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El director médico del área sanitaria de Osuna, David Paniagua, ha comunicado que renuncia a su cargo la misma semana en que los municipios que pertenecen a ese distrito sanitario han lanzado un grito de socorro al unísono para protestar por el “colapso sanitario” que dicen sufrir desde hace un año en la Sevilla rural.
Tras dimitir alegando “motivos personales”, Paniagua dejará su puesto el próximo 15 de julio, según confirman a este periódico fuentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS). La marcha de este directivo se produce en un contexto especialmente convulso para el área sanitaria de Osuna, compuesta en su mayoría por municipios de la Sierra Sur, que llevan meses encabezando protestas para denunciar el deterioro de la atención primaria por el déficit de personal y la supresión de los servicios de urgencia.
De hecho, la dimisión de Paniagua ha coincidido con dos jornadas de intensas movilizaciones respaldadas por Marea Blanca y protagonizadas por 21 de los 24 alcaldes que conforman el área de Osuna. Primero, los representantes municipales protagonizaron un encierro de 24 horas en la Diputación de Sevilla. Y, a la mañana siguiente, escenificaron un particular cortejo fúnebre por la atención sanitaria, arropados por cientos de vecinos, que se concentraron frente a la puerta del Palacio de San Telmo –sede de la presidencia de la Junta de Andalucía– para exigir soluciones ante “el desastre sanitario que padecemos y que empeorará este verano”, según denunciaron entonces.
A todo ello hay que sumar las críticas de los sindicatos por el plan de verano que ha anunciado la Consejería de Salud. “Un plan de verano que supone el cierre masivo de centros de salud por la tarde y derivación de las urgencias a los hospitales ya de por sí saturados por la falta de personal”, ha criticado la alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar, aludiendo al hospital de La Merced, el centro hospitalario de referencia para los pueblos que pertenecen a esta área de gestión, tales como Écija, Estepa o Marchena. La administración sanitaria, por su parte, reconoce tener serios problemas para paliar la falta de médicos y cubrir las vacantes en zonas de difícil cobertura como la Sierra Sur.
Oleada de dimisiones
Antes de ejercer como director médico con la actual gerente del área de Osuna, Belén Lozano, este médico de familia fue director de la unidad de gestión clínica de la zona básica de salud de La Luisiana y formó parte del equipo directivo del exgerente Celso Ortiz, quien fue cesado por el SAS el verano pasado.
La dimisión de Paniagua es,, de hecho, la tercera de un alto cargo en este distrito sanitario en menos de un año. Al cese de Celso Ortiz en agosto de 2023 le precedió la dimisión un mes antes del director económico-financiero de su equipo, Casto Ortiz, que estaba acusado de fraude y sobre el que pesaba una resolución de la Oficina Andaluza de Antifraude contraria a su gestión.
Más allá de la Sevilla rural, la crisis sanitaria que alcanza de forma generalizada al resto de Andalucía –que también ha sido objeto de movilizaciones sindicales en las ocho provincias– ha provocado otras tantas destituciones en el SAS en lo que va de año. En enero se registró la enésima en pocos meses de un alto cargo de la Consejería de Salud, el coordinador adjunto a la gerencia del SAS, tan solo dos semanas después del cese fulminante del número dos y el número tres del departamento, en plenas fiestas navideñas.
Con la dimisión de Paniagua, la dirección médica de una de las áreas sanitarias más tensionadas queda vacante a partir de la próxima semana. Mientras tanto, los municipios que la integran –con sus alcaldes a la cabeza– continúan reclamando soluciones que garanticen la asistencia sanitaria de una población que ronda en su conjunto los 180.000 habitantes.