la enseñanza de idiomas en nuestros centros”.

“Gracias al PLACM, muchas familias pueden acceder a una enseñanza del árabe culto en un entorno escolar, seguro y regulado, que no tiene ninguna relación con contenidos religiosos y que mejora sus expectativas académicas y laborales”, aseveran en su comunicado conjunto. Asimismo, explican que el profesorado funcionario marroquí que imparte las clases “cumple con sus requisitos académicos y de experiencia, tal y como ocurre con el profesorado español del Instituto Cervantes dependiente del Ministerio Español de Asuntos Exteriores en otros países”.

El comunicado conjunto de las familias también desmiente que este programa “se financia con nuestros impuestos”, como señala Vox en su propuesta, ya que “los centros escolares aprueban el uso de espacios fuera del horario lectivo y lo autoriza la Consejería de Educación, como ocurre con muchas otras actividades extraescolares que benefician a nuestros niños y niñas, ampliando su formación en idiomas”.

En definitiva, las familias se muestran partidarias de estos programas académicos, defendiendo que “los idiomas son herramientas para aprender y conocer otras culturas y ampliar las posibilidades educativas, profesionales y sociales de nuestros hijos e hijas”. “Solo desde la ignorancia puede considerarse que la enseñanza de la lengua árabe contribuye a la segregación, más aún siendo menores que ya dominan el español e incluso otros idiomas”, esgrimen antes de concluir que “la diversidad no es un problema que resolver, sino una realidad que gestionar con inteligencia, empatía y compromiso democrático”.

Etiquetas
He visto un error
stats