Desde el martes y hasta este viernes a las siete de la tarde. Esa era la hora en la que estaba convocada la manifestación que en estos momentos está recorriendo Alcázar de San Juan (Ciudad Real) en contra de la privatización del agua que ha aprobado esta mañana el pleno del Ayuntamiento valiéndose del voto de calidad del alcalde, Diego Ortega. Y esa ha sido la hora en la que la veintena de vecinos que llevaba más de 78 horas en el Ayuntamiento para demandar un referéndum popular, ha decidido terminar con su encierro y sumarse a la marcha con el resto de vecinos de la localidad.
Tras una asamblea que ha durado más de dos horas y media, ponían así fin a un encierro que ha conseguido uno de sus objetivos: visibilizar el plan –hoy ya realidad– de convertir Aguas de Alcázar en una empresa de gestión mixta adjudicada a Aqualia, empresa perteneciente al grupo FCC, y que se convocara el Pleno para debatir por fin la ILP presentada por la Plataforma contra la Privatización Aguas de Alcázar, que llegaba avalada por más 11.000 firmas. El otro y más importante, llevar a cabo una consultar popular sobre la cuestión, fue rechazado esta mañana también en la sesión plenaria extraordinaria.
“Acabamos el encierro porque dentro ya no tenemos nada más que hacer. Hemos conseguido que todo el mundo haya conocido lo que está pasando en Alcázar, nos hayan respaldado desde diferentes puntos del país y hemos lucha de forma tranquila y pacífica”, ha explicado Isidoro Salcedo a eldiario.es Por su parte, Juan Garrido, portavoz de la plataforma, ha contado a Efe que la decisión del equipo de Gobierno no ha sido ninguna sorpresa. “Sabíamos, más o menos, que aunque se convocara el pleno no se nos iba a tener en cuenta, pero hemos reforzado nuestra posición en el municipio, donde nos apoyan muchos vecinos”. Para agregar que “si ya teníamos ganas de trabajar, el apoyo recibido nos ha motivado para seguir luchando por intentar que no se privatice la gestión del agua y organizar nuevas acciones de protesta, que siempre serán adoptadas por la asamblea”.
La plataforma se reunirá el lunes en asamblea, a partir de las 19.00, para decidir nuevas acciones porque no piensan quedarse de brazos cruzados.
La manifestación más multitudinaria de la semana
Una vez que han salido los vecinos, se han incorporado a la manifestación que estaba convocada a las 19.00 y que ha comenzado con algo de retraso. Más de 3.500 personas se han concentrado en la Plaza de España, frente al Consistorio, para seguir reclamando que el agua sea pública. Juan Garrido ha improvisado un discurso en el que ha querido agradecer a sus vecinos su apoyo en estos días.
Al grito de “Sí se puede”, “Si tú también te duchas, únete a la lucha”, “El agua no se vende, el agua se defende” u “Ortega dimisión”, la concentración ha recorrido el centro de la ciudad para acabar, como tenía previsto la plataforma, en la sede de Aguas de Alcázar donde han leído un comunicado. El espíritu entre todos los participantes es compartido: la lucha por su agua no ha acabado.
“Ha sido una media victoria porque la votación con el voto de calidad del alcalde no es legal”, apunta Jesús Escribano, que ha permanecido varios días en el encierro. “Salí ayer porque estábamos mi mujer y yo y decidimos que alguno se tenía que ir con los niños. Yo salí ayer y ella lo ha hecho esta tarde”, nos cuenta. Y añade que el PSOE va a llevar la decisión del Pleno a los tribunales –según la ley 7/85, una adjudicación administrativa superior a cinco años y que suponga más del 20% de los recursos ordinarios, como es este caso, solo se puede adoptar con la mitad más uno de los votos del Pleno–. “En Gamonal también estaba aprobado. Igual que la sanidad madrileña”, remacha Jesús.
“Hay que agotar todas las vías legales, políticas y sociales en nuestra mano porque la gente aún confía en el movimiento. A pesar de que esta mañana han votado que no, la gente sigue en la calle diciendo que sí se puede”, ha dicho Garrido sobre una movilización tan multitudinaria que ha descrito como “lo nunca visto en Alcázar”. El portavoz de la plataforma, asimismo, ha apuntado que seguirán manifestándose cada viernes. “Se ha despertado a la gente de Alcázar que no salía a la calle para nada. Eso ya es una victoria”.
Y la solidaridad también es de los alcazareños con los vecinos que han estado encerrados. En la manifestación están vendiendo unos bonos de 5, 10 o 15 euros para ayudarles a pagar las sanciones a las que se enfrentan. “Si nos ponen una sanción, la pagaremos pero, no obstante, confiamos en la solidaridad de nuestros vecinos”, comenta a eldiario.es Raúl Zarco, uno de los vecinos que ha estado encerrado. “Nunca había visto la plaza tan llena. Es alucinante y muy emocionante”, agrega.