Este es un espacio donde opinar sobre Sevilla y su provincia. Sus problemas, sus virtudes, sus carencias, su gente. Con voces que animen el debate y la conversación. Porque Sevilla nos importa.
Medalla de chocolate
En el ámbito del deporte, se dice que gana la medalla de chocolate el que queda cuarto en una carrera o competición deportiva. El ganador se lleva el oro, el segundo la plata y el tercero el bronce. El que queda en cuarta posición, además de la frustración de quedarse fuera del podio, a un paso de la gloria, se lleva la medalla de chocolate.
Tras la reciente publicación de los datos del padrón municipal de habitantes que ofrece el INE, a 1 de enero de 2024 la ciudad de Sevilla retiene esa medalla de chocolate pero muy por los pelos, con sólo 500 vecinos más que la pujante y creciente Zaragoza y lejos ya de la tercera, Valencia. Mientras la capital hispalense tiene 687.488 personas censadas en el municipio, la capital aragonesa suma 686.986. En estas cifras ya sí entramos mi mujer, mis hijas y yo, que formamos parte de los 3.463 nuevos sevillanos en los que creció el censo municipal de habitantes durante 2023.
Son cifras que no tienen ninguna gran implicación práctica, que no conllevan acceso a subvenciones, ni ayudas. Pero sí que constituyen, en mi opinión, un indicador de la pujanza o parálisis de una ciudad. En el caso de Sevilla, es sintomático que a finales de siglo XX, tras la Expo, estuviera cerca de alcanzar a Valencia como tercera capital más poblada tras las dos grandes (solo 39.000 habitantes de diferencia en el año 2000). Y mantuviera una diferencia de 100.000 con Zaragoza.
En la actualidad, hay 100.000 valencianos más que sevillanos y son los maños los que están a punto de alcanzarnos. Mi interpretación es que se trata de dos ciudades con mayor empuje económico, industrial y logístico que la nuestra.
¿Saben lo que sí tiene Valencia y le falta a Sevilla, verdad? ¿Lo que también tienen otras capitales más pequeñas como Bilbao o Málaga? Correcto, lo adivinaron. Una red de metro, no una única línea con trenes insuficientes y tiempos de paso inaceptables
¿Dónde están las causas? Evidentemente, son múltiples. Una de ellas, obvia, es la necesidad urgente de actualización de nuestras infraestructuras. Podemos dar por válido el tamaño y tráfico de nuestro aeropuerto, pero necesita una mejor conexión de transporte público con la ciudad. El acceso por tren con el resto del país debería ser suficiente, pero el trazado de alta velocidad quedó anticuado y su actualización se eterniza en el tiempo mientras los operadores se multiplican y cada vez son más habituales los retrasos. La conexión con el Algarve no sé si llegará a ser realidad antes de mi vejez o muerte. Por no hablar de la insuficiente y mal explotada red de Cercanías.
Por cierto, ¿saben lo que sí tiene Valencia y le falta a Sevilla, verdad? ¿Lo que también tienen otras capitales más pequeñas como Bilbao o Málaga? Correcto, lo adivinaron. Una red de metro, no una única línea con trenes insuficientes y tiempos de paso inaceptables. Y lo peor es la situación de la red viaria. SE-40 incompleta y retrasadísima, SE-30 igualmente incompleta desde su construcción, hace más de 30 años, etc…
La apuesta decidida de varios equipos de gobierno municipal por el turismo, los hoteles y apartamentos y la política de grandes eventos hace que el mercado inmobiliario se dispare y se haga muy difícil, por no decir imposible, alquilar o comprar una vivienda
Otro punto de análisis necesario para explicar el estancamiento poblacional de la ciudad de Sevilla es, como si de una empresa se tratara, el modelo de negocio. La apuesta decidida de varios equipos de gobierno municipal por el turismo, los hoteles y apartamentos y la política de grandes eventos hace que el mercado inmobiliario se dispare y, en las zonas más codiciadas como el Centro, Triana o San Bernardo (y cada vez más Nervión o el Porvenir) se haga muy difícil, por no decir imposible, alquilar o comprar una vivienda. Por eso los nuevos residentes y las familias en formación buscan hueco en el extrarradio o, sobre todo, en poblaciones limítrofes como las del Aljarafe o en los nuevos desarrollos urbanísticos de Dos Hermanas y La Rinconada, por ejemplo.
Para combatir esta transferencia de población de la capital al área metropolitana (Sevilla lleva 30 años estancada en el límite de los 700.000 habitantes mientras sus alrededores han crecido en más de 150.000 en los últimos 20), el Ayuntamiento planea la construcción de 17.000 viviendas nuevas en los próximos tres años en áreas tan alejadas del centro como Palmas Altas o Torreblanca.
Es muy posible que la ciudad así gane vecinos, aunque el problema del vaciamiento de población local del casco histórico se mantendrá. Para lograr revertirlo, es el modelo económico el que tiene que cambiar. Una transformación que bien vendría, a buen seguro, para darle la vuelta a otro problema mucho más serio: por qué seis barrios sevillanos están entre los 15 más pobres de España.
Asumo que el problema de la falta de vivienda asequible, el de la gentrificación del casco histórico, el del modelo económico de la ciudad o el de la alarmante y escandalosa falta de infraestructuras de transporte son temas relativamente habituales en mis textos pero es que considero que explican a la perfección unas cifras de empadronamiento que son reflejo de la realidad: Sevilla es una ciudad muy bonita y maravillosa en la que cada vez es más caro vivir y a la que le faltan alternativas de negocio y de empleo al turismo y la hostelería. Valencia y Zaragoza imagino que ofrecen otras alternativas a sus vecinos que las hacen más atractivas y agradables para residir. La medalla de chocolate no debe ser ya consuelo para nadie.
P.D.: Pregunta seria. ¿Por qué hay diez mil vecinos de diferencia entre las cifras de población de Sevilla capital a 1 de enero de 2024 que ha ofrecido el INE este mes de diciembre (687.488) y las que da el Ayuntamiento desde abril pasado, 697.233, con la misma fecha de referencia, (01/01/24)?
En el ámbito del deporte, se dice que gana la medalla de chocolate el que queda cuarto en una carrera o competición deportiva. El ganador se lleva el oro, el segundo la plata y el tercero el bronce. El que queda en cuarta posición, además de la frustración de quedarse fuera del podio, a un paso de la gloria, se lleva la medalla de chocolate.
Tras la reciente publicación de los datos del padrón municipal de habitantes que ofrece el INE, a 1 de enero de 2024 la ciudad de Sevilla retiene esa medalla de chocolate pero muy por los pelos, con sólo 500 vecinos más que la pujante y creciente Zaragoza y lejos ya de la tercera, Valencia. Mientras la capital hispalense tiene 687.488 personas censadas en el municipio, la capital aragonesa suma 686.986. En estas cifras ya sí entramos mi mujer, mis hijas y yo, que formamos parte de los 3.463 nuevos sevillanos en los que creció el censo municipal de habitantes durante 2023.