Vecinos del barrio de Alcosa, en Sevilla, se resisten al destino que tiene escrito la antigua factoría Agrícola Algodonera Nuestra Señora de los Reyes, que la cooperativa del mismo nombre construyó entre los años 1962 y 1964 a las afueras de la ciudad y que se convirtió en la mayor de Europa de sus características en su época, abarcando una superficie de 16 hectáreas. “Hemos hecho un largo recorrido de investigación, de información y de gestiones para tratar de salvar la antigua Algodonera y reorientar su futuro convirtiéndola en un recurso de desarrollo local y de mejora de la ciudad y la calidad de vida, además de proteger y poner en valor un patrimonio histórico que no podemos dejar que se destruya”, apunta a este periódico José Vázquez, secretario de la Coordinadora Ciudadana del parque Alcosa 'La FEA'.
Un encuentro el miércoles 29 de julio con el delegado de Hábitat Urbano del Ayuntamiento de Sevilla, Antonio Muñoz, ha sido el penúltimo intento para hacer recapacitar al Ayuntamiento sobre el futuro de toda esa zona y que la Sareb, como consecuencia, acepte alguna de las propuestas de los vecinos. La Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria prevé en este lugar más de 800 viviendas, de las que aproximadamente la mitad serían protegidas, aunque fuentes de Sareb no saben explicar con detalle ya que “aún se está redactando el proyecto de urbanización”, que se culminará “en septiembre”. La coordinadora ciudadana advierte de diversas movilizaciones con la intención clara de defender “la protección de los edificios de la antigua factoría como patrimonio histórico que son” al objeto de “que no se pierda a memoria industrial de Sevilla”.
A juicio de los vecinos, “el proyecto sobre estos terrenos es de 2008, en el final de la burbuja inmobiliaria, que ha quedado desfasado para el Distrito Este, el que más ha crecido en los últimos 30 años, con un mayor crecimiento de población general y con la mayor población juvenil de Sevilla”, opina Vázquez. “En cualquier otro lugar de España, esta factoría ya habría sido protegida siguiendo las premisas en materia de patrimonio histórico. No se trata exclusivamente de elementos de nuestro pasado sino que es una herramienta de futuro para la población circundante como motor de desarrollo socio cultural, educativo y empresarial. El proyecto no responde a los horizontes de futuro que se tienen hoy en día de sostenibilidad, desarrollo local, mejora de la calidad de vida y aprovechamiento de oportunidades de emprendimiento juvenil”.
La protección arquitectónica que puede declarar el Ayuntamiento, impide su destrucción y baja el valor comercial al salvarlo de la especulación inmobiliaria, aseguran los vecinos, conscientes de que “la Sareb tiene que hacer su negocio y pensamos que, después de proteger lo que queda de la Algodonera, queda terreno para que puedan construir viviendas y, si no quedan satisfechos, el Ayuntamiento puede llegar a acuerdos con la propiedad cediendo o permutando terrenos equiparables en otros lugares, cosa que ha hecho en otras ocasiones”. Fuentes del Ayuntamiento consultadas por este periódico no han sabido pronunciarse respecto al contenido de la reunión con la coordinadora ciudadana. “Si el Ayuntamiento tiene voluntad, la Sareb se tendra que amoldar”, indica Vázquez, quien informa de que las partes se han emplazado para un próximo encuentro ya en el mes de septiembre.
Conservación
El Servicio de Planeamiento y Desarrollo Urbanístico de Sevilla rechazó en junio la solicitud de la coordinadora vecinal para la inclusión de la factoría en el Catalogo Periférico de Arquitectura Regionalista para obtener una protección integral que asegurase la conservación del complejo industrial. Los argumentos han sido que, aunque se trata de una obra de Aurelio Gómez Millán, el discípulo más cercano de Aníbal González, era una obra tardía y no representativa ni característica de dicho estilo, tanto por su fecha de construcción como por su formalización, exponiendo que la factoría ya se encuentra dentro del ámbito del ARI-DE-01“Virgen de los Reyes” del PGOU de 2006 y su modificado de 2008.
“Quizás el problema estribe en que se trata de una construcción ubicada en el extrarradio, con importantes intereses especulativos y porque, en nuestra ciudad, lo que no sea proteger iglesias o casas palacios no tiene cabida. No se quiere reconocer el valor del patrimonio de la periferia y menos aún, el patrimonio industrial”, apunta Vázquez. “Estamos a años luz de comprender el significado y valor de este patrimonio, y nuestros gobernantes son un claro ejemplo de ello”, lamentan desde la coordinadora, entendiendo en todo caso que una actuación de este calado, con un gran impacto en el entorno, “debería haber sido consultada y consensuada con la participación de los vecinos, algo que no se hizo”.
Por otra parte, la coordinadora ciudadana ha presentado en la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía un informe solicitando que se abra un expediente administrativo para declarar Bien de Interés Cultural a la factoría Agrícola Algodonera Nuestra Señora de los Reyes (Sevilla), así como el Canal del Valle Bajo del Guadalquivir a su paso por la fachada del complejo industrial y el paisaje industrial que comprende a estos bienes patrimoniales.