Tras la de Mairena del Alcor, que es el primer gran evento del calendario festivo andaluz en primavera, le llega el turno a la Feria de Abril de Sevilla. Y lo hace en la que es la edición de la recuperación tras dos años suspendida por la pandemia, pero que curiosamente en las semanas previas ha estado más marcada por otra cuestión: el conflicto con los caseteros, que llegaron a convocar una huelga al considerar que la reforma laboral hace imposible su actividad. Al final las aguas volvieron a su cauce y con la misma normalidad va a actuar el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, que no prevé medidas especiales y anuncia una campaña de inspecciones como siempre. Es decir, que no habrá un desembarco masivo de inspectores tras la tormenta.
Este precisamente era uno de los temores expresados por los caseteros tras la tormenta, que el Ministerio fuese a actuar ahora con un celo excesivo. De hecho, en algunas de las reuniones que se mantuvieron durante el conflicto las partes tuvieron la sensación de que los empresarios temían una avalancha de inspectores que, a su juicio, se iban a encontrar con que la reforma laboral había convertido en ilegales ciertas prácticas habituales en el sector.
Lo cierto es que ni los principales sindicatos (CCOO y UGT) han reclamado que se aprieten las tuercas en este sentido, y esa va a ser la línea que siga Trabajo, afrontar esta Feria de Abril con normalidad. Nadie quiere ahora transmitir la sensación de que se ha desatado una especie de persecución en base a una presunción de culpabilidad, después de un conflicto que incluso llegó al Congreso de los Diputados.
Las actuaciones “que procedan”
Desde el Gobierno central se incide en que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social no puede informar sobre su programa de actividades porque esta información “afectaría al éxito de la actuación inspectora”. En este sentido, se apunta que, “como es habitual”, se realizarán las actuaciones de control “que procedan en la Feria de Abril” tanto desde el punto de vista de economía irregular como de condiciones de trabajo. En la Feria, se subraya, “y en todos aquellos eventos en los que resulte necesario comprobar las condiciones de trabajo de las personas trabajadoras”.
CCOO y UGT tampoco consideran que tenga que producirse ahora una avalancha de inspecciones. “Los inspectores que hagan el trabajo que tengan que hacer, que saben cómo localizar los problemas”, apunta en este sentido el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios de CCOO en Sevilla, José Antonio Frejo. “Lo que se ha demostrado es que la reforma laboral no obstaculiza en nada esta actividad laboral, y que el problema del exceso de jornada se soluciona contratando a más gente”, señala, al tiempo que incide en que “han sido los propios caseteros los que se han puesto en el punto de mira” al reclamar jornadas de más de 14 horas. “Lamentablemente siempre hay irregularidades, lo que es significativo es que haya quien lo normalice y hasta diga que es lo tradicional”.
Por su parte, la responsable de Hostelería y Turismo de UGT Andalucía, Estrella Salas, resalta que como sindicato “nunca vamos contra un colectivo”, y que con carácter general lo que reclaman a los empresarios es “seriedad, respeto y cumplimiento de las condiciones legales para con sus trabajadores”. A la Inspección de Trabajo, por su parte, “le pedimos esfuerzo para asegurar que esto es así”. “Con los caseteros ni tenemos ni pretendemos tener ninguna guerra, han sido algunos de ellos los que han intentado abrir conflictos y problemas inexistentes con el único propósito de legalizar lo que era, es y seguirá siendo ilegal”.
Sin datos segregados
Por cierto, ¿cuántas inspecciones se llevan a cabo en una celebración de este tipo? Pues no hay datos, porque “a pesar de que las actuaciones de la Inspección en la Feria de Abril se realizan todos los años”, no aparecen desglosadas en el conjunto de las actuaciones que se llevan a cabo. Es lo mismo que ocurre con cualquier otra fiesta local, ya sea Semana Santa, las Fallas o la Feria de Málaga.
Así las cosas, las cifras que aporta el Ministerio de Trabajo son las inspecciones que se desarrollan en el sector de la hostelería. En 2019 en la ciudad de Sevilla se realizaron 2.534 actuaciones, un 0,9% más frente a las 2.512 de 2018, que fue el año en el que se dio un salto considerable si se tiene en cuenta que en 2017 fueron 2.036. Es decir, que entre 2017 y 2019 las inspecciones crecieron más de un 24%.
El grueso de las actuaciones son en materia de economía irregular, que suponen cerca del 50% del total, aunque también se hacen actuaciones específicas en materia de tiempo de trabajo. Y en cuanto a los motivos más frecuentes de infracciones, teniendo en cuenta que hablamos en general del sector de la hostelería en Sevilla capital, la mayor parte son en materia de economía irregular y trabajo de extranjeros, por encontrarse trabajando personas sin dar de alta, e incluso con posibilidad de compatibilización de prestaciones o extranjeros/as en situación irregular.
Aproximadamente el 50% de las infracciones son en materia de economía irregular. En 2019 hubo un total de 297 sanciones, correspondiendo 145 de ellas a la campaña de economía irregular, mientras que en 2018 se detectaron 242 infracciones (132 dentro de dicha campaña).