“Tendríamos que empezar pidiendo disculpas”, reconoció el ministro de Cultura, Miquel Iceta, al empezar a hablar del Museo Arqueológico de Sevilla tras conocer sobre el terreno el proyecto de recuperación de un edificio que llega con muchos años de retraso. “Esto se ha demorado en exceso”, apostillaba, aunque ahora lo que toca es pasar página y “celebrar anticipadamente” lo que Sevilla va a ganar con un proyecto que permitirá rescatar este singular inmueble y “recuperar la luz” que el arquitecto Aníbal González le dio cuando lo terminó en 1919 con vistas a la Exposición Universal de 1929.
Iceta y la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, escenificaron el arranque de una iniciativa que en realidad empezó hace tiempo, cuando cerró sus puertas para iniciar la mudanza de sus más de 700.000 piezas. Esta operación acometida por la Junta está ya casi culminada, con la mayoría de las obras en el recién estrenado Centro Logístico de Patrimonio Cultural de Andalucía (con 4.000 metros cuadrados y ubicado en el municipio de La Rinconada), aunque las principales pondrán rumbo a la Sala Santa Inés para ser expuestas mientras duren los trabajos.
El encargado de dar las explicaciones técnicas fue el arquitecto responsable de la rehabilitación, Guillermo Vázquez Consuegra, que en 2009 ganó el concurso para la restauración de un inmueble que la reclamaba a gritos desde hacía tiempo dado su mal estado. Pero la crisis económica incluyó este proyecto entre los muchos que quedaron aparcados, lo que incluso obligó a Vázquez Consuegra a revisar a la baja su proyecto para que fuese menos ambicioso… y menos costoso.
Así que tras tantos años de espera, la cosa por fin va en serio, como demuestra la evacuación de las obras y la consignación de un millón de euros en los Presupuestos Generales del Estado para 2022. Ahora toca licitar el proyecto en primavera para adjudicarlo ya en otoño, lo que permitirá iniciar las obras a finales de 2022 con la vista puesta en que reabra sus puertas en 2026.
¿Y qué significa eso de recuperar la luz original a lo que se refería Iceta? Pues que se va a rescatar el espacio del óvalo central como acceso y vestíbulo principal del museo, recuperando así una entrada esplendorosa y llena de luz. También, y entre otros trabajos, se instalarán una escalera y un ascensor accesible y se incorporarán dos pasarelas curvadas en el nivel superior que conectarán las dos alas del edificio.
La idea es que la intervención le cambie la cara de tal manera al Arqueológico “que haya mucha gente que se acerque a ver cómo ha quedado el edificio; realmente va a ser el altar en el que ponemos a disposición de todos una obra que es irrepetible”, según el ministro. Para ello se están haciendo las cosas “con delicadeza y cariño”, con el objetivo de que “vuelva a ser una joya que brille con todo su esplendor”.
Lo de la luminosidad también fue un argumento al que se agarró la consejera Del Pozo, que exaltaba que la recuperación va a permitir que el inmueble “vuelva a sus orígenes integrándose en el parque [de María Luisa] y la luz de Sevilla”. De paso, definió el proyecto como “entusiasmante y maravilloso” e incidió en “una mudanza que pasará a la historia” y permitirá convertir Santa Inés “en un mini Arqueológico”.
Una mudanza, por cierto, a la que le queda lo más delicado, como es desmontar y trasladar varios mosaicos romanos de gran tamaño. Toda esta operación culminará en la primavera de 2022, cuando ya estará todo en sus cajas de embalaje, lo que permitirá acometer las obras de un proyecto para el que el Gobierno central (titular del edificio) pondrá 20 millones de euros, mientras que la Junta (que tiene transferida la gestión) aportará otros 3,5 millones. Todo para que el Arqueológico reabra en 2026 con toda su luz original de hace más de cien años, pero con las prestaciones propias de un museo ya bien entrado el siglo XXI.
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