En el día de San Fernando, patrón de la ciudad, el Ayuntamiento de Sevilla ha reconocido la labor y el mérito de personas y entidades que constituyen “el gran patrimonio” de la capital hispalense. Con este motivo, se ha celebrado un acto en el Palacio de Congresos que ha tenido como protagonistas a la actriz Paz Vega, nombrada ya hija predilecta de Sevilla; al músico Kiko Veneno, al que Sevilla “ha adoptado” este martes; así como a los otros 29 galardonados con la medalla de la ciudad “por haber contribuido a la convivencia y al progreso” de la misma, desde el mundo de la cultura, la docencia y las cofradías, entre otros ámbitos.
Antes de subir al escenario, la intérprete distinguida con el máximo reconocimiento que concede el Consistorio hispalense ha expresado ante los medios su “pasión” y “amor infinito” por la ciudad de la Giralda. “Es lo que nos une a todos y a todas”, diría horas después el escritor Paco Robles en nombre de sus compañeros galardonados con la medalla de la ciudad, pues ha sido el encargado de cerrar la ceremonia.
Tanto Paz Vega como Kiko Veneno han reconocido que no se esperaban recibir tales distinciones honoríficas que han acogido como “un regalazo”, en palabras del cantante. “Las mejores cosas de la vida no se piden, te las dan”, ha agregado este músico, que se suma desde este martes a la lista de hijos adoptivos de la capital andaluza. Honor que también se le ha entregado a título póstumo al recientemente fallecido José Elías Bonells, jefe adjunto al Servicio de Parques y Jardines hasta su jubilación.
Recogida de medallas y a seguir “guisando”
Junto a ellos, otros galardonados en este “día grande” (y de “grandes emociones”) para la ciudad han compartido su agradecimiento e “ilusión” por haber sido reconocidos con la medalla de Sevilla. “Es lo más grande que me podía pasar”, ha confesado a este periódico María Jesús Pérez Bancalero, “la Chari”, propietaria del emblemático bar Kiko de la Alfalfa que ha acudido a recoger la medalla “nerviosa no, pero contentísima sí”. “Yo lo que he hecho es trabajar mucho para sacar mi casa y mis hijos adelante y he tenido la suerte de que ha venido mucha gente a mi casa”, ha manifestado esta cocinera en alusión a su bar, que si bien esta jornada no ha contado con su presencia por causa más que justificada, asegura que “yo sigo guisando” y mañana, recuerda, toca “arroz con gambas como guiso del día”.
La ceremonia de entrega de estos honores ha arrancado con los sones del Intermedio de Las bodas de Luis Alonso de Gerónimo Giménez, para reivindicar Sevilla como “ciudad de la zarzuela”. De hecho, la música ha jugado un papel central en el acto, no solo por cuanto muchos de los premiados pertenecen a este mundo (como el propio Kiko Veneno, el cantaor José de la Tomasa, la compositora Elena Mendoza López o el músico Gualberto García Pérez), sino también por haber contado con diferentes actuaciones que han contribuido a amenizar y ambientar la ceremonia.
En general, la cultura ha vuelto a ocupar un lugar preeminente en este evento. De ahí que se haya premiado la trayectoria de actores como Paz Vega y Justo Ruiz, el talento de artistas como Pilar Albarracín y de cineastas como Remedios Málvarez y Laura Hojman, y el virtuosismo con las palabras de la poeta Pilar Alcalá y los periodistas y escritores Paco Robles y Manuel Gallardo. Además de este sector, también han sido distinguidos con la insignia de la ciudad ilustres personalidades de la esfera de la docencia y la investigación como Julio Cabero, Rosa Muñoz, Rocío Plaza, Carmen Mena, María del Mar Loren o Emilio Gómez González, a título póstumo.
Por otro lado, se ha reconocido también el compromiso y los valores cívicos de sevillanos como Santiago Agüero Muñoz, docente y miembro activo de la Asociación ‘Cultura por la paz’, o Miguel Rosa Castejón. Y en este sentido también se ha puesto en valor el papel que desempeñan en la ciudad nueve entidades, como la hermandad del Cristo de Burgos, la hermandad de Pino Montano y la sacramental de Santa Marta (con mención especial a su iniciativa social para apoyar a los refugiados del pueblo ucraniano), junto al Cicus de la Universidad de Sevilla en su 20 aniversario o la Peña Bética Puerta de la Carne, por ser la primera peña bética de España, entre otras.
Sevilla, diversa y enriquecedora
Para el final se ha dejado a quienes han recogido los mayores distintivos de la gala. Ha sido entonces cuando José María López Sanfeliú - “para que nos entendamos, Kiko Veneno” - se ha proclamado hijo adoptivo de la ciudad en la que “ha desarrollado su vida y su talento”, tal y como lo han presentado los conductores del evento. “Es muy bonito ser reconocido en el lugar donde has pasado toda tu vida. Donde te has esforzado por encontrar las palabras y las melodías para todos”, celebraba el músico catalán en sus redes sociales cuando recibió la noticia que ha podido vivir en primera persona este día de San Fernando.
También de Cataluña era José Elías Bonells, el otro hijo adoptivo que ha nombrado esta edición el Ayuntamiento de Sevilla, fallecido en agosto de 2022 a los 87 años. “Mis jardines favoritos son todos los de Sevilla que he considerado como míos”, son algunas de las palabras que evidencian la dedicación del “jardinero mayor de Sevilla”, tal y como lo inmortalizó el escritor Fernando Iwasaki.
Por último, Paz Vega ha sido condecorada como hija predilecta de su ciudad. Esa con la que ha compartido sus logros y éxitos a lo largo de toda su trayectoria como actriz internacional. El broche final del acto institucional lo ha puesto Paco Robles, valorando unos premios que han reunido en un mismo escenario a un grupo de personas que es en sí mismo como la ciudad: “Heterogéneo, diverso, variado”, a veces “contradictorio”, pero “siempre enriquecedor”.