Fondo 545. Bajo ese epígrafe, el Archivo Estatal Ruso de Historia Político-Social guarda un tesoro documental. La inédita colección custodia, sobre todo, el relato de la intervención de las Brigadas Internacionales en la guerra civil española. Y ha sido publicado.
Los legajos fueron trasladados de forma clandestina a la antigua URSS mientras las tropas franquistas sembraban España de fosas comunes. Viajar al registro moscovita fue durante décadas la única posibilidad de consultar unos fondos que, digitalizados, quedan expuestos para su libre consulta en la web de la institución bajo el título ÐокÑменÑÑ ÑовеÑÑкой ÑÐ¿Ð¾Ñ Ð¸ (Documentos de la época soviética).
Balance de operaciones militares, posición de las tropas republicanas, periódicos y boletines, fotografías, listados de soldados voluntarios y materiales… Al calor del 80 aniversario del estallido golpista contra la República, las autoridades rusas preparan la presentación del archivo (prevista para este mes de noviembre) como un homenaje que contará con una conferencia internacional y una exposición.
Fuentes para algún “descubrimiento histórico”
Los expedientes que revela Moscú, sometidos a un proceso de digitalización durante años, están divididos en seis catálogos con millares de entradas. Y es “imposible que toda la cantidad de nuevos documentos no aporte ningún descubrimiento histórico”, ha dicho el director del Archivo Estatal Ruso de Historia Político-Social (RGASPI, por sus siglas en ruso), Andréi Sorokin, en declaraciones al rotativo Pravda Internacional.
La documentación, apilada durante la época soviética, desliza el desarrollo de la guerra civil española, la cooperación internacional personalizada en miles de voluntarios antifascistas y el esfuerzo del Ejército de la República de España por contener el avance rebelde.
Arranca en el 'inventario 1', espacio que guarda la memoria del comisariado de las Brigadas Internacionales (BI). Páginas mecanografiadas que cuentan escaramuzas en el frente de la Sierra de Guadarrama, los ataques fascistas “provenant de Brunete” o las ofensivas para conquistar Villanueva de la Cañada.
Aparecen otras referencias, como el Proyecto de Estatuto para estas tropas, fechado en Madrid el 11 de agosto de 1938, y el recuento de combatientes, con enumeración de efectivos disponibles, muertos, heridos o desaparecidos. Y del escaso armamento. O las “proposiciones de reorganización” del Comisario Delegado de Guerra e Inspector de las BI, Luigi Gallo (Longo).
Salvoconductos
La segunda compilación guarda documentos de la Administración Militar Central de las fuerzas brigadistas y del Ministerio de Defensa Nacional de la República Española. Un organigrama de la base de Albacete, dibujado a mano y escrito en alemán, junto a instrucciones, directivas… y la orden de 6 de enero de 1937 que es una representación gráfica de los 'Uniformes e insignias de los comisarios de guerra en las filas del Ejército Popular'.
También recoge contraseñas. A la pregunta: “fascismo”, respuesta: “sinónimo de asesino”. Es la consigna para la noche del 4 – 5 agosto 1937. También hay salvoconductos y misivas, como la del 19 de abril del 38 que insiste en la necesidad de organizar las “diversas unidades de los grupos de activistas”.
Uno de los inventarios más llamativo es el 4, que refiere documentos de combatientes, soldados y comandantes de las Brigadas Internacionales internados en campos de concentración en Francia y el norte de África tras la derrota del ejército republicano. 'Azi si Maine' (traducido, 'Hoy y Mañana') es un colorista y expresivo diario de campo elaborado por voluntarios rumanos apresados en Saint-Cyprien. Incluye otras joyas archivísticas, caso del boletín que fabricaban a mano el grupo de húngaros confinados en Gurs o recortes de revistas en inglés sobre las desventuras vitales de los internos.
Voluntarios: un carrusel de nombres y naciones
La quinta compilación, sobre documentos fotográficos de las Brigadas Internacionales del Ejército de la República Española promete imágenes inéditas e impactantes. Pero es una de las partes a completar para su libre acceso en el Archivo Estatal Ruso de Historia Político-Social con sede en Moscú.
El último apartado es un resumen de archivos personales de los soldados donde cabe una carta, repleta de siglas, enviada a las “organisations de Front Populaire”. U otra misiva desde la Amicale des Volontaires de L’Espagne Republicaine para un listado de personalidades, profesores, médicos y diputados. O la memoria de cómo la URSS iba involucrándose en el conflicto español a medida que las potencias internacionales miraban para otro lado.
Entre los millares de documentos sacados a la luz aparecen un carrusel de profesiones y nacionalidades. 'Americano', inglés, yugoeslavo, palestino, Cuba… mecánico, panadero, albañil, cerrajero, periodista… O los nombres que configuraban las diferentes brigadas y batallones. Josef Raputmann, Benjamin Richman, Vittori, Mazlevitch, Barwinski, Hans… Y la sección política formada por los “camaradas” Stephan, Leemans, Richard, Knout, Lampe, Cypora y Monnier. O la descripción de combatientes: “287 ZYSMAN Mayer. Sastre. PC. Cuadro, bueno, valiente, disciplinado, serio, políticamente activo, un poco nervioso”. Es el Fondo 545, el otro 'oro de Moscú'.