Se la conoce como la fundación “del padre Tocino”, porque su fundador, el padre Werenfried, daba trozos de tocino a los más pobres tras la II Guerra Mundial. Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), una de las ONG pertenecientes a la Iglesia (es fundación pontificia), una de las más reputadas del mundo, está en el ojo del huracán. Según un exhaustivo informe publicado por la revista cristiana “21”, su organización en España podría tener “cuentas opacas”, pagos en B o sueldos exorbitantes de sus gestores.
Según la publicación, su actual presidente, Javier Menéndez Ros -a quien algunas investigaciones llegaron a vincular con la asociación paraeclesial ultra El Yunque- cobraría un sueldo superior al del presidente del Gobierno, que cobra 79.000 euros, con un seguro médico privado para él, su mujer y cinco de sus hijos, además de coche de empresa que renueva cada cinco años.
Y, lo que es peor: que dedican más del 20% de los ingresos a nivel nacional -y entre el 40% y el 70% de los fondos destinados al extranjero- a “gastos de gestión”. Según sus cuentas públicas -que no están auditadas, pese a las insistentes peticiones de distintas instituciones-, éste concepto apenas alcanza el 6%.
Se aporta un documento que muestra que los ingresos suman 66.321.351 euros, mientras que los gastos de Personal, Administración y Propaganda ascienden a 26.331.122, un 39,7% de los ingresos, lo que dejaría los “ingresos netos” (así se denominan en el documento) en 39.990.229 euros. A ello se sumarían 1.900.383 de intereses financieros. “Solo la partida de personal ya se lleva el 16,45% de los ingresos (muy alejado del 6%). Porcentajes que, con ligeras variantes, se repiten en los distintos ejercicios contables”, afirma la revista.
“¿Quién ayuda a quién?”, se pregunta la publicación, que cuenta con testimonios de exdirectivos y actuales trabajadores, que han elevado una denuncia pública, similar a la que, hace diez años, llevó a la Santa Sede a “intervenir” a la asociación en España y destituir a su anterior directiva. “AIN cumple cincuenta años de presencia en España. Junto a la celebración por sus logros en la ayuda a las iglesias pobres o la visibilización de dramas como la persecución a cristianos en todo el mundo, resurge la sospecha de malas prácticas que ya hace diez años denunciaron ante la Santa Sede varios consejeros y directivos internacionales y suscribieron directores de oficinas de AIN de varios países”, apunta la revista 21.
20.000 socios en España
En España cuentan con casi 20.000 benefactores, que acaban de enterarse de que según el documento “se quedan en AIN entre el 50% y el 75% de los estipendios de misa que reciben”. Un exconsejero de AIN denuncia directamente “dispendios y emolumentos del nivel de empresas privadas o multinacionales de alto rango, escandalosos desde un baremo eclesial de las características” de la asociación.
Los escándalos llegan al caso del anterior director, José María Sánchez, quien, según la revista 21, contrató a su mujer como secretaria (con 3.000 euros brutos de sueldo), además de a otros familiares. “El actual presidente propuso a su hija para uno de los puestos, pero esta vez el Consejo lo rechazó”.
En comparación con otras organizaciones católicas, como Cáritas o Manos Unidas, que apenan destinan un 5-6% de sus fondos a personal -el grueso va a cooperación, dentro o fuera de nuestras fronteras-, en AIN la cantidad es muy superior. Además, tanto Cáritas como Manos Unidas someten sus cuentas al control de transparencia de la Fundación Lealtad. “Nosotros nos queremos someter. Estos son nuestros planes de futuro”, aseguró el presidente de AIN a la revista.
Otra de las fuentes afirma con contundencia que tiene constancia de la existencia de una caja B sobre la que la auditora (actualmente KPMG) no tiene control. Y sostiene: “Una obra de la Iglesia no puede tener caja B. Punto y pelota. Eso es totalmente inmoral, injusto y todo lo que se quiera. No le puedo decir en qué se gastaba pero si había alguna factura era sin IVA”. ¿Adónde va ese dinero? Según otra de las fuentes, su destino son “las gratificaciones en sobres que reciben los voluntarios”.
La explicación de AIN
Entretanto, la respuesta de AIN ante las acusaciones se ha tramitado a través de su web, y es la siguiente: “Ayuda a la Iglesia Necesitada desarrolla una gestión económica con criterios de máxima profesionalidad y austeridad en su administración. Los gastos de gestión en AIN España, similares a los de otras instituciones de Iglesia, supusieron en 2015, un 13,9% (…).
Y prosigue: “Las cuentas de las 21 oficinas nacionales de AIN son auditadas por KPMG. Dichas auditorías, consolidadas a nivel internacional, se presentan cada año a la Santa Sede. En febrero de 2016, AIN España será auditada por su ejercicio de 2015, por lo que el informe se publicará en esta web en marzo de 2016”. A la espera de dicha auditoría, la sospecha se ha instalado en el seno de la ONG del “padre Tocino”.
En conversación con eldiario.es, responsables de AIN apuntan que la organización “procura desarrollar una gestión económica con criterios de austeridad en su administración. En este sentido, si se comparan con criterios homogéneos las cuentas públicas de instituciones de la Iglesia equiparables y ONG relevantes, se comprueba que el porcentaje de gastos de gestión de AIN está totalmente en el rango medio del sector”.