Una nueva píldora anticonceptiva masculina ha pasado las pruebas de seguridad tras ser probada en un grupo de hombres sanos, según los resultados que han sido presentados esta misma tarde en la reunión anual de la Sociedad Endocrina de EEUU, ENDO 2019, que se está celebrando en la ciudad norteamericana de Nueva Orleans. “Nuestros resultados sugieren que esta pastilla, que combina dos acciones hormonales en una, reducirá la producción de esperma y preservará la libido”, asegura una de las líderes de la investigación, la directora asociada de Instituto de Ciencias Clínicas y Traslacionales del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Los Ángeles, Christina Wang.
Los tests se llevaron a cabo en 40 hombres sanos que tomaron una píldora diaria durante 28 días. Los participantes que recibieron el fármaco no experimentaron ningún efecto secundario grave y solo algunos leves. Entre 4 y 6 participantes informaron de efectos de fatiga, acné o dolor de cabeza, cinco de ellos aseguraron haber sufrido una reducción leve del deseo sexual y dos describieron cierta disfunción eréctil leve. A pesar de ello, la actividad sexual no se redujo y ningún participante consideró los efectos lo suficientemente graves como para dejar de tomar el medicamento y abandonar la prueba. Además, los efectos del medicamento se revirtieron tras suspender el tratamiento.
Sin embargo, a pesar de su seguridad y de que el fármaco produjo respuestas hormonales consistentes con la anticoncepción efectiva, el estudio aún no ha arrojado resultados de eficacia suficientemente sólidos. Aunque los datos demuestran una reducción en la producción de esperma, las investigadoras señalan que el medicamento tardaría al menos entre 60 y 90 días en resultar eficaz como anticonceptivo y que “28 días de tratamiento es un intervalo demasiado corto para observar una supresión óptima del esperma”, explica Wang.
Otras alternativas en desarrollo
El nuevo anticonceptivo, aún en fase experimental, es una testosterona modificada que tiene las acciones combinadas de una hormona masculina (andrógeno) y una progesterona. Esta píldora no es la única alternativa que se ha intentado desarrollar en los últimos años, ni es la única que ha llegado a fases avanzadas de estudio. De hecho, este tipo de compuestos se llevan probando desde los años sesenta, pero algunos de los efectos secundarios de la testosterona han hecho que los proyectos se interrumpan.
El último tropezón se produjo el pasado año, cuando se publicaron los resultados de otro ensayo más pequeño en el que los hombres recibían inyecciones de una combinación diferente de progestina y testosterona. A pesar de que tenían un 96% de efectividad a la hora de suprimir el recuento de espermatozoides, el estudio se detuvo cuando los voluntarios empezaron a informar de cambios de humor y otros efectos secundarios similares a los de la píldora femenina, lo que desató algunas críticas.
También basado en testosterona se ha desarrollado un gel llamado Nestorone, que se encuentra actualmente en fase de ensayos clínicos. El nuevo gel anticonceptivo contiene mucha menos testosterona sintética que la fórmula inyectable, lo que, según los investigadores, evitará la aparición de muchos de los efectos secundarios observados con las inyecciones.
En los últimos años, también se han probado otros acercamientos, como el desarrollo de un compuesto sintético obtenido a partir de la ouabaína, que disminuye la capacidad de los espermatozoides para moverse con eficacia, o una intervención ambulatoria que consiste en introducir un gel en los conductos deferentes que transportan el esperma desde los testículos a la uretra.
Una eterna promesa incumplida
Sin embargo, ninguno de los productos ensayados durante las últimas décadas ha llegado al mercado, a pesar de que en este tipo de proyectos siempre se habla de plazos de diez años para obtener un producto final. En este sentido, el investigador Roberto Lertxundi, miembro de la Sociedad Española de Contracepción, afirmaba el pasado año a este diario que “hace más de 10 años ya estábamos a las puertas de tener el equivalente a la píldora”.
Lertxundi apuntaba entonces al desinterés de las farmacéuticas, ya que en la actualidad ninguno de los gigantes farmacéuticos tiene proyectos de investigación activos en contracepción masculina y, de hecho, varios ya tienen en el mercado una píldora anticonceptiva dirigida a mujeres, además de que existen otros anticonceptivos de uso masculino como el preservativo.
La principal responsable de esta nueva investigación, Christina Wang, asegura que ahora planean estudios más largos y, si el medicamento es efectivo, pasarán a estudios con más participantes. Sin embargo, su previsión, de nuevo, es que “la anticoncepción hormonal masculina segura y reversible debería estar disponible en unos diez años”.