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Buenas formas, pero fondo reivindicativo en lo social, en lo económico... y en lo político. Así ha sido el encuentro este lunes en San Telmo entre los presidentes de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), y de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández (PSOE), la primera cita institucional entre ambos desde que el secretario general de los socialistas sevillanos llegó a la corporación provincial el pasado mes de julio. Al encuentro ha acudido el también alcalde de La Rinconada con una batería de propuestas para las que reclama al Gobierno andaluz que se implique en cuestiones como vivienda, movilidad o la gestión del agua y los residuos urbanos, una colaboración que se antoja clave para que la provincia de Sevilla mantenga su liderazgo en la comunidad autónoma y, de esta manera, “siga siendo ese motor que siempre ha sido” para Andalucía.
Así se recoge en el documento que ha recibido el presidente andaluz, Sevilla de 10, cifra con la que se hace referencia a las iniciativas que se plantean en otros tantos campos fundamentales, todo ello envuelto bajo el lema Un reto compartido con el que se le transmite al Ejecutivo autonómico que tiene que arrimar el hombro. En la práctica, Fernández lo que ha hecho es clonar la estrategia que mantiene Moreno con el Ejecutivo central, aunque ahora es a la administración andaluza a la que se le exige implicación.
De paso, le recuerda que en esta provincia está la capital de Andalucía por decisión del Parlamento andaluz, y que desde esta posición ha contribuido con “su peso y tracción económica” al bienestar del conjunto de la comunidad. Ahora, más de cuatro décadas después del inicio de este camino, la corporación provincial considera que “toca hacer balance”, de ahí las diez medidas que se plantean. “Sevilla, desde su firme compromiso con el proyecto de Andalucía, quiere contar con el apoyo del Gobierno de la Junta para continuar liderando el futuro”, subraya el documento.
El contexto político
Tras el encuentro no ha habido comparecencias públicas, y cada administración se ha limitado a mandar el comunicado de rigor en estos casos, adobado de buenas maneras y espíritu de colaboración. Pero la cita tiene mucho más contexto político, ya que ha supuesto el primer cara a cara de Moreno con el dirigente socialista con mayor poder institucional de Andalucía. La cascada de peticiones hace prever que, más allá de la obligada relación institucional, se está abonando un campo de reivindicaciones.
Así se entiende también desde el PP, que denuncia que el presidente de la Diputación se ha convertido en el interlocutor principal del Gobierno central del PSOE, por encima del alcalde de la capital o de los consejeros andaluces. La corporación provincial, por su parte, se siente legitimada para elevar el diapasón reivindicativo para que la provincia no pierda el paso en el actual contexto, en el que seis de las ocho diputaciones andaluzas tienen el mismo color político que el Ejecutivo andaluz.
Movilidad, vivienda, Potaus... y crítica política
La propuesta de la Diputación plantea medidas para actualizar el Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (Potaus), un documento que entró en vigor en 2009 y que ha quedado muy desfasado. También se propone un plan de vivienda, más fondos para el plan de empleo Más Sevilla Social, mayor compromiso para mantener las carreteras secundarias o una “alianza estratégica” para crear nuevas residencias universitarias públicas con hasta 1.000 plazas.
Pero el informe no se corta a la hora de sacarle los colores a la Junta de Andalucía, reprochándole las demoras en dependencia, hasta el punto de afirmar que “las personas dependientes no necesitan BOJAS, necesitan hechos: partidas económicas para financiar los recursos, y agilidad en las resoluciones”. Otro tanto ocurre al reclamar la mejora de la situación sanitaria de la provincia, criticando “su mal funcionamiento”, su “deterioro” e incluso la apuesta que se está haciendo por la sanidad privada.
Tampoco se escapan de la crítica “los defectos de la gestión del Consorcio de Transportes de Sevilla”, frente a lo que se reclaman medidas como la puesta en marcha de nuevas rutas. Y también hay reproches a las políticas de depuración de aguas o al tratamiento de los residuos sólidos urbanos, además de reivindicarse una mayor implicación para evitar el riesgo de despoblación en la provincia.
Diálogo, colaboración, entendimiento...
El documento analiza la situación en estos campos y recoge “propuestas base” que se presentan como “un punto de partida desde el que comenzar a trabajar conjuntamente”, apunta Fernández, “siempre con la vista puesta en mejorar la vida de la gente”. Junto a ello se reivindica que estas iniciativas son necesarias para “seguir ejerciendo desde Sevilla una capitalidad inclusiva, de respeto y de igualdad para con el resto de las provincias hermanas de Andalucía”.
La respuesta de Moreno ha llegado en la red social X, donde ha apuntado que su Gobierno tiene “máxima voluntad de diálogo y entendimiento”. Asimismo, ha resaltado que en la reunión se han abordado “oportunidades de colaboración que den un impulso a la provincia como motor de desarrollo y crecimiento”. En la breve reseña remitida por el Gobierno andaluz, se subraya que Sevilla es un “motor importantísimo para el desarrollo económico, social y cultural de toda Andalucía”.
De paso, se incide que en los últimos años “está dando un salto cualitativo y cuantitativo en innovación”, sobre todo alrededor de las energías renovables, la digitalización y la industria aeroespacial. Eso, se incide, “permite a la comunidad andaluza ser puntera en sectores estratégicos de gran futuro”.