A pesar de que en estos días en las calles de Sevilla hay menos peatones que nunca, pocas veces el espacio público ha estado más desinfectado. Son las consecuencias de la pandemia de la COVID-19. Las imágenes que meses antes habíamos visto en la televisión procedentes de las poblaciones chinas, donde operarios fumigaban las vías públicas para matar al virus, los trabajadores con equipos de protección individual (EPIs) y sometidos a test para detectar el virus, se reproducen ahora en la ciudad casi desde el inicio del Estado de Alarma en España, el pasado 15 de marzo.
De un día para otro, el Ayuntamiento se ha visto obligado a poner en marcha medidas dirigidas no sólo a paliar la crisis económica y social que ha traído aparejado el confinamiento, sino también a diseñar y aplicar actuaciones para evitar literalmente el contagio de la enfermedad entre la ciudadanía. En estas medidas está especialmente implicada la empresa municipal de limpieza, Lipasam, y la Policía Local, que vigila en la calle el incumplimiento de las medidas de distanciamiento social y confinamiento decretadas por el Gobierno central hace ya un mes y medio.
Desde entonces, Lipasam reordenó sus servicios para prestar más atención al baldeo y desinfección de los espacios públicos con agua e hipoclorito, un producto desinfectante, que abarca las principales calles y plazas de la ciudad al menos una vez a la semana. Para ello, ha tenido que realizar nuevas contrataciones por valor de 1,2 millones de euros. Casi un millón de litros al día de esta mezcla desinfectante y en torno a 19.550 kilómetros de vías públicas hasta ahora es el balance en cifras de este dispositivo que incluye plazas públicas, calles, parques empresariales y otras zonas de tránsito. También se limpian y desinfectan las zonas de contacto de los contenedores de basura, según explican desde el Consistorio.
Pero además hay otros espacios públicos y privados que permanecen abiertos y donde se produce un tránsito importante de personas que, en algunos casos, pertenecen a colectivos de riesgo, como son las residencias de mayores, tanto públicas como privadas. En Sevilla capital hay una treintena de ellas, y allí también se coordinan los trabajos de desinfección a cargo de Lipasam. También en los 18 mercados de abastos repartidos por toda la ciudad, donde una vez a la semana se procede a su desinfección. Lo mismo ocurre en el entorno de los hospitales, en las dependencias de los Centros Sociales, los Centros de Información y Atención a la Mujer, las comisarías, la propia sede del Ayuntamiento y el edificio municipal Laredo, así como los colegios que forman parte de la red de garantía alimentaria, desde donde se reparten comidas a las familias en situación de riesgo. Con el permiso para salir a la calle de los menores, operativo desde el pasado domingo, también se baldean los accesos a los parques.
Cómo mantener la distancia en las callejuelas del centro
En este sentido, el Ayuntamiento ha anunciado esta semana la puesta en marcha de un plan progresivo para ampliar el espacio destinado al tránsito de peatones durante los fines de semana por la mañana (desde las 10 a las 15 horas) que garantice el mantenimiento de las distancias de seguridad durante el paseo con los menores.
Este plan da prioridad a las calles del casco antiguo más estrechas, donde se limitará el acceso de los coches en las calles Águilas y San Pablo, por las que sólo podrán pasar residentes y taxis. Lo mismo ocurrirá en la calle Betis, en el distrito de Triana. En ambas zonas, además de calles estrechas con escaso espacio de acerado, no existen grandes parques cerca, por lo que se hace más difícil el cumplimiento de la distancia de seguridad. La próxima semana se abordará por parte del Consistorio un plan de peatonalización de grandes vías en otros distritos.
Medidas físicas: mamparas, teletrabajo y límite de aforo
Este dispositivo de limpieza y desinfección tiene especial relevancia en las marquesinas de los autobuses, sobre todo, aquellas más concurridas. En el caso de los vehículos, es la propia empresa pública de transportes, Tussam, la que lleva a cabo una desinfección diaria. Además, se han establecido unos criterios de aforo limitado para garantizar el respeto de las distancias de seguridad para evitar contagios. Aunque el número de viajeros de Tussam se ha desplomado más de un 90%, el acceso a los autobuses se realiza por la puerta trasera y el pago del billete no puede hacerse en metálico. Los vehículos e instalaciones de la Policía Local y Bomberos también están incluidos en estos programas de desinfección.
Otras medidas puestas en marcha desde el Ejecutivo local para evitar contagios consisten en la instalación de mamparas en los servicios de atención presencial en los que se han señalado como esenciales: cementerio, servicios sociales y Centros de Información y Atención a la Mujer.
El resto de servicios públicos que no se han considerado esenciales son prestados de forma telefónica y telemática, si bien, con el progresivo desconfinamiento, estas medidas físicas de barrera se extenderán a aquellas instalaciones públicas que vuelvan a abrir sus puertas. Desde el pasado 15 de marzo, casi 2.000 trabajadores municipales trabajan desde casa a través de puestos de control remoto habilitados. Una cifra récord, pues antes de esta situación se partía de cifras mínimas de teletrabajo. Todo el personal de la Agencia Tributaria, Gerencia de Urbanismo y Emvisesa realizan teletrabajo.
Desde el Ayuntamiento no pueden concretar si será también la empresa municipal de limpieza la encargada de desplegar dispositivos de limpieza y desinfección de los comercios y establecimientos hosteleros, así como centros escolares, una vez que puedan volver abrir sus puertas de acuerdo al plan de desescalada aprobado esta semana por el Gobierno central.
Más de 7.000 test para los trabajadores de servicios esenciales
Este miércoles se han iniciado además las pruebas serológicas para detectar el virus a los trabajadores municipales del servicio de ayuda a domicilio el colaboración con la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Hasta este viernes, un total de 1.250 trabajadores serán sometidos a estos test serológicos.
En una segunda fase, y a la espera de recibir otros 5.800 test solicitados por el Ayuntamiento, se realizarán las pruebas a los trabajadores pertenecientes a otros servicios esenciales como Policía, Bomberos, Tussam, Lipasam, Zoosanitario, limpieza, Servicios Sociales, cementerio, servicios informáticos o Emasesa, según informa el Consistorio sevillano en una nota de prensa.
Entretanto, la Policía Local y Protección Civil, que se dedican a vigilar el cumplimiento de la distancia de seguridad, han visto aumentado su trabajo desde el pasado domingo, cuando se permitió la salida a los menores de 14 años acompañados de un adulto -padre o madre- durante una hora, a un kilómetro máximo de distancia de su domicilio. Según la información remitida por el Ayuntamiento, las patrullas de Policía Local que han estado en las calles desde ese día han realizado en torno a 3.000 actuaciones diarias para hacer cumplir las medidas de seguridad e impedir el acceso a los parques infantiles precintados, cuyo uso está prohibido.