El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, ha inadmitido la demanda de un grupo de trabajadores de la sociedad mixta Mercasevilla prejubilados en el expediente de regulación de empleo (ERE) de 2007. El TSJA consideró “nulo y fraudulento” el procedimiento y exoneró a la sociedad de tener que pagar a los exempleados. Incluso nueve de ellos, a quienes Mercasevilla abonó premios por servicios por valor de más de 281.000 euros, están siendo investigados por malversación al percibir “excesos” en la indemnización acordada. Ahora, Europa también les cierra las puertas, pese a que insisten en que la empresa y los representantes sindicales les garantizaron la fiabilidad del plan de prejubilación y la Junta lo respaldaba tanto legal como económicamente.
Aquella sentencia del TSJA, que Estrasburgo no entra siquiera a valorar, decía que la empresa no podía ser obligada a abonar unos pagos que resultaban ilegítimos y abusivos. Según lamentan los extrabajadores, Merca sabía los costes reales que suponía el plan de prejubilación y, si no tenía la certeza de la financiación de la Junta, no lo tendría que haber llevado a cabo. En la sentencia se advirtió de que el ERE no tuvo una “defectuosa tramitación” sino que hubo “falta de control del contenido del acuerdo alcanzado entre la representación de la empresa y los trabajadores”, culpando la autoridad laboral al haber sido “homologado por la Delegación Provincial de Empleo”.
Es de recordar que las prejubilaciones de Mercasevilla derivaron en lo que desde hace años se conoce como el caso de los ERE al descubrirse las primeras prejubilaciones fraudulentas en los expedientes de regulación de empleo promovidos en el mercado central de abastecimientos en 2003 y 2007. No es el caso de estos extrabajadores reales, que se han visto afectados indirectamente, cambiando su situación de prejubilados a investigados, y viendo cómo los tribunales de alta instancia (el Constitucional también rechazó sus argumentos) tampoco les da la razón.