El volcán de Fuego de Guatemala, a 50 kilómetros al suroeste de la capital, ha finalizado su sexta erupción del año, que se caracterizó por una efusión de lava y explosiones acompañadas de fuertes ruidos.
Esta nueva etapa eruptiva, que se inició el pasado martes, presentó ondas de choque y “gruesas” columnas de ceniza que alcanzaron los 5.500 metros de altura sobre el nivel del mar, informó hoy el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología e Hidrología (Insivumeh).
Esta fase, que recibió el nombre de estromboliana, también generó una incandescencia en el cráter a 400 metros de altura y dos flujos de lava, que descendían por las barrancas Las Lajas y Santa Teresa.
En este momento, el volcán presenta una fumarola blanca, explosiones débiles y algunas moderadas, y una columna de ceniza de unos 4.300 metros de altura sobre el nivel del mar que se desplaza de oeste a suroeste a unos 12 kilómetros de distancia por la dirección del viento.
En el flanco suroeste, agregó el Insivumeh, se mantiene un flujo de lava de unos 1.000 metros de longitud en la barranca Las Lajas, que “desaparecerá en las próximas horas”.
La erupción no generó flujos piroclásticos y, aunque ya finalizó, las autoridades mantienen la vigilancia.
El pasado 20 de enero, las autoridades se vieron en la obligación de cerrar el aeropuerto internacional de La Aurora, en la capital, por la caída de ceniza.
Durante 2015 el volcán, de 3.763 metros de altitud, registró un total de 14 erupciones.
El volcán de Fuego es uno de los 33 que tiene Guatemala y, junto al Pacaya y el Santiaguito, se mantiene en constante actividad.