Sevilla compite por las máximas temperaturas del país en cuanto llega junio. Máximas como las de este viernes donde se han alcanzado los 42 grados centígrados oficialmente (porque de sensación térmica no se habla). Impartir y recibir clases sin aislamientos y medios para combatir el calor es un problema y este final de curso el vaso de la paciencia se ha desbordado en muchos puntos de Andalucía. Ha habido protestas con toallas en la puerta del Parlamento, fotos en los colegios con el alumnado en bañador y, como en este caso, acciones directas para solucionarlo: un grupo de madres y padres decidió este viernes ir directamente al aula de sus hijos a colocar un aire portátil.
Fue en el CEIP San Jacinto de Triana (Sevilla) y no era la primera vez que lo intentaban. Se ha colocado en una clase de tercero de primaria. Los padres y madres autores de este “aire forzoso” se lamentan de la sensanción de “inmovilismo” de la Administración, del centro o del propio AMPA. “Pasan los años y la cosa no mejora”; “no queremos que a los niños les dé un golpe de calor como ha pasado en Madrid. Estábamos dispuestos a pagar”, explica Manuel, portavoz de esta acción y padre de uno de los alumnos de la clase.
Manuel comenta que “el aire es de una de las familias que lo ha cedido para esto” porque “lo que queremos es que nuestros hijos tengan unas condiciones de trabajo adecuadas; esto es su trabajo”, explica. “Cuando hemos entrado en el aula a las 9.30 de la mañana, con la ola de calor ya hacía 33 grados. Imagínese a la maestra con 25 niños asfixiados”. Entiende que “la ola de calor no es culpa del centro y sabemos de las dificultades de un edificio antiguo para colocar el aire acondicionado” pero “hay que buscar y presionar para que se den soluciones”. Lamenta la reacción política “cuando ellos tienen aire en sus trabajos” y critica la sensación de que “nos están tomando el pelo”.