El Real Decreto que aprobó el pasado viernes el Consejo de Ministros concluye más de tres años de cambios en la Universidad impulsados por el Gobierno de Mariano Rajoy. Esta última reforma, por la que se permite a los centros que propongan carreras de sólo tres cursos de duración pero másters de dos en vez de uno, cierra el círculo de un proceso que, para la oposición política, los sindicatos y la inmensa mayoría de la oposición educativa empuja a la educación superior universitaria a una deriva “elitista” que está empujando a muchos estudiantes fuera de los campus.
Subida de las tasas, caída de las becas generales, las Erasmus, la nueva estructuras de los grados... Cada cambio que propone el Ministerio que dirige José Ignacio Wert aboca, a priori, a un encarecimiento de la universidad. Tres años de cambios introducidos por el Ministerio de Educación –casi todos ellos, por no decir todos, con la oposición frontal de la comunidad educativa– con consecuencias palpables, pero que se han aprobado a golpe de decreto, sin nueva ley ni debate. Y cuanto más pagan los universitarios, menos pagan las administraciones: la Universidad pública ha perdido 1.500 millones de euros en cuatro años, un 24% IPC incluido, según un estudio de CCOO.
¿Con el nuevo 3+2 costarán más las carreras?
Según Educación, no. El ministro, José Ignacio Wert, sostuvo que los abaratará porque su objetivo –siempre a expensas de la voluntad de las universidades– es que los grados duren tres años en vez de cuatro, por lo que en teoría el coste será un 25% inferior. Las familias se ahorrarán 150 millones de euros, según el ministro.
Otra manera de verlo es que un grado de tres años, más básico y genérico que uno de cuatro, será insuficiente para acceder a un mercado laboral cada vez más especializado y competitivo. De esta manera, cursar un máster será más necesario. Y los máster son bastante más caros que los grados (entre 2.700 y 7.000 euros por año, según IU) y con la reforma lo más probable es que duren dos cursos, el doble que ahora, de modo que el montante total puede ser notablemente superior.
¿Cuánto han subido las tasas universitarias?
Para paliar el déficit en la financiación de las universidades –que han perdido unos 1.500 millones de euros en cuatro años, un 24% (IPC incluido), aunque esto no sea responsabilidad exclusiva del Gobierno)– el Ministerio permitió en 2012 a las Comunidades subir las tasas universitarias para acercarse al precio real, con el límite de que lo que se cobre al estudiante no supere el 25% del coste de la matrícula.
Las administaciones regionales utilizaron esta posibilidad con diferente grado de entusiasmo. Algunas han duplicado sus precios. En dos años las tasas han subido entre un 7% y un 125% en los grados con mayor nivel de experimentalidad y entre un 19% y un 105% en los de menor, dependiendo de la Comunidad, según un estudio de Juan Hernández Armenteros y José Antonio Pérez García. El grado de disparidad es tal que estudiar una carrera puede ser tres veces más caro en Madrid y Cataluña que en Galicia o Andalucía.
¿Hay más dinero para becas?
Sí y no. Es cierto, como dice Educación, que en el año natural 2014, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre, el Gobierno dedicó 1.465 millones de euros a las becas, más que ningún otro ejercicio presupuestario, según sus propios datos. Pero una cosa es el año natural y otro el curso académico, que incluye los últimos cuatro meses de un año y los primeros del siguiente y es el periodo de tiempo que se utiliza para contabilizar las becas.
Y en los dos últimos cursos de los que hay datos definitivos el dinero de las becas ha caído un 15,75%, de los 1.748 millones de euros que había en el 2011-12 hasta los 1.472 del 2013-14. Estos datos corresponden a todas las becas que otorga Educación, para todas las etapas, desde infantil a la universidad. No existe desglose por etapas. Sin embargo, dado que las becas universitarias se comen el 65,3% de la partida total, es de suponer que habrán bajado en una proporción parecida al total.
¿Hay más o menos becarios?
Más, según se encarga de recordar Educación siempre que puede. El número de becados ha subido un 20% en cuatro años, según El País, para alcanzar los 317.000 en el pasado curso, el último con datos definitivos. Dentro de este aumento general, los que más han subido han sido los becarios a los que se pagan sólo las tasas.
En general, la cuantía baja. Wert primero admitió una caída de 300 euros. Pero según datos facilitados por el propio Gobierno, la media de las becas sufieron el pasado curso (2013-14) su mayor caída desde 1996. Así lo denunció el PSOE hace unos días a raíz de una respuesta parlamentaria del Gobierno, que admite que la cuantía media de las becas universitarias ha descendido en 674 euros en los últimos dos cursos (un 21%). Así, la estadística oficial dice que en 2011-2012 un becario cobraba 3.170 euros, mientras el pasado 2013-14 esa cantidad había caído hasta los 2.496 euros.
¿Qué ha pasado con los Erasmus?
Irse de Erasmus a una universidad europea un curso también es más caro. Los recortes han provocado que en el curso 2012-13, por primera vez en cinco años, menos estudiantes disfrutaran de una de estas becas. Fueron 300 menos, para quedarse en un total de 39.249, una caída estadísticamente insignificante, pero caída al fin y al cabo. El Gobierno recortó la partida de Erasmus un 40% y las Comunidades, 28,5%, mientras la UE aumentaba la suya un 13%.
El Gobierno admitió en su momento que reduciría su aportación a las becas Erasmus y que, para mantener el número de becados, rebajaría la duración de las ayudas desde todo el curso, lo habitual hasta entonces, a sólo seis meses.