El Gobierno aprueba el decreto para “convivir” con la COVID-19 hasta que haya vacuna o tratamiento
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el decreto de medidas para la nueva normalidad. Es decir, las normas relativas a la pandemia que regirán mientras España convive con la COVID-19. En principio, ese periodo durará hasta que exista una vacuna o un tratamiento efectivo contra el coronarvius SARSCov-2. Las mascarillas serán obligatorias y las comunidades deberán estar preparadas para un rebrote. Sin embargo, no habrá restricción de movimientos ni límite de personas para reunirse.
La ciudadanía deberá “aprender a convivir con el virus”, ha repetido el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Esta nueva etapa se inaugurará cuando termine el estado de alarma el próximo 21 de junio. Este decreto de “de medidas urgentes de prevención, contención y control” va a durar hasta que el Gobierno considere, previa consulta con las comunidades autónomas y un informe del Centro de Emergencias Sanitarias, decrete que ha terminado la emergencia sanitaria. “Hasta que derrotemos definitivamente al virus”, ha concretado Illa.
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha insistido tras el Consejo en “un mensaje de prudencia y cautela. Sin vacuna o tratamiento, el virus sigue siendo una amenaza. No podemos pensar que el peligro ha pasado”.
El objetivo general es que los contagios no se disparen mientras no se disponga de fármacos que controlen la enfermedad (ya sea proporcionando inmunidad generalizada o curándola). Todo eso al tiempo que se intenta recuperar la actividad económica y social del país.
El control pues de la COVID-19 descansará, en esta nueva normalidad, en la prevención. “La responsabilidad individual será clave”, ha dicho Salvador Illa. De ahí reglas como el uso de la mascarilla cuando no sea posible mantener distancia física con otras personas en sitios públicos o privados y la insistencia repetitiva de cuidar la “higiene de manos y etiqueta respiratoria” además del “sentido común”, que reitera periódicamente el director del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón.
Aun sin restricciones en la movilidad, los responsables del transporte público deberán tomar medidas para evitar las aglomeraciones de pasajeros. Los operadores tendrán que conservar durante cuatro semanas el registro de pasajeros cuando tengan asiento asignado para posibles trazados de contagios. En el transporte privado seguirá siendo necesario utilizar mascarilla si los pasajeros no son convivientes.
De la misma manera, “se contempla todas las medidas que ya estaban vigentes en centros de trabajo, centros sanitarios, centros comerciales...”, ha subrayado el ministro de Sanidad. Así, en las empresas, tendrá que garantizarse que se puede guardar la distancia entre trabajadores y organizar los accesos de manera que tampoco se produzcan concentraciones al entrar o salir.
El CSD decidirá sobre el público en los estadios
El Gobierno ha designado al Consejo Superior de Deportes como el encargado de marcar las medidas y pautas de prevención que deben garantizar tanto la Liga de fútbol como la ACB de baloncesto. La decisión sobre la entrada de público a los estadios la tomará, pues, este organismo “previa escucha a los organizadores, las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad”, ha dicho Salvador Illa que, con todo, ha avanzado que “hay que garantizar la equidad” de la competición en referencia a que hubiera solo algunos equipos cuya afición pudiera entrar al campo.
Para el paso del decreto por el Congreso de los Diputados, el Ejecutivo ha iniciado negociaciones con los grupos parlamentarios (de manera parecida al proceso de aprobación de los decretos de estado de alarma). El PNV admitió este lunes que ha acordado su voto positivo y que ha “preservado” el autogobierno en Euskadi. Ciudadanos también apoyará el proyecto.
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