España está atascada en educación financiera. El alumnado de 15 años obtiene 486 puntos en las pruebas de conocimientos financieros realizadas dentro del informe PISA de la OCDE, un dato muy similar al de ediciones anteriores (484 puntos en 2012, 469 en 2015, 492 en 2018) y que está 12 puntos por debajo de la media de la OCDE.
España queda así en el puesto 12 de 20 países analizados, a 41 puntos de Bélgica, que encabeza la tabla, y a 80 de Malasia, que la cierra. En el entorno de puntos de España están Noruega y Hungría, justo por encima, o Italia y Emiratos Árabes, justo por debajo.
España destaca en los extremos. Tiene más estudiantes en la parte baja, sin apenas conocimientos financieros (un 17% no alcanza el nivel básico, según la organización), un colectivo que “en el mejor de los casos pueden identificar productos y términos financieros comunes, reconocer la diferencia entre necesidades y deseos, y tomar decisiones sencillas sobre gastos cotidianos en contextos en los que es probable que se encuentren”, según describe la OCDE.
En el otro lado, apenas el 5% del alumnado alcanza el nivel más alto de competencia financiera, menos de la mitad que la media del resto de países (11%). Con este nivel, “los estudiantes pueden analizar productos financieros, resolver problemas financieros no rutinarios y mostrar una comprensión del panorama financiero”, explica la nota publicada por la OCDE.
El rendimiento en competencias financieras relaciona directamente con el de matemáticas y lectura, explica la organización. “En España, alrededor del 76% de la variación en el rendimiento de los estudiantes en conocimientos financieros podría explicarse por el rendimiento en matemáticas y lectura (frente al 80% de media en los países de la OCDE), mientras que el 24% de la variación en la puntuación se debe a otros factores, incluidos aspectos exclusivos de la educación financiera”.
Cuando se desgranan los resultados, se observa que chicos y chicas rinden parecido, con una ligera ventaja para los varones (cinco puntos). El alumnado mejor ubicado socioeconómicamente obtiene 73 puntos más que sus compañeros más humildes, un dato por debajo de la media OCDE (87 puntos) que muestra –es habitual en estas pruebas– que España es un país más equitativo, con menos diferencias. En global, dice la OCDE, el 10% de la diferencia en el rendimiento entre unos y otros se explica a partir del origen socioeconómico.
En relación a esto también hay una mención específica a los inmigrantes, que obtienen 30 puntos menos en competencia financiera. Según la OCDE, prácticamente toda la diferencia entre nativos e inmigrantes se explica a partir del estatus socioeconómico.