La profesora doctora de la Universidad de Sevilla que había sido denunciada por plagio por hasta tres investigadores y con desautorizaciones de varias de sus publicaciones en revistas especializadas ha sido apartada temporalmente de la docencia, según fuentes oficiales de la Hispalense. El Departamento de Historia de América, reunido en consejo urgente este martes, ha propuesto la modificación del Plan de Asignación de Profesorado (PAP) a instancias del vicerrector de Profesorado y ha solicitado su sustitución por un nuevo docente. A partir del consejo departamental, la profesora doctora Sandra Olivero no impartirá clases en tanto en cuanto la Hispalense no resuelva las acciones que pueda estar llevando a cabo en este asunto, al objeto del “garantizar el buen desarrollo académico de los títulos”, detallan las fuentes de la Universidad.
La decisión se ha tomado con base a la “recomendación” hecha llegar por el Defensor Universitario a raíz de la situación generada tras la queja formal por parte de los alumnos del Máster de Estudios Americanos. La resolución, que no supone una suspensión cautelar con otros efectos más allá del hecho de no impartir clase, llega más de dos años después de la primera denuncia por parte de un investigador de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), a la que se han ido sumando otros investigadores, varias revistas y, finalmente, los estudiantes, que ha sido la que realmente ha servido para que el Defensor Universitario hiciera llegar la petición de explicaciones al vicerrector de Profesorado y éste al departamento directamente afectado. El PAP no se suele cambiar a estas alturas de curso, señalan las fuentes, que aluden a causas de fuerza mayor o situaciones excepcinales como la sobrevenida.
Los alumnos, que junto a otros estudiantes universitarios a finales de noviembre habían dado la voz de alarma ante esta situación, no comenzaron este lunes sus clases del segundo cuatrimestre como estaba previsto, ya que la docencia del máster, a causa de este cambio, se retrasa una semana a causa de la redistribución de materias.
El Departamento de Historia de América, que trasladó el caso al Vicerrectorado de Investigación en enero de 2015 sin que hasta ahora haya obtenido respuesta, ya hizo constar su protesta por la “lentitud” a la hora de tomar decisiones al respecto en una carta remitida a la comunidad universitaria a mediados del pasado enero. La normativa, decían los catedráticos y profesores firmantes, “lamentablemente impone el silencio institucional lo que, unido a lo dilatado de los procedimientos, ha generado situaciones muy delicadas y complejas en el seno de nuestro departamento”.