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José Luis Sanz, el tercer alcalde del PP en Sevilla, llegó a la alcaldía hace justo un año con el objetivo de “recuperar el espíritu transformador del 92”. Sin embargo, el proyecto de transformar “la calidad de vida en todos los barrios” que se fijó el regidor popular cuando emprendió su andadura en solitario se ha visto bloqueado durante el primer capítulo de su mandato por la falta de presupuesto propio, la presión de Vox para entrar en su gobierno y la “incapacidad” de alcanzar acuerdos con el resto de grupos políticos que conforman el pleno municipal.
Coincidiendo con el día en que asumió el cargo hace un año, Sanz ha realizado un balance “razonablemente positivo”, pero sin “nada de triunfalismo”, reconociendo que “queda muchísimo por hacer”. “Si no nos hubiésemos encontrado una ciudad tan dejada, un ayuntamiento tan mal organizado y una oposición tan irresponsable, se podría haber avanzado más”, ha esgrimido el alcalde durante un acto celebrado este lunes en la casa consistorial.
El regidor hispalense, arropado por su equipo de Gobierno, se ha sacudido así la responsabilidad de no haber logrado negociar las cuentas con ninguno de los tres partidos de la oposición. “No somos responsables de no tener presupuesto”, ha afirmado Sanz, mientras que desde las filas del PSOE, Podemos-IU y Vox achacan el bloqueo a la “falta de diálogo” de los populares, a la “incapacidad” de su líder para alcanzar acuerdos y a la “soberbia” de Sanz por gobernar como si tuviese mayoría absoluta, como cuando estuvo al frente del Ayuntamiento de Tomares.
Al margen del atraso provocado por gobernar con unos “presupuestos prorrogados que no respondía a las necesidades básicas de la ciudad”, según ha explicado, el alcalde del PP ha justificado no haber avanzado más este primer año por “el estado de dejadez en el que se encontraba la ciudad y la mala organización del ayuntamiento” con los que se topó al llegar al cargo.
“Hemos perdido mucho tiempo en arreglar problemas anteriores y desbloquear proyectos que llevaban mucho tiempo bloqueados”, ha apuntado al respecto, responsabilizando al anterior Gobierno socialista capitaneado por Antonio Muñoz, hoy líder de la oposición. En paralelo, Muñoz ha realizado su propio balance del primer año de gobierno del PP y ha otorgado un “suspenso como una catedral” al actual alcalde en su primer año al frente del Consistorio hispalense.
Durante su balance, el regidor popular ha repasado algunos de los objetivos logrados durante esta primera etapa de la legislatura, subrayando que se ha acometido ya el 33% del programa electoral, según los datos aportados por el equipo de Sanz. Entre ellos, ha destacado que se han puesto en marcha “70 proyectos que estaban bloqueados, fundamentalmente en urbanismo”, que se han realizado “150 actuaciones necesarias en la ciudad” (tales como la pavimentación de 207 calles), que se ha avanzado en programas como 'Sevilla con identidad propia' (gracias al cual se han cambiado las luminarias de carretera del centro de la ciudad por farolas fernandinas) o que Sevilla haya sido la primera capital andaluza en acogerse al decreto de la Junta de Andalucía para limitar el uso de viviendas turísticas.
El regidor hispalense también ha dedicado su intervención a recodar los puntos que quedan por alcanzar, haciendo especial hincapié en la limpieza, punta de lanza de su campaña electoral y que, 365 días después de que tomara posesión como alcalde, sigue siendo una de las principales reivindicaciones vecinales, como le han recordado los medios de comunicación durante la rueda de prensa. “Sevilla está más limpia que hace un año, pero no estoy contento, todavía queda mucho por hacer”, ha confesado a preguntas de los periodistas.
En este punto, Sanz ha admitido que la limpieza de los colegios en particular “es un desastre”, de ahí que insista en la necesidad de contar “urgentemente” con un presupuesto propio que contempla un incremento en la inversión de Lipasam y, concretamente, en las partidas de limpieza de los centros educativos, según ha señalado el regidor.
A este respecto, el líder popular ha vaticinado que “dentro de muy poco vamos a tener una ciudad muchísimo más limpia”, encomendándose a unas cuentas que estarán aprobadas en 20 días, después de que fracasara la cuestión de confianza vinculada a los presupuestos a la que se sometió el propio Sanz como órdago para desbloquear un mandato que se ha torcido por la falta de apoyos. “Sevilla no va a esperar ni un minuto más”, ha asegurado, confiando en que la aprobación de los presupuestos “va a cambiarlo todo”.
La portavoz del grupo Con Podemos-IU, Susana Hornillo, también ha compartido su propio balance del primer año del Gobierno de Sanz en el Ayuntamiento hispalense. Para Hornillo el balance es “muy negativo” porque la llegada del PP al poder “no sólo no ha mejorado los principales problemas que afectaban a la ciudad en 2023, sino que los ha agravado”, en referencia a “los casos de suciedad que afectan a los barrios y, muy particularmente, a los colegios”, entre otros asuntos pendientes.
Para la dirigente de Podemos, los únicos grandes proyectos que el gobierno del PP ha conseguido que salgan adelante son “aquellos que dejó encauzados el anterior gobierno”, como el caso de Altadis, por lo que concluye que “ha sido un año de continuidad en la gestión, pero con un retroceso claro especialmente en igualdad, diversidad y memoria democrática”.
“Que el alcalde tenga que presentar la retirada de grafitis o el cambio de estética de las farolas del centro como logros de su Gobierno nos da una idea del pobre balance del primer año de gestión del Partido Popular”, ha reprochado Hornillo, quien considera que estos doce meses no arrojan unas conclusiones “ni positivas ni aceptables”.
En esta misma sintonía, se ha manifestado el portavoz del grupo socialista, Antonio Muñoz, al calificar este primer año como “un tiempo perdido para Sevilla, sin iniciativas y marcado por continuas contradicciones y líos”. En su intervención, Muñoz se ha referido también a la cuestión de la limpieza: “Es un estrepitoso fracaso la promesa electoral de Sanz que en tres meses se iba a notar que Sevilla iba a estar más limpia y la única decisión que han tomado se llama un sueldo de 140.000 euros al año para el gerente [de Lipasam]”.
Para el anterior regidor, este ha sido un año “con muchas mentiras y rectificaciones”, en alusión a la marcha atrás que dio el Gobierno del PP tras anunciar su intención de cambio la fecha del Festival de Sevilla o a las polémicas declaraciones de Sanz sobre la posibilidad de urbanizar Tablada. Asimismo, el portavoz socialista ha reprochado al alcalde que “derroche soberbia” en su acción de gobierno. “Se nota que viene de un Consistorio con mayoría absoluta”, ha apuntado, criticando que pretenda gobernar “sin negociar y sin dialogar” con el resto de formaciones.
Estas acusaciones han despertado una sonrisa en el rostro de Sanz, quien ha dicho sentirse “satisfecho” de haber “empezado a romper muchas inercias para poder seguir avanzando los tres años que nos quedan”.
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