Todas las partes, empezando por el Gobierno central, confían en que el paro convocado por los caseteros en el arranque de la temporada de fiestas en Andalucía –cogiendo de lleno a la Feria de Abril de Sevilla– no se concrete finalmente. Tras un lunes en el que los propios empresarios parecían reconsiderar la cuestión tras reunirse con el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Carlos Toscano, este martes han mantenido un encuentro con el sindicato UGT y la cuestión es que en principio mantienen como clave su reivindicación de implantar jornadas laborales de 14 horas.
“Quieren legalizar la jornada de 14 horas sin el límite que imponen los descansos, esto es el tajo a destajo”, resumía de manera bastante gráfica la responsable de Hostelería y Turismo de UGT Andalucía, Estrella Salas, presente en una reunión en la que los caseteros han reclamado poder hacer contratos eventuales sin límites ni condiciones. “Lo que pretenden es legalizar la esclavitud”, abundaba.
La Asociación Andaluza de Hostelería de Feria, convocante de este paro, apoya su reivindicación en dos pilares: la duración de la jornada y los tipos de contratos que se pueden hacer. Reclaman un régimen especial, al entender que la reforma laboral recién aprobada “introduce importantes limitaciones a la contratación temporal”, cuando en una feria necesitan “plena disponibilidad y horarios prolongados de atención al público”, tal y como rezaba el comunicado de la semana pasada con el que anunciaron los paros, ya que este martes la entidad ha optado por no hacer declaraciones.
Hay fórmulas suficientes
Desde UGT se insiste en que la reforma legislativa no ha tocado la duración de la jornada laboral (y las obligatorias 12 horas de descanso) y que ofrece opciones más que suficientes para las necesidades de los feriantes. “Se inventan restricciones en contratación indefinida que no existen”, incide Estrella Salas, mientras que desde CCOO el secretario de Acción Sindical de la Federación de Servicios, José Antonio Frejo, coincide en que hay fórmulas como combinar fijos discontinuos con contratos temporales, que tienen un límite de 90 días al año.
Ambos sindicatos han ofrecido asesoramiento en cuanto a las posibilidades de contratación que ofrece la reforma laboral, tal y como están haciendo por ejemplo las empresas de catering. Lo que no tiene solución es lo de alargar el tiempo de trabajo, “no se pueden legalizar jornadas de 14 horas”, insiste Frejo, para quien esta reivindicación “sería rocambolesca si no fuese lamentable”. “No están mal informados y dudo que carezcan de inteligencia; quieren lo que quieren, que es carta blanca”, apostilla Salas, que ve “tintes políticos” en la protesta.
Así las cosas, los caseteros insisten en que solo les quedan dos opciones: duplicar plantillas o dejar sin atender las barras de las casetas durante varias horas al día, de ahí su insistencia en poder prolongar las jornadas indefinidamente. “Temen que se van a incrementar los controles y que les van a coger con el carrito de los helados”, sospecha Estrella Salas, que lamenta que “es muy habitual la vulneración de la ley” en todo lo relacionado con las condiciones laborales en el sector.
El papel de la Inspección de Trabajo
“Quieren legalizar una economía muy informal”, añade José Antonio Frejo, para quien la cuestión de la jornada laboral es “irresoluble” por lo que imponen el Estatuto de los Trabajadores y el propio convenio de la hostelería en Sevilla, con un máximo de 10 horas diarias. “La Inspección de Trabajo tendrá que hacer su labor”, añade.
A todo esto, y mientras pese a todo se confía en una resolución que podría ser cuestión de horas, lo que se está produciendo es una politización del conflicto. La afirmación de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (UP), de que es una “fake new” el que la reforma laboral “toque” la jornada de trabajo era contestada desde Sevilla por Vox acusándola de “demonizar injustamente a los caseteros” y de tildarlos de “esclavistas”.
Desde el PP provincial también se intenta pescar en estas aguas, instando al Gobierno central a que “actúe ya” ante la “incertidumbre” de los caseteros. “La reforma tiene flecos sin resolver que se están viendo ya en algunos ámbitos, como el de los caseteros, la relación entre universidad y becarios o la agricultura”, apuntaba la presidenta de los populares sevillanos, Virginia Pérez, al tiempo que también cargaba contra Yolanda Díaz al criticar que “las fake news de las que habla son el sustento de miles de familias en la provincia. Por cierto, que de seguir adelante este paro la primera feria afectada sería la de Mairena del Alcor, municipio sevillano gobernado precisamente por el PP que arranca su celebración el próximo 20 de abril.