El PP reactiva tras año y medio el Consejo local de Memoria en Sevilla, pero sigue sin destinar ni un euro para estas políticas
Casi un año y medio después de su llegada al gobierno local de Sevilla, y cuando también ha pasado un año desde un primer amago que quedó en nada, el PP ha iniciado el proceso para constituir el Consejo Municipal de Memoria Democrática. Este foro creado en 2021 debe renovarse tras las elecciones municipales, pero va a ser uno de los últimos en echar a andar en un contexto en el que todos los órganos de participación ciudadana se han demorado en exceso.
Aunque formalmente no va a ser el último en formalizarse, porque siguen pendientes por ejemplo el del Defensor del Pueblo y el de Protección y Bienestar Animal, va a culminar el proceso un año después de que se anunciase su inminente constitución. En este consejo se sientan representantes de cada grupo municipal y de 12 de entidades memorialistas, con una vocalía también para los sindicatos CCOO, UGT y CGT en reconocimiento a su trayectoria histórica en esta materia.
Cuestión diferente es la actividad que vaya a tener este foro, ya que sus funciones son las de seguimiento de la gestión local o colaborar en la elaboración de programas por parte de órganos municipales. Y en esto la tarea no va a ser precisamente ardua, ya que por segundo año consecutivo el gobierno de José Luis Sanz (PP) ha vuelto a dejar a cero la partida para memoria histórica.
Sin fondos para políticas memorialistas
En esto, el PP no se mueve un milímetro de la postura que defiende Sanz desde que es regidor: estas políticas son “impropias” de la administración local, ya que la competencia es autonómica. En consecuencia, toda actividad de este tipo lleva año y medio congelada, lo que incluye el desmantelamiento de la Oficina de Memoria o cualquier tipo de iniciativa.
Esto se tradujo en que en el presupuesto del Ayuntamiento de Sevilla para 2024 no sólo no se incluyó ni un euro para estas políticas, sino que se eliminó la partida que en 2023 (cuando gobernaba el PSOE) se reservó para iniciar los trabajos en la fosa común de Monumento en el cementerio de San Fernando, sobre el papel la más grande de la capital. Los 350.000 euros previstos no se destinaron a esta función porque –según alegó el PP– no daba tiempo a gastarlos, por lo que al final se procedió a una modificación presupuestaria para dedicarlos a otras cuestiones.
La Ranilla y Monumento
El siguiente paso fue que no se incluyeron fondos para políticas memorialistas en el presupuesto de 2024, y exactamente lo mismo vuelve a ocurrir en el proyecto para 2025 que ya ha puesto sobre la mesa el gobierno local. Esta línea de actuación viene provocando las reiteradas protestas del colectivo memorialista, que denuncia la paralización absoluta de estas políticas.
Además de esgrimir que no son competencias municipales, el equipo de José Luis Sanz utiliza de manera recurrente un doble argumento en materia memorialista. Por un lado, insiste en que no se paraliza nada de lo que estuviese ya en marcha (lo que incluiría el Centro de la Memoria Histórica previsto en la antigua cárcel de la Ranilla) y, por otro, que aportará los fondos necesarios cuando haya proyectos concretos en los que se implique la Junta de Andalucía. Este sería el caso de la fosa Monumento, sentido en el que las cuatro administraciones (los gobiernos central y andaluz, la Diputación y el Ayuntamiento) alcanzaron un acuerdo el pasado mes de marzo.
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