La Policía impide al Patio Maravillas la ocupación de un edificio público abandonado

Un grupo de personas que se manifestaba en defensa del centro social Patio Maravillas de Madrid ocupó durante cerca de dos horas un edificio público utilizado por última vez hace ocho años por el Ayuntamiento de Madrid, la entidad que precisamente emplaza a este colectivo a abandonar su actual sede ocupada en la calle Pez número 21. A pesar de que han intentado negociar su permanencia en el inmueble abandonado, la Policía ha acabado desalojándolo sin incidentes destacados.

Alrededor de las 20 horas, la maniestación en defensa del veterano centro social madrileño culminó con la ocupación de un edificio de titularidad pública situado en la zona de Alonso Martínez. Una hora después, cerca de 40 miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se presentaron en la puerta de este con la orden de desalojarlo. Desde entonces, los activistas han tratado de negociar su permanencia en el inmueble abandonado, pero no ha sido posible. Poco después de las 22 horas, las instalaciones volvieron a quedarse vacías, como lo han estado durante los últimos ocho años.

Según han informado desde el Patio Maravillas a través de Twitter, Alberto Garzón y Tania Sánchez, de Izquierda Unida; e Inés Sabanés, de Equo, también han mantenido conversaciones con la Delegación del Gobierno en Madrid con este fin. Sin embargo, finalmente los activistas han tenido que abandonar el edificio sin que se haya producido ningún incidente, aseguran algunos de los manifestantes consultados. Los agentes sí aceptaron no identificar a las personas que se encontraban en el interior de las instalaciones a cambio de que estos se retirasen de forma voluntaria. Las mismas fuentes apuntan que algunas de las personas concentradas en el exterior fueron empujadas por los policías con el objetivo depespejar la calle.

 

El edificio público transformado en un nuevo Patio Maravillas durante unas horas está situado en la calle Hermanos Álvarez Quintero de Madrid, en la zona de Alonso Martínez. El último uso otorgado al inmueble ocupado vino de la mano del Ayuntamiento de Madrid hace ocho años, según los activistas, que han estudiado la situación del mismo antes de tomarlo. Entonces, el edificio municipal era un centro de especialidades médicas.

En 2005, coincidiendo con el traslado a Cibeles del Ayuntamiento de Madrid, la corporación aprobó un cambio en el empleo del edificio para destinarlo a equipamiento cultural con el fin de albergar el Museo Postal y Telegráfico. Aunque el traslado finalmente nunca se llegó a efectuar y el edificio continúa abandonado desde entonces, el Consistorio anunció su cesión a Correos, según consta en el archivo municipal.

 

“Desde el Patio Maravillas queremos transmitir una necesidad de la ciudadanía y la existencia de edificios públicos para satisfacerla. Por tanto, si no se hace es porque no existe voluntad política”, ha lamentado Pablo Padilla, portavoz de Juventud Sin Futuro y partipante en el centro social madrileño. “Se ha intentado negociar con la Policía, pero venían con las ideas muy claras. A las 22 horas el edifico debía estar desalojado y las 23 horas la sanción administrativa tenía que estar cerrada”, apunta. Finalmente, han logrado pactar la salida voluntaria de los activistas que se encontraban en el interior del inmueble sin identificación previa.

 

“La ocupación es una muestra de la fuerza de la ciudadanía de Madrid, porque pensamos que nuestra ciudad debe dar cabida a muchas experiencias políticas. En esta época de recortes, en este momento de invisibilizarnos, damos un paso adelante”, ha explicado Esther, activista de la Asamblea del Patio Maravillas, desde la puerta del edificio, minutos después de haber sido ocupado. “Hemos demostrado que frente a los recortes, nos multiplicamos. Frente a los intentos de invisivilización, nos visibilizamos más”, ha recalcado.

 

El Patio Maravillas de la calle Pez, donde se instaló tras ser desalojado de una sede anterior, cumple precisamente cinco años este 5 de enero. Ha operado durante todo ese tiempo como centro cultural, político y vecinal, referencia para los movimientos sociales y también apoyo fundamental para la articulación de parte del 15M y de nuevos proyectos políticos en Madrid como Juventud Sin Futuro, la PAH o Ganemos Madrid.

Desde septiembre de 2014, el status quo en el que se encontraba la ocupación de este inmueble se rompió: una inmobiliaria llamada Nivel 29 se hacía con la propiedad del edificio y exigía al colectivo su desalojo. Los activistas aseguran que ellos “han dotado de vida” a un edificio abandonado, que ‘el Patio’ debe seguir siendo una “infraestructura para la ciudadanía organizada”. La nueva empresa propietaria asegura que tiene planes de uso para el edificio y reclama su uso.

Los activistas del Patio Maravillas hacen responsable al Ayuntamiento de Madrid de la situación y le piden que protejan la actividad actual o les garanticen otro lugar para poder desarrollarla. El Ayuntamiento, según este colectivo, les ha comunicado que no hay en Madrid espacios disponibles para albergar sus actividades y, por tanto, les instan a obedecer el desalojo del caserón de la calle Pez.