Las Palmas de Gran Canaria, 14 nov (EFE).- La muerte de 8 personas cuando trataban de alcanzar Canarias por mar es el triste saldo que ha dejado un fin de semana en el que el archipiélago ha recibido cerca de 500 inmigrantes que viajaban en una decena de pateras auxiliadas por Salvamento Marítimo, cuyo trabajo dio, al menos, una alegría: el rescate, sanos y salvos, de un bebé y de su madre a bordo de una de ellas.
Los esfuerzos de los equipos de rescate no pudieron evitar, con todo, el fallecimiento de esas 8 personas, halladas entre los 62 ocupantes de una patera localizada a 65 kilómetros al sur de Gran Canaria en la noche del sábado, 12 de los cuales fueron hospitalizados además por su mal estado, especialmente grave en el caso de tres de ellos, que fueron evacuados de urgencia en helicóptero, uno con una parada cardiorrespiratoria y dos con hipotermia severa.
Un velero francés que navegaba por la zona alertó inicialmente de la presencia de ese grupo de 62 ocupantes, al que siguió su rumbo sobre las seis de la tarde del sábado, momento en que, ante la lejanía de su posición, se contactó con un mercante próximo, el “Nord Mosel”, al que se solicitó que vigilara la zona hasta la llegada de la Guardamar Polimnia.
El grupo fue rescatado sobre las 21,30 horas, descubriendo que entre sus integrantes había 7 fallecidos y 3 que estaban especialmente graves.
Razón por la que, mientras se les procedía a izar a bordo, se solicitó la intervención de un helicóptero para su evacuación al hospital, fijando un punto de encuentro para que pudieron ser recogidos por la aeronave, han detallado desde Salvamento Marítimo.
La Guardamar Polimnia continuó luego su ruta hasta arribar, ya pasada la medianoche, al muelle grancanario de Arguineguín, adonde llegó finalmente con una cifra de 8 fallecidos, al haber muerto uno más mientras navegaba hacia puerto, de acuerdo a los datos facilitados por el 112 una vez desembarcados todos los ocupantes de la patera.
Sin embargo, ésta no fue la única embarcación detectada por Salvamento Marítimo este fin de semana, que comenzó con el rescate de un total de 242 inmigrantes que se dirigían al archipiélago canario a bordo de cinco pateras entre la noche del viernes y las primeras horas de la mañana del sábado.
Trasladados los ocupantes de dos de ellas a Gran Canaria, de otras dos a Fuerteventura y de la quinta a Lanzarote, se comprobó que dos de esas personas presentaban problemas de salud que hicieron necesaria su hospitalización, aunque el resto tomaron tierra en buen estado, conforme a datos facilitados por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad regional 112.
La actividad de Salvamento Marítimo no se detuvo tampoco entre la noche del sábado y el amanecer del domingo, cuando, además del trágico descubrimiento de la expedición de la que formaban parte las ocho víctimas mortales, y merced a los radares del Servicio Integral de Vigilancia Exterior del archipiélago, se pudo localizar a otra patera a 24 kilómetros de Gran Canaria con 36 personas de origen magrebí, 34 hombres, una mujer y un menor de edad.
La mejor noticia del fin de semana se produjo en torno al mediodía del domingo, cuando se rescató a una madre y a su bebé viajando junto a 39 hombres, todos de origen magrebí, que habían pedido socorro alrededor de las 8 de la mañana al quedarse sin combustible en aguas situadas a 40 kilómetros al norte de Lanzarote, isla a la que fueron conducidos.
Salvamento Marítimo rescató aún a otros 32 inmigrantes el mismo domingo, después de que detectaran su patera a unos 27 kilómetros del faro de Maspalomas, al sur de Gran Canaria, los radares del patrullero de la Armada “Tornado”, que navegaba no muy lejos, en torno al mediodía.
Movilizada en su auxilio la Salvamar Macondo, el buque militar se aproximó a la patera para escoltarla hasta que pudo llegar al lugar una hora más tarde, procediendo a izar a bordo a sus ocupantes, todos hombres de origen magrebí, que fueron llevados finalmente a Gran Canaria.