El aeropuerto de Barajas carece de la preparación necesaria para atender a un posible caso de ébola que se presente en sus instalaciones. Esa es la conclusión que se desprende del informe que ha emitido Inspección de Trabajo después de que el sindicato CSIF denunciara que el personal del equipo sanitario no tenía la formación suficiente para atender a un viajero que pudiese estar afectado por el virus.
En el documento, al que ha tenido acceso eldiario.es y está sellado el 23 de febrero, Trabajo constata fallos en la formación para asistir a viajeros con síntomas de ébola además de denunciar que no todos los trabajadores tienen acceso a trajes de protección individual. También señala que la evaluación de riesgos laborales de los puestos sanitarios de Barajas no es correcta.
Por eso, considera que AENA es el responsable de las lagunas en el protocolo al ser el “empresario titular del centro de trabajo”, y añade que “no ha facilitado información suficiente sobre las medidas de prevención y emergencia a adoptar”. De igual manera, el texto indica que los trabajadores sanitarios de las compañías subcontratadas por AENA desconocen las “instrucciones que deben seguir ante una situación de emergencia”.
Trabajo tiene en cuenta que “existe un riesgo de exposición al virus del ébola para personal del servicio médico aeroportuario de Barajas”.
El documento denuncia que la empresa no ha dado cursos de formación preventiva para que los empleados puedan controlar la atención a un paciente con síntomas de estar infectado por el virus y que tampoco han recibido docencia específica “sobre riesgo biológico por virus de ébola”. La inspección concluye explicando que hay errores “en la puesta a disposición” de equipos de protección individual (EPI).
Con este informe Trabajo da la razón a CSI-F. El sindicato buscaba demostrar que los empleados del equipo médico no estaban formados para hacer frente a un posible caso de ébola.
AENA ha confirmado a eldiario.es la inspección por parte de Trabajo aunque especifica que no han recibido las conclusiones y que, en todo caso, las deficiencias están solucionadas.
Muerte de un viajero nigeriano
Esta denuncia se presentó tras la muerte de un pasajero nigeriano en la Terminal 1 el 18 de octubre. El viajero se cayó al suelo al estallarle dentro del estómago varias bolsas de cocaína. El servicio médico de Barajas no le atendió al sospechar que podía tener ébola. Entonces, decidieron desplegar el protocolo que AENA desarrolló para posibles casos dentro del aeropuerto: llamaron a Sanidad Exterior, que tardó 50 minutos en llegar. Durante esos 50 minutos el viajero estuvo sin recibir asistencia, y falleció poco después.
En aquel momento el sindicato expuso que el Ministerio de Sanidad, organismo del que depende funcionalmente Sanidad Exterior, quería responsabilizar a los médicos del aeropuerto alegando que no tenían que haber esperado a que llegasen los especialistas de sanidad. Sin embargo, los trabajadores siempre sostuvieron que el procedimiento de AENA era “esperar a que llegase Sanidad Exterior”.
Ahora, en este informe Trabajo explica que un mes después, el 26 de noviembre, AENA cambió el protocolo. Así, distribuyó una circular a sus trabajadores en la que les explicaba que si se producía una sospecha cuando el pasajero ya se encontraba en la terminal, “tanto en la zona internacional como pasada la zona fronteriza”, se “prevé la atención del pasajero por los facultativos del Servicio Médico Aeroportuario hasta la llegada de los servicios de emergencias de la Comunidad de Madrid”. Por lo tanto, era a partir de entonces cuando ya no tenían que llamar a Sanidad Exterior cuando el caso sucedía dentro de Barajas.
Fuentes del equipo médico de Barajas explican que tras el fallecimiento del pasajero nigeriano, y la denuncia presentada por CSIF, AENA ha mejorado los protocolos. Según explican, personal médico se ha estado formando en la Escuela Nacional de Sanidad y han incrementado el número de trajes de protección.