Antidopaje abría expedientes a deportistas por positivos y los dejaba en suspenso el mismo día

Rafael Méndez

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La Agencia Estatal Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD) abría expedientes a deportistas por positivos en dopaje y los dejaba en suspenso el mismo día. Ni 24 horas tardaban en pasar a un cajón. Así consta en una respuesta obtenida por Transparencia por el abogado Alberto Yelmo, exasesor en la Agencia en una etapa anterior a la del actual director, José Luis Terreros, y crítico con los procedimientos actuales. Los dos expedientes abiertos y suspendidos el mismo día son de 2019, cuando dio positivo por nandrolona el velocista Patrick Chinedu Ike, quien ni siquiera llegó a ser expedientado y ha seguido compitiendo con normalidad desde entonces, según adelantó elDiario.es. Esa información, que ha permanecido secreta durante cuatro años, la ha revelado el exasesor de la agencia en su perfil de X, la red social antes llamada Twitter.

La CELAD se encuentra en medio de una tormenta de papeles. Años de trabajo fuera de los focos han saltado por los aires con una investigación interna del Ministerio de Educación a raíz del caso de Patrick Chinedu Ike. Este velocista, nacido en Nigeria pero nacionalizado español y que llegó a competir con la selección nacional, dio positivo por nandrolona en un control en 2019, pero la CELAD nunca le abrió expediente ni tampoco informó de ello. 

Solo empezó a investigar el pasado noviembre, más de cuatro años y cuatro meses después. El expediente llegó después de que el Ministerio de Cultura abriese una investigación tras recibir una denuncia sobre el funcionamiento de la CELAD que ha obligado al Gobierno a tomar cartas en el asunto. La titular del Ministerio, Pilar Alegría, acaba de asumir el cargo con la cartera de Deportes.

Chinedu sostuvo ayer en Facebook que lleva cuatro años deseando explicar su positivo. “No me han dado la oportunidad de poder presentar toda la documentación médica necesaria debido a mi enfermedad pulmonar por el asma de hace muchos años y las alergias constantes incapacitantes de ejercicio que sufro con regularidad. Siempre he llevado encima la documentación en todos los controles y he aportado las recetas e informes médicos a diferentes organismos”, comentó en la red social, donde colgó una foto junto a una receta.

Sin embargo, él dio positivo por nandrolona, un anabolizante que aumenta la masa muscular, nada que ver con el asma. “Me medico de por vida para intentar llevar mi vida de forma normal, siempre para poder respirar de forma normal, muy lejos de mejoras de rendimiento. Son habituales las crisis en diferentes periodos, que a pesar de la medicación me incapacitan para poder entrenar”.

El de Chinedu es un positivo por una sustancia dopante habitual, la nandrolona, pero hay otros expedientes en los cajones por el llamado pasaporte biológico, un sistema que evalúa la evolución de parámetros analíticos en el deportista.

En España, el Tribunal Administrativo del Deporte primero y la Audiencia Nacional después archivaron el positivo por pasaporte biológico del ciclista Ibai Salas. Así que, cuando llegaba un nuevo positivo, y aparentemente sin saber cómo actuar, la CELAD abría expediente y los dejaba en suspenso inmediatamente. Con esa forma de actuar, el deportista no era sancionado formalmente, pero las federaciones sí podían excluir a los afectados de las selecciones nacionales. “A todo el mundo le iba bien. Los deportistas no salían retratados, aunque no competían con la selección”, cuenta un entrenador con experiencia en atletismo.

En los casos revelados por Yelmo, los expedientes se abrieron y se dejaron en suspenso el 24 de mayo de 2019 y el 6 de junio de ese mismo año. El caso de Chinedu Ike es de julio de 2019. Según el diario deportivo Marca, hay cinco positivos por pasaporte biológico sin tramitar. De ellos, tres ya han sido remitidos a las federaciones internacionales correspondientes y dos siguen en el cajón.

El director de Antidopaje, José Luis Terreros, se encuentra en la cuerda floja por el estallido del caso Chinedu. No porque sea un atleta de primer nivel, sino porque desvela la existencia de positivos que se guardaron en los cajones durante años. Terreros fue nombrado en 2017, con el Gobierno de Mariano Rajoy, y ha ido renovando con todos los ministros, también en los diferentes gabinetes de Pedro Sánchez.

Las críticas aquí no se reparten tanto por colores políticos. Ex altos cargos con el PP como Ana Muñoz, exdirectora de la Agencia Antidopaje y directora general de Deportes entre 2013 y 2015, comentó en X que la noticia de elDiario.es la retrotraía a sus tiempos: “El día de la marmota… Cajones lejanos. Cambiar todo para que todo siga igual, el mérito de resistir. Sin perdón”. Cuando Muñoz llegó al cargo, relevó a Terreros, un médico de larga tradición en el sector, del puesto de subdirector general de Deporte y Salud del Consejo Superior de Deportes.

Muñoz desveló en una comparecencia en el Congreso en septiembre de 2013 un cúmulo de irregularidades que habían puesto a España en la diana de la Agencia Mundial Antidopaje. Aludía a una noticia de El País que aprovechó para detallar el estado que encontró: “Se detectaron 851 formularios de controles que tenían incorrecciones, que permitían anular los controles de un total de aproximadamente 5.600. Era un porcentaje lo suficientemente importante como para que llamara nuestra atención”. Muñoz detalló que “había 93 agentes de control del dopaje que habían realizado actuaciones incorrectas”, que “algunos agentes de control del dopaje tenían relación directa y personal con deportistas que habían estado involucrados en algunas operaciones de dopaje”. Cuatro años después, Terreros regresó y con más poder.

Yelmo, el abogado que ha acudido a Transparencia y que ha hecho pública esa documentación, estuvo en la Aepsad entre 2013 y 2017 y es la bestia negra de la actual dirección. Ha emprendido una batalla administrativa para conocer la tramitación de algunos expedientes. La CELAD consideró que era una petición abusiva, pero el pasado 13 de septiembre, Transparencia dio la razón al solicitante. “Los datos ocultados por el doctor Terreros alegando ausencia de resolución sancionadora son muy llamativos. Los dos expedientes, seguidos (n° 13 y 14 de 2019), fueron abiertos y suspendidos el mismo día, en una franja de menos de dos semanas. Uno el 24/05/2019 y otro el 06/06/2019”, sentenció Yelmo.