Opinión y blogs

Sobre este blog

Economía de Casino

(Three years ago…)

Una mañana, tras un sueño hipertranquilo, Esperanza se levantó convertida en un duende de jardín.

Espe, que no se arredra ante nada, bajo al patio de su palacete sito en el barrio de Maravillas (donde se encuentra según el Levítico 2,11 una de las Puertas del Infierno), en concreto en la calle Jesús del Valle, paralela a Madera y perpendicular a Pez y Espíritu Santo (una geolocalización muy cristiana, que, mira, ya sabéis ubicar de paso, por si necesitáis ir a tirar bombas fétidas o yogures caducados cualquier noche de after) y entre el frondoso vergel encontró a Mr Adelson, que, como todo el mundo sabe, es el Rey de los Duendecillos de Jardín.

—Eh, tú, Adelson, rey de los Duendes, ¿me puedes explicar qué coño me ha pasado?

—Ahora eres una de las mías.

—¿Pero tú estás tonto, o qué? Tengo a las doce un pleno que reventar y cuatro decretazos pro sanidad de élite. Devuélveme mi forma de lideresa, ¡ya!

—NO es tan fácil, Hope. Necesito que me des algo a cambio.

—¿Yo? ¿Y qué te puedo dar yo? Si no tengo nada a mi nombre. Esto que ves es todo de mi marido, de mis criaturas...

-Necesito que me ayudes a cumplir un sueño. Ven, siéntate a mi vera.

—No puedo flexionar las piernas, soy un duende de jardín y estoy en beguinners. ¡Qué incómodo, tú!

—Verás, he atravesado océanos de tiempo y estaciones de servicio para hacerte partícipe de una visión. He tenido un satori y ahora creo. Creo en un espacio que sea, aproximadamente, como cuatro veces la extensión del Parque del Retiro con un proyecto de ocio, de juego, con un resort para ancianos de movilidad reducida, niños rubios...

—¿De qué vas, Adelson? ¿Te crees que has inventado la Coca-Cola? Eso ya está hecho: Marina D'or, Port Aventura. Y a día de hoy no son rentables, te lo digo yo.

—¿Y a quién le importa que sean rentables una vez construidos, alma de cántaro? Lo que hay que hacer es trincar antes de abrirlos, ¿no has oído decir que lo importante es el proceso y no el resultado? Déjame seguir... Creo en una casa de apuestas inmensa, con 6 casinos y millones de máquinas tragaperras que acompañen con su cántico la soledad de mil almas desplazadas desde todos los lugares del mundo sólo para bañarse en la fuente de nuestra sabiduría y confort: hoteles, campos de golf, consumo de lujo internacional...

—¿Crees que eso podría duplicar el acceso de turistas internacionales a mi ciudad?

—Por supuesto, Hope. Además, reflotaríamos la maltrecha burbuja inmobiliaria, la especulación sobre el suelo volverá a florecer como en los locos 2000, las grandes empresas constructoras nos adorarán, los pueblos donde coquetearemos con instalarnos también, venderemos El Dorado del empleo, enfrentaremos a municipios, todos nos querrán... Y ahí es donde entras tú. Si me prometes una buena superficie en uno de tus feudos, ¡te convierto otra vez en humana, quiero decir, en villana!

— A ver... Paracuellos, Valdecarros, Alcorcón. Tengo por ahí algunos territorios de esas características, totalmente reformados, a estrenar, con mucha luz, electrodomésticos nuevos, portero físico. Mejor verlo. ¿Cuándo quedamos y te los enseño?

—Un momento. ¿Sabes que tendrás que lidiar con muchos desarrapados esos de la izquierda, de esos que huelen mal y están gordos, con el pelo grasiento? Este plan supone una amenaza medioambiental y sociolaboral muy gorda, los asalariados de Las Vegas Sans, mi transnacional, sin ir más lejos, tienen prohibido sindicarse... you know.

—Adelson, eres más malo que JR y todos los Bush juntos. ¿Qué os dan de desayunar en Texas?

—Jojojo. Estamos hablando de 17.000 millones de euros, ¿te ves capaz, Hope?

—Hostia. ¿Vosotros cuánto ponéis?

—30%, as usual.

—Mmm, ergo el 70% va a tener que ser financiado por alguna entidad de las que están empezando a necesitar ayuda estatal. Eso suena a privatizar el dinero público, creo que tengo las bragas de duende de jardín empapadas en estos momentos, si me permites la confianza. Financiaremos Eurovegas gracias a uno de los bancos previamente salvados por el estado. ¡Me gusta!

—¿Zapatero será un obstáculo para empezar?

—A ese le quedan dos telediarios y Sebastián, su Ministro de Industria, es de los nuestros, sabe que las crisis son caldo de cultivo para las prebendas... ¡Jugará en nuestro equipo! Tú vete redactando contratos... Jóder, ¡y hazme humana, ya, que no llego a inaugurar las cinco bibliotecas vacías de Calatrava que se inauguran hoy en Valdemíngomez!

—Ok, ¡ale hop!

Espe recuperó de súbito su cuerpo bípedo de lideresa villana en pijama. Cuando se dirigía hacia el umbral de su humilde morada, el enano le cerró el paso con aviesa mirada...

—Just a second, Hope. Pactemos la letra pequeña.

—Va, tío, qué pesao eres. Venga, súbete a mi cuarto y mientras me arreglo, me vas contando...

(En el cuarto de Espe, sonido de ducha y atmósfera vaporosa)

—¡Metro, Cercanías, estación de Ave y todas las Infraestructuras las ponéis vosotros!

—De acuerdoooo, Adelson. Pásame la toalla. Esto va a ser una jugada maestra: instrumentalizaremos la situación dramática de desempleo que habrá a partir de 2011, la desesperación les hará creer en que la especulación inmobiliaria nos volverá a enriquecer, a generar ¡empleo! ¿Me echas un poco de crema en la espalda?

—Ahhh, tenemos que hablar de una cosita. ¿Tienes un cigarro?

—Aquí no se puede fumar.

—De eso mismo quería hablarte, Hope...

Nos alejamos cual cámara aérea de las dependencias señoriales de la reina del casino, la jefa de todo esto, la futura lideresa del Carajillo Party, la de los grandes planes, la imparable, la destructora...Esperanza.

(Three years ago…)

Una mañana, tras un sueño hipertranquilo, Esperanza se levantó convertida en un duende de jardín.