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Anesvad pone el foco en el África Subsahariana, a la que “nadie hace caso”

EFE

Bilbao —

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La ONG Anesvad ha puesto el foco de su atención en el África Subsahariana, que sufre los mayores índices de pobreza del mundo y a la que “nadie hace caso”, con una labor centrada en la erradicación de las enfermedades tropicales desatendidas.

El director de Anesvad, Bernardo García Izquierdo, ha explicado en una entrevista con Efe que esta ONG lleva su ayuda a países del tercer mundo donde “no va nadie” porque no están entre las prioridades de los planes directores de las agencias de cooperación “ni interesan a gobiernos, ni a organismos internacionales, ni a farmacéuticas”.

Esta ONG puede desarrollar esa labor porque las aportaciones económicas privadas que recibe financian el 97 por ciento de su presupuesto, lo que les proporciona “independencia” para actuar donde detectan “necesidades más severas” y que otras entidades “no atienden debidamente, por la razón que sea”.

En este momento, Anesvad está viviendo un período de transición en el que pasará de mantener actividad en Asia, África y América, con presencia en 19 países, a poner el foco de su atención en el África Subsahariana, y en concreto en Ghana, Togo, Costa de Marfil y Benin, países que presentan los mayores índices de pobreza del mundo.

El ámbito de trabajo es la erradicación de las “enfermedades tropicales desatendidas”, término acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hace referencia a patologías que ya no existen en el mundo desarrollado y afectan a personas “muy pobres a las que nadie hace caso”.

En concreto, de las 18 enfermedades así definidas, la ONG fundada en Bilbao hace 50 años se dedica a luchar contra tres: la lepra, la úlcera de buruli y el pian.

Las tres dolencias afectan a la piel y causan discapacidades e, incluso, amputaciones, además de acarrear el estigma social de estar maldito. Otro elemento común entre las tres es que tienen cura y los tratamientos son “muy baratos. Es una cuestión de voluntad”.

Los objetivos en esta lucha, en sintonía con las metas marcadas por la OMS, consisten en que para 2020 se elimine la lepra, cuyo tratamiento es gratuito; se “controle” la úlcera de buruli, para la que también existe un tratamiento “muy eficaz”, aunque no se puede eliminar porque se desconoce cómo se transmite, y se erradique totalmente el pian, contra el que existe un antibiótico que cura e inmuniza en una sola dosis que cuesta 15 céntimos.

“Existen medios científicos y es factible curar con pocos recursos, pero falta voluntad”, ha insistido, tras remarcar que si se extinguiera el pian sería la segunda enfermedad erradicada en la historia de la humanidad tras la viruela.

Para afrontar esta tarea, Anesvad dispone de un presupuesto anual de 15 millones de euros, la mayoría aportados por sus 60.000 socios, “muy comprometidos y con un grado de fidelidad importante”.

El director de esta organización ha enfatizado que se trata de una cantidad “muy pequeña” comparada, por ejemplo, con los 400 millones de euros necesarios para erradicar el pian.

De esa cifra global, más del 80 por ciento se destina a los proyectos y el resto a costes de gestión, porque, según ha explicado García Izquierdo, “para que los proyectos se desarrollen adecuadamente es necesario emplear ciertos recursos”.

Con esos recursos no solo facilitan la medicación necesaria a los enfermos, sino que su trabajo también consiste en sensibilizar a la población para que sepan reconocer los síntomas lo más pronto posible.

También trabajan con los curanderos y forman a personas de la comunidad, principalmente mujeres, para que aprendan a distinguir las patologías y remitan al afectado a un centro de salud, que habitualmente está muy alejado.

Sobre el caso de malversación de fondos, que se detectó en 2007 y por el que fueron condenados el entonces presidente y dos directivos de la ONG, García Izquierdo ha subrayado que el actual equipo se incorporó en 2008 y que han construido un proyecto social “claro, transparente e integrado en coordinadoras y redes internacionales de oenegés”.