Lo ocurrido el pasado sábado en la localidad sevillana de Dos Hermanas se sale de lo normal en uno de esos capítulos cada vez más frecuentes de violencia en las categorías inferiores del fútbol español. Y es diferente por dos matices muy concretos: por el rechazo del público a un aficionado que se lanzó al césped con intención de agredir al colegiado y por el hartazgo del árbitro, que repelió la agresión que sufrió por parte de un segundo aficionado.
Ocurrió a última hora de la tarde del pasado sábado. El público que acudía al partido de juveniles de Tercera División entre el Atlético Dos Hermanas y la U.D. Bellavista, ambos conjuntos sevillanos, hizo que un aficionado dejase de increpar al colegio tras saltar al césped, además de obligarle a abandonar el terreno de juego con abucheos y gritos. Acto seguido el colegiado repelió una agresión de un segundo aficionado cuando salía del terreno de juego.
Una situación que se refleja en un vídeo difundido publicado por Estadio Deportivo y que denuncia el equipo local en un comunicado,en el que muestra su “más enérgica repulsa y condena por los lamentables hechos ocurridos”, tanto por un aficionado que saltó al terreno de juego como por otro que quiso agredir al colegiado camino de los vestuarios, teniendo que responder el árbitro la agresión para defenderse.
El partido se disputaba sin problemas aparentes, hasta que un jugador local fue expulsado con doble cartulina amarilla. Fue suficiente “provocación” para que el padre de un futbolista, que ese día no jugaba, saltase al terreno de juego para increpar al colegiado.
Fue entonces cuando el público comenzó a abuchear a este aficionado, hasta tal punto que tuvo que abandonar el terreno de juego, aunque la situación de tensión volvió al final del partido, cuando el árbitro respondió a un intento de agresión de un aficionado y la pelea llegó hasta el túnel de vestuarios, donde los testigos de los hechos impidieron que fuese a mayores.
Gritos de “lamentable” e “impresentable” al aficionado
Lo que pasa cuando el aficionado salta al terreno de juego sucede en menos de un minuto. Pero hay más, porque el acta del partido refleja que antes que se comenzasen a grabar las imágenes, el aficionado había llegado al árbitro y le había lanzado patadas y golpes. Este hombre, vestido con chándal gris y camiseta de mangas cortas es retenido por varias personas en la banda para que no acceda más al colegiado, mientras el árbitro habla con los futbolistas cerca de la media luna de una de las áreas, alejado unos 40 metros de esa escena.
Mientras el aficionado forcejea, cerca de quién está grabando el vídeo se escuchan frases del público en la grada apoyando al colegiado contra una actitud violenta que no es justificable: “Impresentable, que es que eres”, “tantos años que lleva en el club para hacer eso”, “no está jugando ni el hijo”, son algunos de los gritos que lanzan los aficionados.
A duras penas, el hombre es retirado del terreno de juego, y en ese momento el árbitro llega a la banda reclamando la presencia del delegado de campo. El delegado, por cierto, es el máximo intermediario con el árbitro en el fútbol. Cualquier cosa que el árbitro quiera comunicar a cualquier persona en un estadio desde que llega hasta que se va (no sólo durante el partido) se hace oficial a través de esta figura. Por añadidura, en cada partido hay dos: el delegado de campo (que es el del equipo local) y el delegado de club (que es el del visitante“. En este caso, el delegado era el nexo para que las fuerzas del orden identificasen al agresor.
El colegiado llega a la banda y pide por dos veces su presencia mientras lo busca con la mirada: “Delegado, por favor”, dice, a lo que un aficionado que por la imagen debe tener casi la misma edad del árbitro, le sale al paso con la frase “¿delegado?, me cago en tus muertos”, y acto seguido le lanza un cabezazo. Un instante antes, un aficionado fuera de cámara mantiene la cordura de la gente de la grada, y le dice al árbitro “tú, tranquilo”. No hay tiempo para sujetar al colegiado. El árbitro responde con un manotazo y ambos se enzarzan en una pelea de escasos segundos hasta que son separados, y cuando marcha al vestuario se encuentra al aficionado que había saltado al césped, con el que forcejea durante unos segundos, para terminar en el túnel de vestuarios arropado por la mayoría de los aficionados, los que no participaron en agresión alguna.
“No tienen nada que ver con el club”
El equipo local expresa en el comunicado que los aficionados que intervinieron en la agresión “nada tienen que ver con el club y no representan en absoluto los valores de tolerancia y respeto del Atlético Dos Hermanas, y que incluso fueron abucheados por el resto de aficionados que estaban en la grada”.
Además de señalar que se va a pedir información para comprobar si son abonados del club, recuerda que trabaja día a día “para que estos hechos no ocurran, pero es materialmente imposible impedir que individuos indeseables puedan cometer algún acto aislado de estas características, los cuales nos apenas sobremanera”.
El Sindicato de Árbitros, entidad que lucha por los derechos de los colegiados aunque no ha sido reconocida oficialmente, califica de “lamentable” el comunicado, que “pide se esclarezcan los hechos y se encuentre a los culpables, pero dice que son ajenos al club, que nada tienen que ver. En fin, lo de siempre”, señala en su web oficial.
El árbitro ha sido localizado por eldiario.es/andalucia, aunque ha preferido no hacer declaraciones al respecto, muy afectado por lo sucedido aún. Se trata de un joven de 29 años que lleva desde los 11 arbitrando, y que además tiene una buena proyección para llegar a las máximas categorías.
Este joven, del Comité Territorial Andaluz en su delegación de Sevilla, presentó parte médico en la denuncia que elevó ante la Policía Nacional, que ha abierto una investigación al respecto.