La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

“Los asistentes obtendrán un crédito”: una charla taurina y cinco euros para evitar horas de clase en la universidad

Paula del Toro

27 de mayo de 2023 22:10 h

0

Sonia (nombre ficticio) paseaba junto a sus compañeros por la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid (UVA) cuando vio un cartel que llamó su atención: anunciaba una charla taurina bajo el nombre “Libertad en Libertad 2.0” y prometía un crédito lectivo a cambio de dinero. Los ponentes eran el matador de toros Emilio de Justo, el ganadero Victorino Martín y el CEO de la empresa Tauroemoción, Alberto García.

“Los estudiantes de la UVA que acudan adquirirán 1 crédito”, rezaba el cartel. La condición: pagar 5 euros a la asociación Juventud Taurina de Valladolid (JTV), un grupo de jóvenes que organizaba esta charla junto a la Asociación en Defensa de los Derechos de los Estudiantes (ADDE) de la UVA. Si el estudiante pagaba 10 euros, aparte de obtener un crédito se le hacía automáticamente socio de la organización taurina. Sonia pensó: “¿Por qué solo le dan créditos a los que les gustan los toros? Si ellos pueden pagar por créditos, yo también. Prefiero tragarme esta charla que hacer 25 horas de prácticas”, nos relata. 

Al entrar al aula magna de la facultad, la estudiante encontró en una mesa a una persona de la organización que ofrecía o pasar gratuitamente a escuchar la ponencia o pagar cinco euros a cambio de escuchar y obtener un crédito. Sonia tenía efectivo y le ofreció el billete, aunque el joven también le dio la posibilidad de pagar por bizum. Dos horas de charla después, los estudiantes se fueron a preguntar a la universidad cómo podían validar ese crédito comprado. La respuesta por parte del centro no fue la esperada: “Os han estafado”.

“Todos sabían que el dinero era para pagar la comida del torero”

Sonia y sus amigos no estaban bien informados. La UVA había autorizado el crédito, pero no solo por asistir a la charla. Para que con una actividad de este tipo un estudiante consiga un crédito académico tiene que cumplimentar 25 horas de trabajo lectivo. Pero la tertulia únicamente duró dos horas. Había que complementar la asistencia con más trabajo. Desde la organizadora, la Asociación en Defensa de los Derechos de los Estudiantes (ADDE) de Valladolid, aseguran que informaron a los asistentes de que las condiciones para conseguir el crédito que anunciaban en su cartel habían cambiado.

Pablo González, presidente de la ADDE, lo explica así: “No entiendo tanta controversia. A los estudiantes que acudieron les informamos al principio de la charla de forma clara que esos cinco o diez euros no suponían automáticamente un crédito, sino que había que hacer actividades complementarias y que el dinero iba a ser destinado a pagar la comida del torero y el ganadero invitados. Si no se enteraron es porque están todo el día con el móvil”.

El representante de la asociación de alumnos asegura que cientos de personas acudieron al día siguiente ocho horas a la plaza de toros de Valladolid para compartir las impresiones del encuentro: “Allí los trabajadores nos enseñaron los entresijos de la plaza y bebimos vino junto a una asociación estudiantil de Salamanca”. Señala que los estudiantes que quisieran el crédito “sabían perfectamente” que tenían que hacer un trabajo sobre la relación de la tauromaquia y la economía nacional bajo la supervisión y coordinación del profesor Eduardo Carazo Lefort. 

Pablo González defiende que más de un centenar de estudiantes podrán obtener ese crédito: “Tengo un documento con más de 130 personas que pueden acudir a su centro a pedir el crédito. La Comisión de Reconocimiento de créditos así lo aprobó y está firmado”.

Los alumnos que cayeron en la publicidad del cartel aseguran que en la ponencia estuvieron “muy atentos” y “en ningún momento hablaron de que hubiese que hacer un trabajo académico ni de que al día siguiente seguían las actividades para obtener el crédito”. Sonia cuenta que a los cinco euros ya no les da importancia, sino que le da “rabia haber sido tan tonta de perder el tiempo en algo que ha sido una estafa” y haber dado dinero a una asociación que va en contra de sus ideales.

Eduardo Carazo Lefort, el Catedrático en Arquitectura que corrigió los trabajos y que daba el visto bueno a los alumnos para que pudiesen solicitar el crédito, es padre de Eduardo Carazo Hermoso, diputado en el congreso por el Partido Popular de Valladolid y presidente de Nuevas Generaciones de Castilla y León. Este profesor no ha respondido a la llamada de elDiario.es. La presidenta de la asociación Juventud Taurina de Valladolid, Beatriz González Hoyuelos, aun siendo la principal organizadora del evento, tampoco ha querido dar su opinión sobre el asunto alegando que “todo ese tema ya está resuelto”.

La UVA no sabía nada pero se compromete a arreglarlo

Cuando la dirección de la Universidad de Valladolid vio los carteles en los que se publicitaba la tertulia taurina llamó la atención a la ADDE y a JTV por su publicidad engañosa y les mandó retirar los carteles. Pero se olvidó del tema y no verificó si estos actos se estaban llevando cabo de manera correcta.

Desde la Vicerrectoría de Estudiantes de la Universidad de Valladolid aseguran que “no sabían que se había celebrado la actividad” porque al ver estos carteles con “publicidad fraudulenta”, comunicaron a la ADDE que “la actividad no estaba autorizada”. Cristina De La Rosa, vicerrectora de estudiantes, explica que “en el cartel prometían créditos por una actividad que no cumplía las horas suficientes. Los créditos no se compran ni se venden, por lo que estamos estudiando medidas para que esos estudiantes recuperen su dinero y esos créditos no sean válidos”. La vicerrectora desconocía la participación del profesor Eduardo Carazo Lefort en estos actos.

El decano de la Facultad de Comercio de la UVA, José Antonio Salvador Insúa, ha relatado en conversación con este diario que él les dio permiso para usar el espacio del aula magna siempre y cuando cambiaran la publicidad engañosa del cartel: “A la ADDE le dije que lo que ofrecían era una estafa. Confié en que no cobraran, y si lo hacían que no fuese bajo esa promesa de créditos. Si se llega a verificar que esto ha ocurrido así, se tendrán que tomar medidas legales contra la asociación y prohibir su actividad, por lo menos dentro de la facultad a la que represento”.