No hay luz en Pico Reja de Sevilla: Blas Infante y mil asesinados por el franquismo siguen en una fosa común
Blas Infante sigue en una fosa. En la tierra. Todavía. Y mil personas más que yacen junto al Padre de la Patria Andaluza. Están en Pico Reja, una de las sepulturas colectivas con víctimas del franquismo del cementerio sevillano. Esperando un acuerdo a tres bandas, entre Ayuntamiento hispalense, Diputación de Sevilla y Junta de Andalucía, que no acaba de ver la luz.
El convenio de colaboración contempla un presupuesto de 1,2 millones de euros. Junta y Diputación aportan 265.000 euros. La cantidad restante recae en el Ayuntamiento. Todas las administraciones han confirmado a eldiario.es Andalucía que pondrán el dinero acordado. Pero la intervención arqueológica no arranca.
La tarea de exhumación de los cuerpos lleva meses atascada en procesos burocráticos. “El convenio está ahora en su procedimental y se podrá firmar en un par de semanas”, adelantan a este periódico una de las fuentes consultadas. Los primeros pasos institucionales datan de finales de 2017.
Los trabajos previos de localización y delimitación de Pico Reja han confirmado que se trata de una fosa del franquismo: hay restos óseos con evidencia de muerte violenta. El equipo científico también ha certificado las dimensiones de la tumba ilegal.
El proceso exhumatorio, cuando arranque, será el primero que abra una fosa común en el cementerio de San Fernando en la capital andaluza. Este camposanto alberga seis, con más de 4.500 asesinados por los golpistas. Un ejemplo más de que Andalucía es el paradigma del terror franquista, con al menos 45.566 ejecutados y 708 fosas contabilizadas.
Junta y Diputación: “adelante”
“Las declaraciones de la consejera siguen vigentes, no hay ningún problema por parte de la Junta”, según señalan fuentes del Gobierno andaluz a este periódico. El Ejecutivo de PP y Ciudadanos librará los 265.000 euros comprometidos pese a la oposición que ha manifestado la extrema derecha de Vox de cara a la aprobación de los presupuestos de la comunidad. “No hay marcha atrás”, aseguran.
La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico –de donde dependen las competencias de Memoria Histórica–, Patricia del Pozo, está a la espera “de una nueva reunión para firmar un nuevo acuerdo con el Ayuntamiento de Sevilla”, sostienen. “Adelante” a la exhumación de víctimas del franquismo en Pico Reja, subrayan las fuentes consultadas.
Diputación de Sevilla también confirma la colaboración financiera. “La institución va a aportar 265.000 euros”, apuntan desde el ente provincial. “Lo hará en cuatro anualidades: 25.000 euros en 2019 y 80.000 cada año durante 2020, 2021 y 2022”, detallan las fuentes consultadas.
“La colaboración de la Diputación está motivada por el hecho documentado de que la fosa de Pico Reja alberga los cuerpos de víctimas del franquismo procedentes de varios territorios de la provincia”, precisan. Los trabajos de campo sobre la fosa, “que incluye planimetría y acciones para la dignificación del espacio”, justifican el “ámbito de actuación” del organismo: la búsqueda de “personas desaparecidas víctimas de la guerra civil española y la dictadura franquista”.
El Ayuntamiento sevillano, institución que lidera el proyecto, no ha respondido hasta el momento a las preguntas de este medio sobre el caso. Sevilla iba a ser la segunda gran capital del país en abrir una gran fosa común, después de la mayor de España, en Málaga. Se adelantó Córdoba.
El proyecto arqueológico arrancó en el último tercio del año 2017. Desde entonces, idas y venidas. En octubre de 2018 la firma del convenio era “inminente”. Luego, el Consistorio ha instado a PP y Ciudadanos a que abran la fosa donde estaría Blas Infante. Y el Ayuntamiento hispalense también ha pedido colaboración al Estado para exhumar al más de un millar de represaliados que fueron arrojados a Pico Reja.
Las víctimas no son optimistas
“El asunto lo veo complicado”, resume la presidenta de la Asociación Nuestra Memoria, Paqui Maqueda. “De la Junta espero poco”, dice. “Un no rotundo”, continúa. “Pero no sabemos nada, porque el Ayuntamiento mantiene que quiere llevar a cabo el convenio”, explica.
“Para las víctimas, la exhumación de Pico Reja es un tema prioritario, porque hay gente de Sevilla y de todos los pueblos de la provincia”, incide Maqueda. “Ya está bien”, prosigue, “se ha hecho una cata, se ha visto que es una fosa, se ha certificado lo grande que es y las personas que puede haber y el siguiente paso es abrir”.
“Y vamos a hacer todo lo que tengamos en la mano, concentraciones en la fosa, ante quien sea, para que se abra este año”, anuncia. “El movimiento memorialista debe ir al corazón de la Memoria Histórica, que es abrir las fosas comunes”, señala.
Una espera “muy frustrante”
La situación de espera “es muy frustrante”, según María Luisa Hernández Portales, de la Comisión por el derecho a las exhumaciones. “Estamos desesperadas, porque hay hijas e hijos, con más de 80 años de edad, que no van a ver la fosa abierta”, apunta.
El colectivo ha tocado sin éxito la puerta del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno: “llevamos dos comunicaciones, sin respuesta”. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, “tampoco responde” a sus peticiones. Ni siquiera han podido ver el expediente del acuerdo entre las administraciones, aseguran.
“Parece que no tienen elaborado nada, que son un montón de promesas que estaban en el aire y que no había expediente detrás”, señala Hernández Portales. Y, desde 2017, “la fosa no está ni señalizada, ¿qué ha pasado? Están en parálisis absoluta y dudamos de la voluntad de abrirla”.
Paqui Maqueda también duda que el acuerdo entre Junta, Diputación y Ayuntamiento quede ejecutado antes de las elecciones del 26M. “A lo mejor nos llevamos una sorpresa y se firma”, dice. Sí espera que de la cita en las urnas “salga un Gobierno progresista con mucha fuerza para decir que la Junta debe colaborar”.
Porque “después de 36 años –gobernando la Junta de Andalucía– el PSOE no ha hecho todo lo que ha podido”, en palabras de Maqueda. “No quiere decir que no haya hecho nada, ha hecho cosas muy importantes, pero han quedado muchas por hacer”, puntualiza.
“Pero desde que cambió la administración en la Junta de Andalucía… fíjate lo que han hecho con Todos (…) los nombres”, alude en relación a la retirada de la subvención anual que recibía esta base de datos con casi 100.000 víctimas del franquismo, como adelantó InfoLibre.
La pelota está en el tejado del Ayuntamiento de Sevilla, de la Junta de Andalucía y de la Diputación sevillana. Mientras, Blas Infante, más de mil asesinados por Franco y centenares de familiares de represaliados esperan que el acuerdo a tres bandas sea una realidad. Que el dinero acabe encima de la mesa. Y que la tierra, aunque sea pasadas ocho décadas de los crímenes, se abra.