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La actividad vuelve a los arrozales de las marismas del Guadalquivir, la mayor zona de producción en España de este cereal. Después de que el año pasado no se sembrara por la dramática falta de agua, las precipitaciones caídas esta primavera le han dado una vuelta sustancial a la situación. De esta manera, está previsto cultivar unas 25.000 hectáreas entre finales de mayo y principios de junio, lo que supone unos 5.000 puestos de trabajo.
Esto es posible gracias a que las precipitaciones ha permitido aumentar las dotaciones de agua para riego, de manera que en esta campaña se elevan hasta dos tercios de lo máximo que se puede autorizar. Esto supone 264 hectómetros cúbicos, cantidad autorizada por la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
El panorama que se avecina lo celebra el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Mauricio Soler, quien en declaraciones a Europa Press ha mostrado “la ilusión” de esta temporada después de no poder sembrar nada el año pasado y sólo poder sembrar el 30% de las 27.000 hectáreas disponibles el anterior por falta de agua. “Solo se sembró un 30% y, por tanto, no fue un buen año” tanto por “las malas condiciones del río” –con una alta salinidad y con apenas caudal ecológico– como por las altas temperaturas del mes de julio.
Láser para nivelar las tierras
Para llegar al día con las tareas hechas, los arroceros sevillanos ya están cultivando las tierras para a continuación pasar el láser para nivelarlas. “Luego vendrá el abono, taparlas, ya meter el agua y sembrar”, ha detallado.
Asimismo, el sector arrocero sevillano siempre llama la atención sobre la capacidad de “devolver cristalina el 75% del agua que captan con materiales en suspensión”, lo que les convierte en “un filtro del río”. A esto unen que son “la despensa de Doñana”, ayudando a su diversidad de flora y fauna.
La siembra será posible gracias a las lluvias que cayeron en Andalucía especialmente, en marzo. Y es que la precipitación media acumulada durante ese mes en los embalses de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir fue de 209 litros por metro cuadrado (l/m2), una cifra un 194% superior a la media histórica del mismo mes (71 l/m2).
Buenos registros
Esto supone que es el tercer mayor valor registrado durante este mes en los últimos 40 años, por detrás solo de marzo de 2013 y 2018, según recoge el Informe Pluviométrico que elabora mensualmente la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).
Además, los embalses andaluces han ganado un hectómetro cúbico en la última semana y, por tanto, mantienen su reserva de agua en el 43,8% de su capacidad, acogiendo 4.863 hm3 de agua en total, según los datos facilitados por el Miteco. Con estas cifras, en el cómputo total ya se ha sobrepasado la reserva de agua que se registraba en este mismo periodo del año pasado, cuando se estaba al 26,7% y se acumulaban 2.967 hm3.