Trabajos de Fin de Grado defendidos en plena calle: el cierre del Rectorado altera el fin de curso en la Universidad de Sevilla

El cierre casi total del Rectorado de la Universidad de Sevilla para impedir la entrada de miembros de la acampada propalestina continúa pese al “violento desmantelamiento” de la misma la pasada madrugada del lunes 10 de junio. Así, según ha podido comprobar SevillaelDiario.es, la entrada al Rectorado sigue siendo limitado. De hecho, el acceso es únicamente a través de la Avenida del Cid, y está restringido exclusivamente a miembros de la comunidad universitaria que, con justificación de examen, necesiten acceder. Los estudiantes con examen sí han podido entrar. Sin embargo, muchos universitarios no han podido acceder para presentar sus Trabajos de Fin de Grado (TFG). Unos lo han acabado haciendo en la calle o se les ha emplazado a otra fecha, alterando significativamente el calendario académico.

Esta mañana, varios estudiantes de Filología, facultad ubicada en el edificio situado en la antigua Fábrica de Tabacos donde se encuentra el Rectorado, no han podido defender sus TFG porque el personal de seguridad no les ha permitido el acceso al interior del edificio. Así, de forma improvisada, algunos alumnos se han visto obligados a defender sus trabajos frente a sus profesores en plena calle como alternativa ante el blindaje de la institución educativa.

Lugar alternativo

En un comunicado, y ante el despliegue generado en redes, la decana de la Facultad de Geografía e Historia (también ubicada en el mismo inmueble) ha afirmado que desconoce hasta cuándo se extenderá esta situación. Por ello, ha ofrecido a los estudiantes la posibilidad de realizar la defensa de los TFG de forma online o en el Centro Internacional, “ubicación que ha puesto el Rectorado a nuestra disposición”.

Parte del alumnado interpreta esta situación como un “acto de represalia por parte del rector, Miguel Ángel Castro, que busca impedir el desarrollo normal de la actividad académica” y con ello “generar un sentimiento en contra del movimiento propalestino PalestinUS”, al que culpa de “interrumpir la actividad universitaria”.

El Rectorado, por su parte, continúa defendiendo que este estricto control se mantiene debido a los “incidentes producidos ayer en las verjas de acceso”, que “los TFG han podido realizarse hasta mitad de la mañana” y que, al considerarse “actos públicos”, se ha planteado como alternativa realizar la defensa en otros centros de la Universidad de Sevilla. Los estudiantes han aclarado que este “altercado se trata de una sentada pacífica en la puerta de la Avenida del Cid, la entrada menos transitada”.

Cierre de las bibliotecas

Este desarrollo anormal de la actividad universitaria ha desembocado también en el cierre de bibliotecas, algo que estudiantes y profesores de PalestinUS califican de “muy grave”, teniendo en cuenta que se encuentran en periodo lectivo de exámenes, cuya segunda convocatoria se extiende en muchos casos a la primera quincena de julio. Ante esta queja, el Rectorado ha respondido afirmando que la asistencia “se había visto reducida”, que “hay plazas libres en todas las otras bibliotecas de la US del entorno” y recuerda que “el periodo de exámenes ya está acabando”.

Estos hechos solo han servido para avivar las llamas de las dos movilizaciones acaecidas en la mañana y la tarde del pasado martes, en las que estudiantes y profesores propalestinos –apoyados por representantes de Podemos y Adelante Andalucía– se concentraron para exigir la dimisión del rector, Miguel Ángel Castro. Este encuentro no solo fue una respuesta directa al desalojo “violento” de los estudiantes encerrados en el decanato de la Facultad de Filología, sino también un reflejo de un malestar creciente frente a políticas percibidas por algunos miembros de la comunidad universitaria como “represivas”.

Recogida de firmas en Change.org

Esta petición de dimisión al rector ha sido respaldada desde el Consistorio hispalense por el concejal de IU, Ismael Sánchez, quien ha impulsado una recogida de firmas en Change.org en la que solicita que el Ayuntamiento declare “persona non grata” a Miguel Ángel Castro, al que culpa de haber protagonizado un “abuso de poder al vulnerar derechos fundamentales” en el desalojo del decanato.

Paralelamente, alumnos y profesores han iniciado otra recogida de firmas mediante un formulario de Google pidiendo la dimisión del rector por su “proceder en relación con la acampada de estudiantes contra el genocidio en Palestina”.