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Todavía quedan bastantes días, pero parece que se confirma la rotura de esta estabilidad atmosférica para mediados de esta semana, poniendo fin –de cumplirse los pronósticos– a este invierno disfrazado de primavera que nos acompaña durante tres semanas. Situados actualmente por zonas de las islas británicas, los sistemas de bajas presiones guiados por el chorro polar bajarán de latitud, aunque hasta el momento el anticiclón seguirá dominando el panorama meteorológico.
Durante la primera mitad de la semana, el protagonista seguirá siendo el sol y el tiempo apacible. Los termómetros han marcado estos días valores mínimos cercanos a la media o un poco superiores, quedándose por encima de los 0 ºC en toda la provincia, siendo las más frías por zonas de Cazalla de la Sierra, en torno a 1 ºC. Durante los próximos días, las noches serán muy similares volviéndose a registrar valores de entre 2-5 ºC en zonas de sierra o 5-10 ºC en puntos de la campiña y vega sevillana. En cuanto a las máximas rondarán los 20 ºC en puntos del valle del Guadalquivir, y algo más cortas en puntos más elevados de la provincia.
El estado del cielo estará marcado por intervalos de nubes altas que aparecerán durante lunes, martes y miércoles e irán atravesando la provincia de oeste a este. Algunas nieblas se formarán en puntos del bajo Guadalquivir, especialmente el martes y miércoles. Viento que cambiará a componente sur-oeste durante la primera mitad de la semana, no esperándose que sea de gran intensidad.
Llega la inestabilidad
Con el avance de la semana el tiempo se tornará más inestable. Ya en la jornada del jueves se comenzará a ver otro tipo de nubosidad, más compacta y grisácea, que irá entrando por el oeste de la península afectando a la provincia sevillana a partir de mediodía. Estas nubes son la antesala del frente que ya durante la noche del jueves al viernes afectará a toda la región, dejando precipitaciones que pueden ser persistentes en puntos del sur de la provincia.
El viento también arreciará de componente suroeste a medida que finalice el jueves, dejando algunas rachas que podrían superar los 50-60 km/h, manteniéndose con intensidad hasta la mañana del sábado. A partir de ese momento se tranquilizaría la atmósfera, pero no se deberá quitar el ojo del cielo ya que que para el final de la semana nuevas lluvias y nuevas rachas de viento intensas podrían llegar por el Golfo de Cádiz. Las temperaturas experimentarán un descenso en las máximas y un ascenso en las mínimas, debido a los cielos cubiertos, disminuyendo la amplitud térmica que se estaba sufriendo en las últimas semanas.