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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La ONU acusa de “falta de voluntad política” para detener “la guerra contra el planeta” que provoca el cambio climático

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha apuntado este domingo directamente a los líderes mundiales: “Lo que falta es voluntad política” a la hora de “parar la guerra contra el planeta” para atajar la crisis climática, ha especificado  Guterres en Madrid un día antes de que comience la Cumbre del Clima.

El líder de la ONU ha puesto deberes a esa voluntad política que dice no encontrar: voluntad “para ponerle un precio al carbono, para parar los subsidios a los combustibles fósiles, para dejar de construir plantas eléctricas de carbón o para empezar a cobrar impuestos por contaminar”.

“Estamos aquí para aprobar. Para hacer. No para poner excusas”, ha rematado Guterres. El cabeza de la ONU, que estaba acompañado por la secretaria ejecutiva de la Convención para el Cambio Climático, Patricia Espinosa, ha admitido que “los grandes emisores [de gases de efecto invernadero] no hacen su parte” para contener el calentamiento global. Ni siquiera lo que ya comprometieron en su momento para refrendar el Acuerdo de París y que, según los cálculos científicos, abocan a un incremento de la temperatura de la Tierra por encima de los 3ºC. El límite para no desencadenar “sufrimientos indecibles” está en 1,5ºC. “Pronto será demasiado tarde para escapar”, ha alertado Guterres. 

El análisis del secretario general incide en la oleada de resistencia que protagonizan algunos países muy impulsada desde la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU, que ha obligado a Antonio Guterres a elevar la presión diplomática. Ha usado un lenguaje más duro. Ha subrayado la urgencia, las consecuencias y la gravedad de perder impulso. “La naturaleza está enfadada”. “Estamos en una carrera contrarreloj”. “Es el momento decisivo de nuestra época”. Esta progresión de frases del secretario general marcan cómo ha ido subiendo el nivel.

Así que el secretario general lleva varios cursos intentando que los países no solo pongan en marcha el Acuerdo de París sino que, sobre todo, ese impulso se traduzca en objetivos y medidas más ambiciosas –tras los últimos datos científicos que así lo reclaman–. La crisis climática “no es un horizonte lejano. Se nos está echando encima”.

En septiembre pasado, Guterres montó una ronda climática en la sede de la ONU en Nueva York. Pidió que los que quisieran tomar la palabra debían presentar “medidas concretas” y “objetivos medibles”. No más discurso vacío, decía el secretario general. El portugués ya tuvo que aterrizar en diciembre de 2018 en la ciudad polaca de Katowice durante la cumbre climática para agitar las negociaciones que se habían encallado.

Sobre la no muy larga lista de jefes de Estado y de Gobierno que acuden a Madrid para la inauguración de la COP, Guterres ha dicho que “la COP no es una reunión de líderes. Los jefes de Estado y Gobierno acuden para mostrar compromiso, no para negociar”.