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ENTREVISTA | Francisco Pascual (Estudios del Alcohol)

“Deberíamos perseguir para el alcohol la legislación y el consenso social que se estableció en torno al tabaco”

El alcohol es una droga. Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo mueren cada año más de tres millones de personas debido al consumo nocivo de esta sustancia, lo que representa casi un 6% de todas los muertes, un porcentaje que se eleva hasta el 25% entre personas de 20 a 39 años. Además, es un factor causal en más de 200 enfermedades, incluyendo el 3,5% de cánceres.

La Unión Europea sigue siendo la región del planeta que más alcohol consume y aunque España se mantiene en valores por debajo de la media, el alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida, según el último informe del Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías. Según este organismo, más de un millón y medio de españoles (1.3 millones de hombres y 300.000 mujeres) tienen unos patrones de consumo de alcohol de riesgo.

El 15 de noviembre se ha celebrado el Día Sin Alcohol, una acción apoyada por la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías (Sociodrogalcohol) y que tiene la intención de concienciar a la población sobre los riesgos del consumo de esta droga. El presidente de Sociodrogalcohol, Francisco Pascual, explica cómo abordar los problemas generados por esta droga.

¿Por qué no se reduce el consumo de alcohol en España, como ha sucedido con el tabaco?

Porque la percepción del riesgo es prácticamente nula o muy baja. Días como el de este miércoles pretenden impulsar una reflexión para que la sociedad se de cuenta que tenemos una serie de conductas relacionadas con el consumo de ciertas sustancias que son perjudiciales, especialmente con el alcohol. Además, creo que la legislación y el consenso social que se estableció en torno al tabaco es algo que deberíamos perseguir para el alcohol, para que ciertos sectores de la población, especialmente en ciertos rangos de edades, no consuman o consuman los menos posible.

¿Cree que expresiones como el ¡viva el vino! de Rajoy hacen más difícil llegar a ese consenso?

Expresiones como ¡Viva el vino! o a mí no me gusta que me digan lo que tengo que beber no indican una cultura del vino, sino más bien la poca cultura de las personas que lo dicen. En cualquier caso, considero que esto han sido intervenciones de personas que son ajenas a lo que es el problema y que están alejados de una toma de posiciones real. Me consta que la parte implicada, especialmente el Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, que es el doctor Francisco Babín, está haciendo un esfuerzo importante con todos los partidos políticos para establecer una legislación que permita reducir el consumo alcohol en menores, que es lo que más nos puede preocupar hoy en día.

¿Qué sería recomendable para la nueva ley?

Primero que sea aprobada por consenso, para que se garantice su aplicación, y después, que no solo tenga medidas punitivas, sino preventivas, educacionales e incluso terapéuticas, porque no olvidemos que una persona que tiene un trastorno por consumo de alcohol es una persona que requiere un tratamiento que debe estar al alcance de todos y disponible en la sanidad pública.

¿Cree que sería buena idea introducir mensajes en el etiquetado de las bebidas como se hizo con las cajetillas de tabaco?

Sí, creo que deberían aparecer mensajes más claros en la publicidad y en todos los eventos, pero además, deberían etiquetarse los envases y las botellas. Si coges una bebida verás que en la botella o en el envase apenas hay información, solo el porcentaje en contenido alcohólico y porque están obligados. Sin embargo, veo difícil que eso se vaya a incluir en la nueva ley, porque probablemente debería ser una medida europea. Lo único que hemos conseguido, aunque no por ley, es que cada vez más productos tengan un símbolo para recordar que las mujeres embarazadas no deben consumir estos productos. Pero el etiquetado completo, si no lo aprueba el parlamento europeo, creo que va ser difícil.

¿Y qué se podría hacer?

Pues se podría regular la esponsorización de eventos deportivos y la aparición de publicidad en televisión, que ahora hay unas horas protegidas para menores, pero creo que no son suficientes.

Hablando de eventos deportivos ¿qué le parecen esas carreras populares que promocionan el consumo de cerveza?

Me parece una barbaridad. Si quieres promocionar una vida más sana, no es lógico es que lo hagas mediante un producto tóxico. Creo que se debería desvincular completamente cualquier evento deportivo del consumo de sustancias. Hay otras formas de ser cardiosaludable, como llevar una vida menos sedentaria, hacer ejercicio, reducir el consumo de grasa… Está claro que cuando ves un mensaje que dice ‘tomar dos copas mejora la salud’, es que detrás hay alguien que quiere vender algo y, en este sentido, la industria contra la que es más difícil luchar es la cervecera, precisamente porque la vemos en todo tipo de eventos. Además es la más consumida por los jóvenes, por su bajo precio.

La industria del alcohol presume de estudios que hablan de los beneficios del alcohol ¿qué opina de ellos?

Si haces un estudio sesgado o poco representativo puedes encontrar los resultados que que quieras. Cuando se habla de evidencia científica hay que valorar distintos estudios, observar las pruebas acumuladas, hacer metanálisis, etcétera y si haces esto comprobarás que el riesgo asociado al consumo de alcohol es muchísimo mayor que los posibles beneficios. El problema es que final esos estudios se publicitan mucho y acaban llegando a redes sociales, donde hay mucho bulo y mucho mito sobre el alcohol.

Además, estudios recientes indican que incluso en cantidades moderadas el alcohol puede generar problemas

Sí, porque se ha visto que incluso en cantidades pequeñas está correlacionado con la aparición de varias enfermedades. El alcohol provoca directamente entre 40 y 60 enfermedades, e indirectamente hasta 200. También está relacionado con la aparición de distintos tipos de cáncer, ya que el etanol y sobre todo su metabolito intermedio, que es el acetaldehído, es un cancerígeno de primera magnitud.

Entonces ¿no hay un nivel de consumo seguro?

No hay que ser tremendistas, ni mucho menos prohibicionistas. La OMS no dice consumo cero, dice que cuanto menos mejor y da unas cantidades aproximadas a partir de las cuales no se ha detectado un riesgo, que serían 20 gramos de alcohol al día para mujeres, que corresponde a unos dos vasos de vino, y 40 gramos para los hombres. Ahora bien, si una persona tiene que tomarse 4 vasos de vino diarios porque lo necesita, habría que analizar esa necesidad, porque probablemente al cabo de un tiempo no van a ser 4, sino que van a ser más.

Mucha gente sigue pensando que el problema del alcohol es el alcoholismo, así que mientras no sean adictos no tienen problema ¿es esto cierto?

Esto es un error porque los problemas generados por consumo de alcohol llegan mucho más allá de lo que consideraríamos como alcoholismo. Por ejemplo, una persona que consume alcohol en edades jóvenes no va a tener un problema de alcoholismo en el sentido tradicional, pero sí que va a tener una serie problemas tanto psíquicos como físicos. También hay que destacar a las personas que conducen después de haber bebido alcohol, que es algo que se repite una y otra vez o a las mujeres embarazadas, que pueden generar problemas a sus hijos aunque no tengan una adicción, ya que el alcohol puede generar malformaciones en el feto.