El 60% de los jóvenes sienten que ningún político les representa: “Votaré solo por no ponerle alfombra roja a la ultraderecha”

Paula del Toro

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Natalia (24 años) ya ha votado por correo para este 23J. Lo hizo, explica, porque cree que es necesario para que la democracia española sea “plena” y piensa que todas las opiniones deben estar presentes en el sistema político del país. Sin embargo, esta joven madrileña del barrio de Vallecas no se siente representada por el marco político actual y la forma de actuar de los partidos, sean del color que sean: “Está claro que nuestro sistema político está hecho para que puedan cambiar las cosas según la opinión de la población. A pesar de ello, pienso que el sentido de mi voto –las ideas que tengo y he querido que tengan representación– se olvida en las instituciones a la hora de la verdad. La mayoría de veces, los debates se acaban centrando en intereses partidistas en lugar de luchar por los de la sociedad”, sostiene. 

Ella entra dentro de ese 59% de la juventud española que afirma no sentirse representada en el sistema político de nuestro país, según la encuesta ‘¡Rompe el cristal!’, que recoge la opinión de más de 7.000 jóvenes de entre 14 y 30 años respecto a los retos de la política actual española, realizada por el Consejo de la Juventud de España (CJE) y la empresa de consultoría de participación ciudadana Osoigo Next. A pesar de este dato, que puede verse como un motivo de abstención de la ciudadanía más joven, el 86% de los encuestados con derecho a voto declara que acudirá a las urnas el próximo domingo.

El nivel de confianza de los jóvenes en los partidos políticos también destaca entre los datos recogidos: de los entrevistados, el 41% muestra un grado de confianza positivo en el sistema y el 57% no cree en la franqueza de los partidos políticos. Dani, de 24 años y vecino del barrio de Aluche (Madrid), comparte opinión con Natalia y expresa esa falta de seguridad en los representantes políticos porque, piensa, ellos “no tienen los problemas que tenemos la mayoría de la población en nuestro día a día”. “En el momento en el que una persona entra en la burbuja de la política se convierte en una persona privilegiada hablando de los problemas de los que no lo somos. Las campañas están llenas de grandes promesas pero siempre llega un momento en las legislaturas en el que los políticos se alejan de las necesidades de los ciudadanos y dejan de representar los intereses por los que les votamos”, reflexiona. 

Me guste o no, sus decisiones influyen directamente en mi vida y nos estamos jugando nuestros derechos: los de los trabajadores, los de los mayores, los de las personas del colectivo LGBT y los de las mujeres, entre otros

Aun así, Dani va a votar en estas elecciones generales a la izquierda porque, aunque no le represente, siente que no puede mirar a otro lado. “Todo es política”, sentencia. “Es necesario votar porque no es lo mismo que gobierne un partido u otro. Me guste o no, sus decisiones influyen directamente en mi vida y nos estamos jugando nuestros derechos: los de los trabajadores, los de los mayores, los de las personas del colectivo LGBT y los de las mujeres, entre otros”, concluye el joven en conversación con elDiario.es.

“Mi confianza en los políticos no es nula, pero sí pésima. Pienso que actúan, estén en el poder o no, con bastante ego. Se olvidan de todas las promesas que habían hecho para el bien común, muestran una imagen triunfalista cuando realmente a la gran mayoría de los votantes nos da igual quién esté por delante del otro y quién saque más pecho en el Congreso de los Diputados”, opina Natalia. En cuanto al grado de confianza en las instituciones, el 50% de los jóvenes entre 14 y 30 años afirman confiar en el Congreso y un 39% en el Senado. Solo un 37% declara tener esperanzas ante la forma de actuar de la figura del Jefe del Estado, según la encuesta.

“¿Emancipación? Es un lujo inaccesible con nuestros sueldos”

Entre los encuestados de ‘¡Rompe el cristal!’, la política de vivienda, como condición de posibilidad de emancipación y de constitución de un proyecto vital propio, ha sido seleccionada por un 74% como elemento prioritario a abordar por el futuro Gobierno, lo que ratifica, una vez más, que se ha convertido en uno de los principales desafíos y problemática de la juventud española. Es una prioridad que crece con la edad, el 79% entre quienes tienen entre 26 y 30 años. 

José (29 años), votará este 23J en un sistema que no le representa porque “la alternativa a no votar es extender una alfombra roja para que gobierne la derecha junto a la ultraderecha”. Cree que sería un error abstenerse, ya que contribuiría a la formación de un Gobierno que puede retroceder en derechos. Además, piensa que hay algunos partidos que se comprometen más que otros en las materias que piensa que tendrían que tener prioridad en los próximos cuatro años de legislatura, como la vivienda: “Mi principal preocupación en estos momentos es sin duda la vivienda, ya que es un problema que se come gran parte del salario de los jóvenes de este país. Esto tiene que ir ligado directamente con la mejora de las condiciones laborales de la gente de nuestra edad. Necesitamos salarios dignos para construir una vida que sea algo más que subsistir, que es algo a lo que los jóvenes estamos siendo abocados. Tenemos sueldos muy similares a los que tenían los españoles en 2002 cuando entró el euro en circulación, pero ahora la vida es sustancialmente más cara”, sostiene.

Según las opiniones recogidas por la encuesta, existe una preocupación generalizada por el acceso a una vivienda digna y asequible para los y las jóvenes. Se menciona la necesidad de regular los precios del alquiler, facilitar la compra de viviendas, crear vivienda pública y tomar medidas contra la especulación inmobiliaria. Se demandan políticas que garanticen un acceso justo y equitativo a la vivienda, evitando la exclusión y la falta de opciones habitacionales. Además, se plantea buscar un equilibrio entre los derechos de los propietarios y la necesidad de vivienda de la población.

Coincidiendo con el testimonio de José, la segunda gran prioridad (seleccionada por el 67% de los encuestados) es la mejora de las condiciones laborales. Solicitan el acceso a nuevas oportunidades y la creación de empleos estables y bien remunerados contra la precariedad laboral. Esta preocupación va seguida de la profundización de las medidas en materia de salud mental (46%), la lucha contra la crisis climática (31%) o la promoción de la igualdad efectiva (23%). 

El problema de la vivienda y las condiciones laborales son cuestiones muy importantes en el panorama político y social en el que nos encontramos, pero la inversión en sanidad y educación debe prevalecer en los intereses de la agenda política

Para Dani, el acceso a una vivienda también se está convirtiendo en “un privilegio, un lujo inaccesible para las personas de clase media y baja”, pero lo que más le preocupa es el “peligro que corremos en la conservación de los derechos humanos que se han ido ganando durante los años de democracia”. A Natalia le resulta difícil elegir una cuestión política como la más importante. En su reflexión se acaba decantando por reivindicar una mejoría de los servicios públicos: “El problema de la vivienda y las condiciones laborales son cuestiones muy importantes en el panorama político y social en el que nos encontramos. A pesar de ello, yo soy fiel defensora de lo público, por lo que creo que la inversión en sanidad y educación debe prevalecer en los intereses de la agenda política. No podemos dejar que, según estamos, se comience a privatizar todo a nivel nacional, como está pasando en Madrid”, sostiene.

La diferencia de edad repercute significativamente en el ordenamiento de prioridades de lucha para los jóvenes. Diego tiene 17 años y su experiencia y entorno le hacen calibrar qué sería en lo primero en lo que se fijaría a la hora de votar. Aunque aún no tiene la edad para ejercer ese derecho, declara en conversación con elDiario.es que si pudiese lo haría para contribuir a que se pudiesen solventar las dificultades con las que se encuentra día a día: “Mi principal preocupación política en estos momentos es la educación. Para la mayoría de gente de mi edad lo que más nos afectan son las leyes educativas, como la ley de acceso a la universidad. Esto es algo que cambia continuamente y eso nos puede afectar en un futuro próximo. También me preocupa mucho el tema de la salud mental porque sin políticas que se impliquen en esto, pienso que no se le da la visibilidad que deberían tener estos problemas. No se recibe la ayuda ni la inversión necesaria, tendría que haber más psicólogos y psiquiatras públicos”, sostiene el joven. La salud mental es especial prioridad entre las mujeres, sumando un 54%, y quienes son más jóvenes, entre los 14 y los 20 años, (49%), según la encuesta. 

Según los datos recogidos en ‘¡Rompe el cristal!’, en estas materias que defiende Diego, los jóvenes destacan la importancia de formar en valores, educación sexual y habilidades prácticas para la vida adulta, con el objetivo de preparar a los y las jóvenes para enfrentar los desafíos del mundo laboral y social. En cuanto a salud mental, alerta que la vean como una preocupación urgente. Piden una atención y acceso adecuados, así como la promoción de la salud física y el acceso a servicios de calidad en el sistema sanitario para garantizar un bienestar integral.